
Barcelona es «un reflejo vivo» de lo que defiende la Unesco, según su directora general
París, 28 sep (EFE).- Barcelona es «un reflejo vivo» de lo que defiende la Unesco, dijo a EFE la directora de este organismo de la ONU para la Educación, la Ciencia y la Cultura, Audrey Azoulay, en vísperas de la conferencia Mondiacult que alberga a partir de mañana la ciudad española.
«Barcelona es mucho más que simplemente albergar Mondiacult. Ciudad literaria, ciudad patrimonial, ciudad creativa, es un reflejo vivo de lo que defendemos: una cultura que conecta, inspira y transforma. Aquí, las piedras hablan tanto como los libros, y lugares emblemáticos como la Sagrada Familia y Sant Pau dan testimonio de un diálogo constante entre la memoria y la modernidad», manifestó Azoulay en una entrevista por escrito.
La capital catalana reunirá a unos 120 ministros de Cultura de todo el mundo a partir de este lunes.
«Barcelona también es un socio de confianza para la Unesco. Ha acogido varios de nuestros principales eventos internacionales —la Conferencia Mundial de Educación Superior en 2022 y la Conferencia sobre Ciencias Oceánicas en 2024— y se prepara para convertirse en Capital Mundial de la Arquitectura en 2026», señaló también la funcionaria y política francesa.
Azulay, cuyo segundo mandato al frente de la Unesco termina el próximo año, destacó igualmente que «en términos más generales, España es un aliado histórico de nuestra organización».
España, añadió, «cuenta con el mayor número de reservas de la biosfera y cátedras Unesco del mundo, y se encuentra entre los países con mayor número de sitios Patrimonio Mundial».
«Su apoyo ha sido invaluable en nuestro trabajo en Ucrania, en particular con la apertura de un centro cultural en Lviv, que se presentará durante Mondiacult», señaló la socialista al frente de la Unesco desde 2017.
Mondiacult, que se celebró por primera vez en los años 80 y celebra en Barcelona su tercera edición después de que Azoulay rescatara la iniciativa en 2022, tendrá por objetivo «imaginar la cultura del futuro», que es ante todo «hacer una obra colectiva».
Y para eso no solo se sentarán a la mesa a líderes políticos, sino también a artistas y profesionales de la cultura de todo el mundo. EFE
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