Bruselas investiga si la china Nuctech recibe subsidios que socavan la competencia europea
Bruselas, 11 dic (EFE).- La Comisión Europea abrió este jueves una investigación en profundidad a la empresa china Nuctech por las sospechas de que este fabricante de sistemas de seguridad, controlado por el Estado chino, habría recibido subsidios públicos que podrían distorsionar la competencia en el mercado europeo.
El Ejecutivo comunitario inició la investigación de oficio en abril de 2024 con inspecciones en las instalaciones de las filiales de Nuctech en Polonia y Países Bajos y sus resultados preliminares indican que una serie de medidas concedidas por la República Popular de China podrían constituir subsidios extranjeros contrarios a la competencia.
Nuctech, con sede en China y presencia global, se dedica a la fabricación de sistemas de detección de amenazas, como los escáneres de seguridad e inspección para aeropuertos, puertos o aduanas en vías de ferrocarril o carreteras situados en fronteras, así como a proporcionar servicios relacionados.
Es parte del fondo Tsinghua Tongfang, controlado indirectamente por la República Popular de China, y a su vez controla indirectamente Nuctech Warsaw, en Polonia, e InsTech Netherlands, en Países Bajos, que se dedican al mismo negocio.
La Comisión Europea considera que Nuctech recibió apoyo estatal en forma de avales, trato fiscal preferencial o financiación preferencial en forma de préstamos y cree que estos subsidios extranjeros podrían haber mejorado su posición en el mercado interior afectando a la competencia, según informó en un comunicado.
En concreto, podrían haber permitido a Nuctech ofrecer en procedimientos de licitación precios y condiciones que no podían ser razonablemente igualados por otras empresas para el suministro de estos sistemas de seguridad o los servicios ligados a los mismos.
La investigación, que se basa en el nuevo reglamento que desde 2023 permite a la UE analizar los subsidios extranjeros que reciben las empresas e incluso vetar operaciones cuando estas puedan suponer una distorsión, deberá determinar si efectivamente estas preocupaciones se confirman.
Si se constata el problema, Bruselas podría aceptar compromisos por parte de la empresa para remedir la distorsión, imponer medidas correctoras o bloquear la operación. También puede autorizarla sin objeciones si no se confirman sus preocupaciones.
La Unión Europea quiere hacer un mayor uso de esta herramienta para garantizar que las inversiones extranjeras en el bloque, que proceden en buena medida de China, no suponen una competencia desleal para los europeos ni ponen en peligro la seguridad económica del bloque. EFE
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