
China amplía su ofensiva contra las mafias del norte de Birmania con nuevos procesamientos
Pekín, 15 oct (EFE).- China anunció este miércoles la apertura de procesos judiciales contra dos redes criminales asentadas en el norte de Birmania vinculadas a delitos de fraude, homicidio y trata de personas, informaron medios oficiales.
Se trata de una nueva fase de la operación lanzada por Pekín para desmantelar las llamadas “cuatro grandes familias” del crimen organizado en la región fronteriza, según la cadena estatal CCTV.
Los casos, dirigidos contra los clanes Wei y Liu, se suman al proceso contra el denominado grupo de la “familia Ming”, cuyos miembros fueron condenados a finales de septiembre a once penas de muerte y múltiples condenas a prisión.
Con estos nuevos procedimientos, las autoridades chinas dan por completada la acción judicial contra los principales grupos implicados en actividades delictivas transnacionales con base en el área de Kokang, una zona birmana de mayoría china.
Según el Ministerio de Seguridad Pública, la operación ha permitido arrestar a más de 57.000 sospechosos chinos y recuperar pruebas de delitos que incluyen fraude en línea, secuestro, homicidio, tráfico de drogas y organización de prostíbulos.
Los clanes Wei y Liu, según la investigación, establecieron en Birmania decenas de centros operativos de fraude y también casinos en los que obtuvieron beneficios ilícitos de miles de millones de yuanes.
Las autoridades chinas sostienen que los sospechosos empleaban la violencia para controlar a los trabajadores de las estafas y a las víctimas, algunas de las cuales murieron al intentar escapar.
Los centros de ciberestafas proliferaron en Birmania en zonas fronterizas con China a raíz del golpe de Estado de febrero de 2021, que creó una gran inestabilidad en el país y favoreció la actuación de todo tipo de bandas de crimen organizado.
Según un informe de Naciones Unidas, al menos 120.000 personas están retenidas en centros de Birmania donde se les obliga a realizar estafas en Internet, mientras que en Camboya, el otro epicentro de estos crímenes, se estima que rondan las 100.000 personas.
Se trata de complejos cerrados, similares a prisiones, donde estas personas, engañadas con falsas ofertas de trabajo, son obligadas a cometer estafas en línea desde un ordenador, sufriendo una «violencia extrema», han explicado autoridades internacionales.
En los últimos años, China ha presionado a la junta militar birmana y ha realizado con ella varias operaciones para desmontar algunas de estas redes de trata de personas, tras lo cual se han producido cientos de extradiciones de acusados hacia el gigante asiático. EFE
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