
Continúan las dudas con el ente electoral de Honduras a dos meses de los comicios
Tegucigalpa, 1 oct (EFE).- A dos meses de las elecciones generales en Honduras, previstas para el 30 de noviembre, siguen las dudas con el Consejo Nacional Electoral (CNE), pese a que en agosto fue superada una crisis surgida tras los comicios primarios e internos por las marcadas diferencias entre los consejeros del organismo.
La crisis derivó en otros problemas, como el retraso en el cronograma electoral, lo que al parecer ha sido resuelto, según la nueva consejera presidente del CNE, Ana Paola Hall, del Partido Liberal; Cossette López, del Partido Nacional; y Marlon Ochoa, del gobernante Partido Libertad y Refundación (Libre).:
También hay dudas con las Fuerzas Armadas, que son las encargadas de vigilar, custodiar y trasladar el material electoral a todo el país.
La institución castrense puso en duda su credibilidad durante las primarias e internas del 9 de marzo, cuando en Tegucigalpa y San Pedro Sula, las dos ciudades más importantes del país, hubo problemas con la distribución de algún material electoral.
En Tegucigalpa, microbuses que no estaban contratados para distribuir las cajas con el contenido electoral, aparecieron repletos y aparcados en la calle, lo que provocó que en algunas mesas las papeletas y otros materiales llegaran hasta en la noche y que muchos ciudadanos votaran hasta en la madrugada del 10 de marzo.
Para el analista Filadelfo Martínez, los tres consejeros del CNE han demostrado «la poca autoridad que tienen», luego de que la semana pasada se publicase de manera indebida en una papeleta preliminar de ese organismo la fotografía del actual diputado Jorge Cálix, quien después de que no ganó la candidatura presidencial por el Partido Liberal en marzo, ahora quiere que lo inscriban como candidato a diputado.
Por el incidente fueron despedidos dos empleados del CNE
«Eso es una afrenta terrible y evidencia el deterioro, la poca autoridad real que tiene el CNE y que estos conflictos irán creciendo. Ahora son las papeletas, pero eventualmente el punto de conflicto va a ser el funcionamiento del sistema de Transmisión de Resultados Electorales Preliminares (TREP) y la credibilidad en él», indicó Martínez a EFE en Tegucigalpa.
Añadió que el proceso electoral va «hacia un conflicto» porque «esencialmente Libre y el Partido Liberal se niegan a desaparecer».
«La trascendencia de las elecciones de noviembre es que uno de los dos partidos denominados grandes tiene altas probabilidades de desaparecer», subrayó.
Si por ejemplo el opositor Partido Liberal perdiera las elecciones, Martínez no cree que resista tanto tiempo.
La última vez que el Partido Liberal ganó las elecciones generales fue en 2005, con Manuel Zelaya, quien fue derrocado el 28 de junio de 2009.
El Partido Liberal enfrenta además «conflictos internos que están aflorando por todos lados», según Martínez.
El analista considera que el otro partido que «se las juega en condiciones más difíciles es Libre», porque «no están listos para perder, descubrieron las mieles del poder y están desesperados».
Además, según Martínez, hay una razón existencial en todos los partidos, aunque está «mucho más tranquilo el Partido Nacional, que se puede dar el lujo de perder, pero no desaparece porque es el más sólido desde el punto de vista organizativo, es el que cumple con arriba del 95 % todos los requisitos de ley y tiene sus planillas en orden».
Los candidatos presidenciales con mayores opciones de triunfo son Rixi Moncada, de Libre; Nasry Asfura, del Partido Nacional; y Salvador Nasralla, del Partido Liberal. Los dos restantes son Nelson Ávila, del Innovacióón y Unidad-Socialdemócrata, y Mario Rivera, del Demócrata Cristiano.
De los diez millones de habitantes que tiene Honduras, más de seis millones podrán votar para elegir a un presidente, tres vicepresidentes, 298 alcaldías, 128 diputados al Parlamento nacional y 20 al Centroamericano. EFE
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