Homenaje a Hermann Hesse

Región de Montagnola: paisajes que mitigaron sus angustias. www.tcp.ch

La localidad suiza de Montagnola festeja los 125 años del nacimiento del escritor alemán que recibió el Nobel de Literatura de 1946 como ciudadano suizo.

Reconocido como uno de los escritores de lengua alemana más leídos y más influyentes del siglo XX, Hermann Hesse nació el 2 de julio de 1877, en Calw, en la Selva Negra (Alemania). Sin embargo, el autor de obras tan célebres como ‘El Lobo Estepario’, ‘Siddarta’, ‘Demián’ y ‘El Juego de Abalorios’, entre otras, pasó en Suiza 60 de los 85 años de su vida.

Naturalizado suizo en 1923, Hesse fue galardonado con el Premio Nobel de Literatura de 1946 (el primero después del paréntesis de la Segunda Guerra Mundial) siendo ciudadano suizo.

Montagnola: refugio y patria

Montagnola, pequeña localidad del Tesino, cantón suizo de expresión italiana, cerca de Lugano, fue refugio y patria del escritor durante los últimos 43 años de su vida, hasta su muerte, el 9 de agosto de 1962.

La pintoresca comuna ha rendido homenaje al escritor con una lectura pública de textos en alemán e italiano, una fiesta, un encuentro con personas que lo conocieron en vida y una exposición en la antigua casa del autor, donde funcionan la Fundación y el Museo Hermann Hesse.

“Hesse no escribió mucho sobre el Tesino, pero dejó numerosos textos donde expresa su respeto y amor por esta región suiza”, recuerda a swissinfo Regina Bucher, directora de la Fundación y Museo Hesse. “Al final, el escritor escogió Montagnola como patria e incluso decidió permanecer allí después de su muerte. Había reservado una tumba en el cementerio de Gentilino, cerca de Montagnola”, añade.

Poeta, novelista, crítico, pintor y editor, Hermann Hesse tiene una presencia particular en el panorama de la cultura suiza de expresión alemana dispuesta siempre a marcar la diferencia con la cultura de la Alemania vecina, considerada como dominante. Hasta hace poco en Suiza se pensaba en Hesse como un escritor alemán que había escogido Suiza por azar.

Hoy Hesse vuelve a ser leído en el país alpino y se lo reconoce como un Premio Nobel suizo. “En Montagnola se siente que los habitantes están un poco orgullosos del personaje que decidió domiciliarse en su ciudad; hasta el punto de que los festejos de este 2 de julio han sido patrocinados por la comuna”, precisa Regina Bucher.

Gratitud

“He vivido en Montagnola innumerables momentos maravillosos y le debo mucha gratitud a ese pueblo y a sus alrededores. He cantado mi himno a esas montañas, a sus bosques y viñas. He utilizado cientos de cuadernos de dibujo y tubos de color para rendir homenaje en forma de acuarelas a las viejas casonas, bosques de castaños y montañas vecinas”, escribía Hesse en 1960, recordando 40 años pasados en aquel rincón de Suiza.

Verano de 1919

Cuando se instala en el Tesino, en 1919, Hesse ya era conocido por obras como ‘Peter Camenzind’, ‘Bajo la rueda’, ‘Gertrudis’ y Roshalde’. En Montagnola escribe ‘El último verano de Klingsor’, cuyo personaje central, Luis el Cruel, retrata al pintor suizo Louis Moilliet, amigo de Paul Klee y August Macke. Las obras que Hesse publica entre 1922 y 1946 multiplican su prestigio. El cosmopolitismo y el orientalismo dan un alcance universal a su trabajo.

Hasta septiembre próximo el Museo Hesse de Montagnola propone una exposición de acuarelas, fotos y documentos del escritor en torno al tema del verano de 1919. Se trataba del momento en que Hesse descubre la Suiza del sur de los Alpes y de grandes giros en su vida personal. El escritor encuentra allí a Moilliet que tendrá una gran influencia en su pintura.

Gurú critico

Escritor de una época de transición en la vieja Europa, Hesse contribuyó a revelar las causas profundas de la crisis que condujo a los dos conflictos mundiales. Inspirador de la ‘Beat generation’, gurú de las jóvenes generaciones que hoy buscan nuevas formas de espiritualidad, Hesse entusiasma por su crítica a la sociedad industrial de su tiempo y a sí mismo y por su invitación a que cada uno encuentre su propio camino y sus propios valores.

Las celebraciones del 125 aniversario de su nacimiento han descubierto también al Hesse político que escribió sobre la violencia, la guerra y el nacionalismo. Ya, entre marzo y el próximo 14 de julio, el Museo Nacional de Zúrich, en la mayor reseña consagrada hasta ahora a Hesse en Suiza, ha mostrado al escritor desgarrado, moderno y habitado por las contradicciones de su tiempo.

Lastimado por una permanente búsqueda del sentido de la vida que lo llevó de crisis en crisis, hasta el tratamiento psicoterapéutico, Hesse encontró en la Suiza italiana, la naturaleza espléndida que contribuyó a mitigar sus angustias.

Jaime Ortega