
Presencia de los Grisones en la Fiesta Nacional en Berlín

En el marco de las celebraciones este viernes del Día Nacional de Suiza en Berlín, el cantón de los Grisones cedió dos frescos románicos del Monasterio benedictino de Müstair a la exposición permanente del Museo Alemán de Historia de la capital germana.
Los frescos, que datan del 800 de nuestra era, pertenecen a la célebre serie de pinturas murales de ese monasterio, declarado Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en 1983, y representan a «Simón el Mago, discutiendo con San Pedro y San Pablo», así como a «San Pedro amansando a los perros con pan consagrado».
Lugar estratégico
El Monasterio de Müstair, fundado en el año 774 por el emperador Carlomagno, está situado en el extremo oriental de Suiza y formaba parte del Sacro Imperio Romano- Germánico. Localizado en un estrecho valle alpino, al pie del paso de Reschen, el convento constituía en aquel entonces un importante punto de control de las vías de tránsito y peregrinación entre Alemania e Italia.
Originalmente creado por monjes benedictinos, el recinto es hoy ocupado y administrado por las monjas de la misma orden religiosa (fundada por San Benito de Nursia en el monasterio de Montecassino, Italia, hacia el año 529).
Los frescos fueron cedidos en préstamo a la exposición permanente del Museo Alemán de Historia y el acto solemne fue presidido por la Consejera Federal de la Confederación Helvética Eveline Widmer-Schlumpf, ministra federal de Justicia y oriunda del cantón de los Grisones, así como el director de la institución alemana, Prof. Dr. Hans Ottomeyer.
Los frescos
El arqueólogo suizo Jürg Goll, encargado de los trabajos de restauración y de investigación en el Monasterio de San Juan de Müstair, explicó el significado de estos dos murales.
Los dos frescos muestran escenas de la vida de San Pedro y San Pablo y formulan una advertencia contra la venta de asuntos u objetos sagrados. Del caldeo converso Simón el Mago, considerado el primer hereje en la historia de la
cristiandad, se da cuenta en los Hechos de los Apóstoles.
Según San Lucas, uno de los cuatro evangelistas y autor de los Hechos de los Apóstoles, Simón el Mago ofreció dinero a los apóstoles Pedro y Pablo para que le vendieran la facultad de transmitir los poderes del Espíritu Santo a las personas a través de la imposición de manos.
San Pedro condenó por execrable la pretensión de Simón el Mago de comprar un don divino, de ahí que el tráfico de objetos sagrados reciba desde entonces el nombre de simonía.
Simón el Mago azuzó después a sus perros contra los dos apóstoles, pero San Pedro pudo amansarlos con pan consagrado. El tema era una advertencia ante la venta de cargos por parte de la Iglesia, así como una declaración política y religiosa fundamental para la época.
Heidi en Berlín
Desde los Grisones, el mayor de los cantones helvéticos, con 7.100 kilómetros cuadrados (la sexta parte del territoriode Suiza), y 188.000 habitantes, llegó este viernes a Berlín la legendaria Heidi, quien acompañada por su inseparable amigo Peter, guió por el centro de la ciudad un rebaño de 300 cabras alpinas que atravesó la histórica Puerta de Brandemburgo y se paseó por el elegante bulevar Unter den Linden hasta llegar al lugar junto a la estación ferroviaria de la Friedrichstrasse, donde se celebra la gigantesca fiesta popular con
motivo del Día Nacional de Suiza. El luminoso día de Berlín apenas se vió ensombrecido por un eclipse solar parcial que se registró aproximadamente a la misma hora del paseo de Heidi por la capital.
«Me ha gustado mucho el Zoológico de Berlín, porque las cabras que he visto allí me recuerdan mucho a las de mi tierra natal», comentaba Heidi en una carta abierta dirigida a los habitantes de Berlín y en la que relata sus correrías por las regiones de los 150 valles, 615 lagos de un azul profundísimo y 937 cumbres montañosas del turístico cantón de los Grisones.
Este viernes 1 de agosto se conmemora el 717º aniversario de aquella alianza perpetua que pactaron en 1291 los tres cantones fundadores de la Confederación Helvética (Ury, Schwyz y Unterwalden), defendiendo sus libertades frente al dominio de los Habsburgo (casa de Austria), y que constituyó el acta de nacimiento de la Suiza actual.
Recepción oficial
«Capuns tatta Albin», un arrollado de acelga típico del cantón de los Grisones, relleno con una mezcla de jamón curado, Landjäger (una variedad de longaniza), salchicha y queso alpino, aderezado con menta rizada, perejil y cebollino picado, es el apetitoso plato principal ofrecido a las decenas de miles de berlineses que acuden a la fiesta.
La recepción tendrá lugar esta noche. El embajador suizo en Berlín, Christian Blickenstorfer, acompañado por autoridades federales y cantonales helvéticas que han venido expresamente a la capital alemana, ofrecen en la sede de la Embajada de Suiza a varios centenares de invitados especiales, entre ellos miembros del gobierno y el parlamento, así como personalidades de la vida económica, científica y cultural de Alemania, una recepción oficial que se ha convertido en uno de los mayores y apetecidos acontecimientos sociales de esta ciudad.
Al igual que en Suiza, donde es habitual encender fogatas y fuegos artificiales en este día, la fiesta es clausurada con un gigantesco espectáculo pirotécnico frente al río Spree, que discurre por detrás del edificio de la sede diplomática helvética.
Juan Carlos Tellechea, Berlín, swissinfo
La capital del cantón de los Grisones es Chur, uno de los más antiguos asentamientos humanos de Suiza, con 32.400 habitantes. El cantón de los Grisones, la antigua Retia de la época romana, único en el que se hablan tres lenguas, alemán (68% de la población),retorromano (15%) e italiano (10%), al tiempo que otro 7% habla otros idiomas, se unió a la Confederacón Helvética en 1803. El 43% de los 188.000 habitantes de los Grisones vive en zonas alpinas situadas a una altitud superior a los 1.000 metros sobre el nivel del mar.
La cumbre más elevada del cantón es el Piz Bernina, a 4.049 metros de altitud y el punto más bajo es el de la frontera cantonal con Tesino a 260 metros. Los 150 valles y los lugares más impresionantes y bucólicos de los Grisones pueden ser visitados utilizando el histórico Ferrocarril Rético (Rhätische Bahn), maravilla de la ingeniería civil suiza, declarado este año Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO) y los pintorescos autobuses amarillos del correo helvético.

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