
Rousseau, Silvestre y las hadas verdes

La historia y la magia de los alrededores de Môtiers a través obras expuestas al aire libre. Las esculturas predominan este año.
Al borde de un sendero, debajo de una cascada de agua o en el fondo de una caverna, el público descubre un mundo mágico.
Môtiers, la encantadora aldea ubicada en las montãnas de Neuchâtel, organiza desde 1985 exposiciones de arte al aire libre, con obras que cada año florecen por todas partes en los bosques aledaños.
La edición del 2003 se caracteriza por nuevas propuestas mediáticas, que van desde efectos sonoros y el video. Esculturas, pinturas, obras en bronce, y hasta un aeropuerto móvil: el ‘Môtiers Green Fairy’ que destaca en medio de la aldea.
Precisamente es torno a este aeropuerto de malezas y matorrales que comienza un paseo de 3 horas en plena naturaleza. La entrada a la exposición se encuentra ubicada justo delante de una antigua mansión del siglo XVIII que se conserva intacta después de que por ahí residiera Jean-Jacques Rousseau, entre 1762 y 1765.
Rousseau, al igual que otras referencias históricas o míticas, como la famosa hada verde, el ‘absinthe'(licor de aguardiente prohibido, pero muy apreciado por los habitantes de Val-de-Travers), inspiran a los artistas que exponen sus obras en esta exposición al aire libre.
El autor de «Ensueños de un caminante solitario», contemplativo y gran amante de los paseos, ha dejado también su impronta, con frases elípticas grabadas en piedras o impresas en el afiche realizado por Olivier Mosset y John Armleder.
Naturaleza y magia
«Los lazos entre los artistas y Môtiers se crean naturalmente», señala Christian Mermet, miembro del comité organizador del evento.
Más allá de las referencias históricas, la magia del pueblo y sobre todo del bosque misterioso, de las quebradas y manantiales de agua, las obras destacan por sus formas oníricas y fantásticas.
Entre los los tintineos de las campanas de las vacas o los zumbidos de grandes moscas, es algo natural escuchar hablar los árboles, con obras de Geneviève Favre, o ver a los pájaros carpinteros martillar los troncos, con trabajos de Guillaume Arlaud.
De regreso de un escarpado desfiladero el visitante se encuentra con una gota de agua gigante color escarlata de Cyril Verrier, y luego atraviesa por una gran caverna iluminada por los globos verdaceos de Vincent Kholer. Es como si el bosque se hubiera vuelto a llenar de hadas.
Siempre, en ese mundo sobrenatural, se observan los enormes signos depositados en los prados de la campiña por Sylvie Fleury, que evocan el aterrizaje de naves extraterrestres.
Más allá en un claro del bosque, Emmanuelle Antille, nos invita a penetrar en su «Angel Camp», una instalación con efectos cinematográficos, parte de la obra que exhibe en la Bienal de Venecia.
Zoé Cappon y Jonathan Delachaux nos presentan el mito del hombre del bosque, Sylvestre, desalojado de su cabaña. En el entorno, cubos suspendidos en los árboles con ‘fotos robadas’, nos cuentan algo de su vida de salvaje.
Confrontación con la naturaleza
Las sorpresas esperan a los visitantes a lo largo de todo el recorrido de la exposición. Obras de 70 artistas connotados, comparten con jóvenes talentos emergentes, con una calidad creativa excepcional.
«Esta concepción de la creación de obras sin ningún tipo de censura, constituye la riqueza de la exposición», señala Christian Mermet.
«La confrontación entre jóvenes y artistas consagrados es estimulante. Como lo es también la confrontación de todos ellos con la naturaleza», agrega.
El renombre de la exposición al aire libre de Môtiers va más allá que las fronteras regionales. Amantes del arte de Alemania y Francia acuden con frecuencia, no sea que una vez al año, para escapar de los museos y las galerias y sumergirse en la naturaleza.
swissinfo, Anne Rubin
(Traducción y adaptación: Alberto Dufey)
– Môtiers 2003 es la cuarta exposición de arte al aire libre. Este año predominan las esculturas.
– Los afiches de la exposición son siempre realizados por artistas conocidos: Tinguely, Ben, Olivier Mosset y John Armleder.
– El recorrido a través deé bosque dura tres horas.
– Môtiers 2003 está abierta hasta el 21 septiembre.

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