
De símbolo de paz a líder cuestionado: Yunus cumple 85 años en una Bangladés en crisis
Nueva Delhi, 28 jun (EFE).- El premio Nobel de la Paz Muhammad Yunus cumple este sábado 85 años mientras continúa al frente del Gobierno interino de Bangladés, en medio de una situación marcada por la presión política, la fragilidad institucional y las tensiones internas a menos de un año de su llegada al poder.
El Ejecutivo provisional, liderado por Yunus desde agosto de 2024, anunció a principios de este mes que las elecciones generales se celebrarán en abril de 2026, tras semanas de incertidumbre.
Sin embargo, el anuncio no logró calmar las tensiones políticas ni detener las movilizaciones convocadas en varias ciudades por partidos y organizaciones sociales, que se han ido presenciando en la capital durante las últimas semanas.
El opositor Partido Nacionalista de Bangladés (BNP) y líderes del movimiento estudiantil han exigido comicios más inmediatos y cuestionan la falta de avances en la reforma electoral. Uno de ellos afirmó que Yunus llegó a plantear su renuncia, algo desmentido por el Gobierno.
Las tensiones también alcanzan al ámbito militar.
En mayo, el jefe del Ejército criticó decisiones unilaterales del Ejecutivo, como el corredor humanitario hacia Birmania y la aprobación del servicio satelital Starlink, y expresó su preocupación por los recortes presupuestarios en defensa, además de insistir en la necesidad de unas elecciones.
En lo económico, Bangladés enfrenta una desaceleración del crecimiento, alta inflación y un desempleo juvenil elevado.
El presupuesto presentado para el año fiscal 2025-26 fue inferior al del periodo anterior, en lo que supone un ajuste inédito desde la independencia.
Yunus, conocido por haber fundado el Grameen Bank y por su labor contra la pobreza que le valió el Nobel de la Paz en 2006, asumió el liderazgo interino tras la renuncia de la primera ministra Sheikh Hasina, forzada a dimitir por una ola de protestas entre julio y agosto del año pasado.
Hasina, que gobernó de forma casi ininterrumpida entre 2009 y 2024 al frente de la Liga Awami, dejó el cargo tras manifestaciones lideradas por estudiantes y sectores opositores que cuestionaban su reelección.
Las protestas, inicialmente pacíficas, fueron duramente reprimidas y, según la ONU, dejaron más de 1.400 muertos en dos meses.
Hasina, exiliada en Nueva Delhi desde su dimisión, conserva apoyos en el aparato estatal y en sectores de la Liga Awami, lo que añade presión sobre un Gobierno interino ya paralizado.
El nombramiento del conocido como ‘banquero de los pobres’ fue respaldado por sectores civiles y avalado por el Tribunal Supremo bajo la llamada “doctrina de la necesidad”.
Concebido como una solución transitoria, ahora Yunus se ha visto atrapado en un bloqueo político, quedando al mando de un Gobierno interino paralizado que no logra consolidar apoyos, lo que ha alimentado la incertidumbre.
Su figura sigue siendo valorada internacionalmente, pero afronta crecientes presiones internas en un momento clave para el futuro político del país. EFE
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