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Crecen las remesas de Suiza hacia el extranjero

Los trabajadores extranjeros no dejan de ayudar a quienes quedaron en sus países. Ex-press

Actualmente es el cuarto país que más fondos envía a otras naciones, producto de los ahorros que realizan los trabajadores inmigrantes. No es nuevo que ellos giren dinero a sus familiares.

Los Balcanes son el principal destino de los recursos salidos de Suiza. El tema, atrae ya el interés de la Seco y algunos parlamentarios.

Hoy en día, un total de 200 millones de personas han decidido dejar su país para mudarse a otra nación.

Y seis de cada 10 de ellos son trabajadores inmigrantes que acostumbran transferir fondos de forma periódica a sus familias en su país de origen.

En 2007, por ejemplo, los trabajadores inmigrantes de todo el mundo enviarán a sus naciones el equivalente a 280.000 millones de dólares –337.000 millones de francos suizos-, según previsiones del Banco Mundial.

Un fenómeno que, por su magnitud, concentra ya el interés de bancos centrales, economistas y sociólogos porque el mundo se duplicó en sólo siete años.

Suiza se inscribe como uno de los protagonistas principales de esta tendencia, al ubicarse como el cuarto país que más remesas envía al extranjero.

Inmigración creciente

En Suiza existen más de 1,5 millones de extranjeros de los cuales poco más de 1 millón laboran activamente y presentan 24% de la fuerza productiva helvética.

A juicio del Banco Mundial, “los inmigrantes son factor de crecimiento económico y desarrollo, ya que su trabajo genera riqueza a las naciones que los reciben, y también a aquellas que los vieron partir”.

Adicionalmente, se han convertido en una nueva y eficaz fuente para contrarrestar la pobreza en los países emergentes. Sin embargo, no todo son ventajas.

La inmigración en Suiza ha implicado también la agudización del desempleo nacional en sectores en los que la mano de obra extranjera abunda y se ofrece por salarios “castigados” con respecto a los promedios habituales suizos.

Otro punto en contra es el debilitamiento del poder de negociación de los sindicatos, lo que también genera un impacto negativo sobre la evolución de los salarios suizos, refiere el Credit Suisse.

El banco helvético detalla que la proporción de trabajadores sindicados con respecto al total disminuye paulatinamente y la competencia por los empleos aumenta, lo que provoca distorsiones laborales.

Remesas helvéticas

Sin embargo, más allá de las ventajas y desventajas intrínsecas a los flujos laborales, lo cierto es que los trabajadores extranjeros en Suiza se encuentran entre los mejores pagados del mundo con un ingreso mensual de 4.500 francos suizos, según datos de la Oficina Federal de Estadística (OFS).

Y esto explica que Suiza sea hoy el punto de partida de 5% de las remesas que se movilizan en el mundo.

Se trata de 16.100 millones de francos suizos que son desplazados a otras naciones y que convierten a la Confederación Helvética en el cuarto exportador de fondos financieros “hormiga” del mundo, después de Estados Unidos, Arabia Saudita y Alemania.

Un fenómeno que crecerá a una tasa de entre 5 y 10% anual durante la próxima década, según el Banco Mundial, y que difícilmente podrá revertirse porque cada trabajador cuenta con absoluta libertad para decidir cómo administra, gasta o invierte sus ingresos, sin estar en absoluto obligado a mantenerlos en territorio helvético.

¿A dónde van las remesas?

Cinco son los principales países a los que Suiza envía remesas: Serbia, Turquía, Macedonia, Bosnia y la República Dominicana, en ese orden.

Y dada la magnitud de los recursos movilizados, el asunto ha despertado ya el interés del gobierno suizo y de los vecinos.

Hace dos meses (05.06), concretamente, Suiza fue la organizadora de una conferencia internacional –celebrada en Belgrado- en la que se reunieron 100 expertos gubernamentales y financieros para hablar sobre el impacto de las remesas enviadas desde Suiza a los Balcanes.

Por su parte, el Foro Suiza para el Estudio de las Migraciones ha dedicado la mayor parte de 2007 a analizar el comportamiento de las remesas de la colonia albanesa en Suiza.

De acuerdo con datos del Foro proporcionados a swissinfo, los albaneses en el extranjero aportan cada año a su país el equivalente a 20% del PIB. Y aquellos que habitan en Suiza poseen un mayor poder adquisitivo lo que les permite transferir a sus familias entre 1.200 y 1.500 francos suizos anuales.

Recursos que en 75% de los casos se dirigen a hogares de bajos ingresos, familias monoparentales encabezadas por mujeres y a ancianos (frecuentemente padres o abuelos de los albaneses que radican en el extranjero).

Onerosas transferencias

Suiza es, como destino laboral, uno de los países que ofrece mejores oportunidades dado el nivel de sueldos que paga a sus empleados.

No obstante, en materia de remesas, es también uno de los más costosos. Es decir, las comisiones que se pagan por las transferencias financieras a otros países se cuentan también entre las más elevadas a nivel internacional.

Este tema despertó el interés de Carlo Sommaruga, parlamentario suizo, miembro del Partido Socialista (PS), quien asegura a swissinfo que “las remesas enviadas por trabajadores extranjeros, con o sin papeles, representan siempre una fuente de desarrollo para sus países de origen que no decae incluso en periodos de crisis”.

Sin embargo, agrega Sommaruga, las comisiones que se cobran en Suiza por dichas transferencias son exorbitantes y merman considerablemente el ingreso de los inmigrantes y de sus familias en el país destinatario.

De hecho, suelen representar entre 10 y 20% del valor de la transferencia misma, lo que las ubica 50% por encima del costo que se maneja en países europeos vecinos como España o Portugal y 60% arriba de las comisiones que se cobran en Estados Unidos por el mismo servicio.

A su juicio, el Parlamento tendría que hacer algo para obligar la competencia entre empresas especializadas en el envío de remesas de modo que reduzcan comisiones y los recursos sean menos castigados antes de llegar a su destino final.

“Un objetivo que se lograría con una nueva regulación que elimine distorsiones y promueva la competencia en un mercado que ayudará a reequilibrar las fuerzas económicas en el mundo”, puntualizó.

swissinfo/Andrea Ornelas

Las remesas son recursos enviados por emigrantes –casi siempre de forma periódica- a sus países de origen. Casi siempre los receptores son familiares de los emisores.

El volumen de recursos que mueven cada año las remesas (337.000 millones de francos suizos este año), duplica el monto de ayuda que canalizan los países industrializados a las economías en desarrollo.

Los cinco países que más remesas transfieren al mundo son Estados Unidos, Arabia Saudita, Alemania, Suiza y España.

Las remesas enviadas a sus familias por los inmigrantes que trabajan en Suiza son suficientes para pagar el sueldo de 200.000 empleados helvéticos durante un año.

Cada inmigrante que trabaja en Suiza envía en promedio 1.000 francos suizos anuales a su país de origen.

Luxemburgo y Suiza son los dos países europeos con mayor población extranjera.

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