¿Son realmente unos aprovechados los pensionistas en el extranjero?
El debate sobre las pensiones en el extranjero muestra de manera clara que la buena disposición de los suizos hacia sus conciudadanos en el extranjero es cada vez menor. Pero, ¿son ciertas esas afirmaciones? Argumentos y cifras sobre el debate en curso.
Ya en enero soplaban vientos en contra de los pensionistas suizos residentes en el extranjero. En el debate sobre la decimotercera mensualidad de la pensión del AVS iba ganando terreno un argumento: se decía que las pensiones de los suizos residentes en el extranjero tenían más poder adquisitivo que las del país de origen y que, por tanto, el Estado no debía pagar una pensión adicional.
Posteriormente, se desencadenó una verdadera tormenta. La causa fue un simple gráfico publicado a finales de la semana pasada. En él se muestra que los suizos residentes en el extranjero son mucho más favorables a una 13ª paga de la pensión del AVS que los suizos residentes en el país: el 80% de los suizos residentes en el extranjero está a favor de esa renta adicional.
El gráfico refleja el resultado de una encuesta de la SRG sobre la próxima votación del AVS prevista para el 3 de marzo. Se publicó la semana pasada, justo un día antes de que la UDC (derecha conservadora) se reuniera el sábado para establecer, entre otras cosas, las recomendaciones de voto cara al próximo plebiscito.
Ataques a la Quinta Suiza
El mismo día en que se publicó la encuesta de la SRG, el periodista de derechas Markus Somm descargó su ira en un podcast. Abrió el tema con la frase: “Los suizos residentes en el extranjero son los mayores egoístas que existen”.
El podcast de Somm “Bern einfach” es seguido por varios miles de oyentes, entre ellos muchos políticos influyentes de la derecha. La dirección de la UDC reconoce a Somm – en realidad miembro del Partido Radical Liberal – una influencia social importante.
El 26 de enero, Somm lanzó una serie de acusaciones contra la Quinta Suiza que no se habían oído antes en la esfera pública suiza.
“Ya es asombroso que se les permita conservar su ciudadanía. Puede que lleven 40 años viviendo en Alemania y que ya no tengan nada que ver con Suiza. No pagan impuestos, pero se alegran de que se les pague la pensión del AVS. Los suizos residentes en el extranjero pueden pagar sus cotizaciones con poco dinero…”
(Por cierto, esta afirmación de Markus Somm no es cierta: desde 2001, quien vive en un país de la UE ya no puede cotizar voluntariamente al AVS).
…y reciben la pensión AVS, además del seguro de pensiones alemán. Es una reclamación de la que deberían avergonzarse. Hasta ahora pensaba que seguían siendo buenos patriotas. Pero la forma en que ahora quieren aprovecharse del Estado suizo, de los asalariados suizos y de los contribuyentes suizos, no está bien en absoluto”.
El efecto fue inmediato. Al día siguiente, la portavoz de la UDC Diana Gutjahr volvió a plantear ante los delegados del partido el argumento de las “pensiones de lujo en el extranjero”. Afirmó que los pensionistas en el extranjero serían los principales beneficiarios de una 13ª mensualidad de la pensión del AVS.
Rápidamente se cerraron filas dentro del partido. Al final, los diputados de la UDC decidieron claramente votar en contra, a pesar de que la 13ª mensualidad del AVS había contado con un gran apoyo de las bases del partido en las semanas previas.
¿Un efecto colateral?
Pero, ¿por qué este repentino encarnizamiento contra sus propios conciudadanos? El hecho de que la campaña contra la propuesta de la 13ª renta del AVS se dirija contra la Quinta Suiza parece ser más bien una consecuencia colateral.
En su movilización, la UDC apunta sobre todo al elemento extranjero. Su principal argumento es el mayor poder adquisitivo de las pensiones en el extranjero. “Los pensionistas en el extranjero se benefician de la fortaleza del franco y del menor coste de la vida”, señaló la portavoz Diana Gutjahr ante los delegados de la UDC.
Desde la dirección del partido se aseguraba que en países como Turquía o Macedonia, por ejemplo, un pensionista podría permitirse muchas más cosas. Sin embargo, no son estos los típicos países de emigración para los suizos.
“La UDC arremete contra los extranjeros”
En un principio, la campaña iba dirigida contra las pensiones en el extranjero y, en particular, contra las rentas pagadas a los trabajadores extranjeros retornados. “La UDC arremete contra los extranjeros”, escribía CH Media la semana pasada.
Sin embargo, no hay diferencias de nacionalidad cuando se trata de pensiones pagadas en el extranjero. Por eso, los suizos residentes en el extranjero siempre han estado en la línea de fuego, si bien fue Markus Somm quien atacaba específicamente a los suizos residentes en el extranjero en su podcast.
Sin embargo, en realidad, las pensiones extranjeras van a parar sobre todo a los trabajadores extranjeros que regresan a su país, como muestra este gráfico.
A los suizos residentes en el extranjero se les pagó unos 152 millones CHF.
Ambos grupos han aumentado en los últimos años, pero no de forma desproporcionada con respecto a las jubilaciones pagadas en Suiza. El presupuesto relativo del AVS ha crecido de forma similar. Por tanto, el argumento de la UDC de que “cada vez acaban en el extranjero más pensiones” es tan cierto como la afirmación de que “cada vez se pagan en Suiza más pensiones”.
En cualquier caso, la Quinta Suiza tiene que defenderse ahora del ataque de la UDC, del “UDC bashing”, como lo llama el SonntagsZeitung.
Presión del grupo parlamentario
La situación tiene además un elemento irónico. La impulsora de la campaña de la UDC es, precisamente, la consejera nacional Martina Bircher, copresidenta del Grupo Parlamentario de Suizos Residentes en el Extranjero.
Bircher ha sido hasta ahora alguien que solía comprometerse con la comunidad suiza en el extranjero, por ejemplo, apoyando la propuesta que pretende ofrecer a la diáspora un mejor seguro médico.
Sin embargo, en la campaña contra la 13ª paga del AVS, no queda ni rastro del compromiso de Bircher con la Quinta Suiza. Ahora habla de “pensionistas en el extranjero” que se verían “enormemente favorecidos”.
La diputada del cantón de Argovia reconoció a SWI swissnfo.ch que esta ventaja corresponde tanto a las personas con nacionalidad suiza en el extranjero como a las que tienen nacionalidad extranjera.
La semana pasada, el periódico 20minuten informaba de la lucha de Bircher contra las pensiones en el extranjero. El portal de noticias planteaba a sus lectores la siguiente pregunta: ¿Deberían ajustarse las pensiones de jubilación de los suizos y suizas en el extranjero al poder adquisitivo de su país de residencia? He aquí los resultados:
Los resultados de la encuesta, a la que respondieron 11.000 personas de la Suiza alemana, muestran que algo más de la mitad desearía que la Quinta Suiza mantuviera el nivel de vida actual al otro lado de la frontera. Sin embargo, un considerable 40% desearía, en cambio, que se redujeran las pensiones de los que abandonan la Confederación.
Sólo 1 de cada 7 francos
El hecho de que el periódico suizo con mayor número de lectores haya formulado claramente esta pregunta demuestra que la buena disposición de la población suiza hacia la diáspora ya no se da por sentada.
¿Pero está justificada esta crítica? SWI swissinfo.ch señaló al principio de la campaña previa a la votación del 3 de marzo que la UDC no tenía en cuenta el importe de las pensiones en sus argumentos. El partido señala que casi uno de cada tres beneficiarios del AVS vive en el extranjero, lo cual es correcto, como muestra este gráfico:
Sin embargo, es importante señalar que no es 1 de cada 3 francos lo que acaba en el extranjero. Es el 13,5% del valor total de las rentas pagadas. En otras palabras: 1 de cada 7 francos.
Esto se debe a que las pensiones pagadas en el extranjero son, por término medio, mucho más bajas. Una pensión pagada en el extranjero le cuesta al AVS aproximadamente la mitad que una pensión pagada en la Confederación. En resumen, son las pensiones más pequeñas las que se van al extranjero.
Mucha gente sólo emigra después de jubilarse
“Muchos suizos residentes en el extranjero no reciben pensiones de lujo”, afirma Ariane Rustichelli, directora de la Organización de Suizos en el Extranjero (OSE).
Muchos emigran porque tienen dificultades para llegar a fin de mes con sus pensiones en Suiza. “Cada vez son más los suizos que abandonan el país al llegar a la edad de jubilación. Esta es la tendencia que observamos”, señala.
Se trata de personas que han cotizado toda su vida y, por tanto, tienen pleno derecho a percibir las prestaciones del AVS. “Reciben una pensión proporcional a lo que han cotizado, como cualquier otra persona”, afirma Rustichelli. Además, según el director de la OSE, no causan gastos de seguro médico ni prestaciones complementarias. Así que no veo qué tiene de egoísta”, declara.
Sea cual sea la decisión del pueblo suizo el 3 de marzo, es probable que este debate no haya hecho más que empezar. El porcentaje de votos procedentes del extranjero sobre la 13ª mensualidad del AVS será seguido de cerca.
Además, si ya hoy un influyente publicista de derechas critica tan abiertamente que se pueda conservar la nacionalidad y el derecho de voto es poco probable que el debate cese a corto plazo.
Siguiente punto de la lista: prestaciones por hijos a cargo
El siguiente punto de la lista son las prestaciones por hijos, que también cuestan al Estado una cantidad considerable de dinero. Las reclaman sobre todo los padres que tienen hijos cuando se jubilan o tienen que pagar una pensión alimenticia por un hijo.
Los pagos totales ascienden a 230 millones de francos, un tercio de los cuales se abona en el extranjero. La comisión parlamentaria que sigue este asunto acaba de decidir poner fin a estos pagos.
Rustichelli se muestra preocupada por los 800.000 suizos residentes en el extranjero y se pregunta si esto podría marcar el inicio de una campaña contra ellos.
Texto adaptado del alemán por José M. Wolff/Carla Wolff
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