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Suiza debatió sobre pobreza en Washington

Doris Leuthard y Rudolph Merz ante la prensa en Washington. Keystone

En la reciente asamblea del FMI y el Banco Mundial, la delegación helvética exhortó a las potencias económicas a redoblar esfuerzos si se quiere cumplir los Objetivos de Desarrollo del Milenio.

Aunque los trabajos se vieron inevitablemente empañados por el escándalo que envuelve a Paul Wolfowitz, abordó su agenda el encuentro de primavera en Breton Woods.

La delegación suiza representada por el ministro de finanzas, Hans-Rudolf Merz; la ministra de economía, Doris Leuthard; y el banquero central suizo, Jean-Pierre Roth regresó a Berna este lunes (16.04) tras participar en la edición más controvertida en la historia de la Asamblea de Primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.

Periodos difíciles han visto muchos los llamados gemelos de Bretton Woods. Uno de los más recientes, la crisis asiática que puso en vilo a la economía mundial hace una década.

Sin embargo, un escándalo de nepotismo como el que envuelve hoy al presidente del Banco Mundial, Paul Wolfowitz -quien favoreció económicamente a su pareja sentimental- no se había observado jamás.

Y aunque el asunto empañó obligadamente el encuentro semestral de los 185 países miembros del Banco Mundial, detrás del “ruido mediático” siguió su curso la agenda de trabajos técnicos habitual. Y Suiza tomó parte activa de ella.

Optimismo monetario

Suiza interviene en la mayor parte de los comités y grupos de trabajo del FMI y el BM, pero hay dos en los que centra sus prioridades: el Comité Monetario y Financiero Internacional (CMFI) y el Comité de Desarrollo (CM).

El primero tiene como responsabilidad garantizar la estabilidad monetaria y financiera a nivel internacional. El segundo, promueve el desarrollo de los países más pobres.

Este año, en el CMFI se dieron buenas nuevas.

“El FMI confía en el futuro; anticipó que la economía mundial crecerá este año 5% y mantendrá un ritmo semejante en 2008, lo que es una buena señal para todos”, coincidieron Hans-Rudolf Merz y Jean-Pierre Roth tras salir del citado comité.

Roth agregó que este año, la mayor parte de los intermediarios de los mercados financieros están listos para tomar riesgos tras un quinquenio de bonanza, lo que beneficiará a Suiza, cuyo sector financiero explica 15% de su riqueza anual.

Durante el CMFI se advirtió, sin embargo, que las economías desarrolladas tendrán que observar la evolución de los mercados inmobiliarios (sobrevaluados en muchos países) y del petróleo, cuyos precios han sido históricamente altos en los últimos tres años.

Suiza promueve el cambio

Al interior del FMI, los 185 países que lo integran están organizados por grupos de trabajo, de modo que la labor operativa sea posible.

Suiza, en particular, representa a un grupo de ocho economías –la propia, Azerbaiyán, la República de Kirguiz, Polonia, Serbia, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán.

Este domingo (15.04), Hans-Rudolf Merz defendió frente al resto de las economías desarrolladas y emergentes la necesidad de fortalecer la productividad en Europa para que el Viejo Continente soga siendo competitivo frente a gigantes en desarrollo como India o China.

“El reto de las potencias económicas europeas está en nuestras poblaciones añosas que requieren que tomemos medidas e instrumentemos reformas; el caso helvético es un ejemplo perfecto de ello, pronto ya no serán sostenibles los sistemas de pensiones actuales, y aún es tiempo de actuar”, agregó.

Merz dijo también que es responsabilidad de los países desarrollados que la economía internacional crezca en un clima de estabilidad y baja inflación.

Balance de Objetivos del Milenio

Los Objetivos de Desarrollo del Milenio, respaldados por las potencias económicas, se fijaron metas ambiciosas como reducir la pobreza extrema a la mitad para el año 2015.

Este fue uno de los asuntos que más tiempo ocupó en la agenda helvética en Washington.

Al participar el sábado (14.04) en el Comité de Desarrollo (CD), Suiza expresó su interés por afinar los mecanismos que permitirán evaluar los logros preliminares en materia de reducción de la pobreza.

Los representantes helvéticos solicitaron también aplicar medidas para reducir las inequidades entre hombres y mujeres en los países que son parte del FMI (a través de la educación y las oportunidades laborales).

E insistieron sobre todo en un asunto: revisar el plan de acción 2006 que se fijó para el desarrollo en África, uno de los continentes con más rezagos.

Desde la perspectiva de Suiza, si se quiere reducir de verdad la pobreza en el mundo se requiere otorgar más apoyo financiero y técnico a la actividad agrícola en países africanos, y cofinanciar con sus gobiernos proyectos educativos más ambiciosos.

El escándalo Wolfowitz

Imposible pasar de largo frente al asunto.

El jueves pasado (12.04), Paul Wolfowitz, presidente del Banco Mundial aceptó que había fijado condiciones de privilegio para el traslado de su pareja, Shaha Riza, al Departamento de Estado de EEUU.

Riza dejó el Banco Mundial en septiembre de 2005 para evitar conflictos de interés, pero su pareja le negoció un salario de más de más de 160.000 dólares anuales en su nuevo empleo, un ingreso fuera de toda proporción.

Consultados al respecto en Washington, Doris Leuthard y Hans-Rudolf Merz fueron cautos, pero coincidieron en que se requiere una “solución rápida” al asunto.

A juicio de Doris Leuthard, el tema le merece el adjetivo de “inquietante”. Y aunque nunca es sano reaccionar de forma precipitada, dijo, el Banco Mundial pierde credibilidad si no lo resuelve.

Como el reglamento interno del Banco Mundial no prevé ningún procedimiento a seguir en un caso de esta naturaleza, lo primero será modificar las reglas internas. Y para ello, el consejo del BM –integrado por todos los países miembros- habrá de pronunciarse.

Y aun cuando el ejercicio de la Presidencia del Banco Mundial por parte de Wolfowitz está previsto legalmente hasta el 2010, Leuthard estima que en menos de 12 meses se habrán tomado decisiones definitivas.

swissinfo/Andrea Ornelas

El FMI y el Banco Mundial se fundaron en 1944, en el marco de un debate de la ONU que tenía por objeto buscar mecanismos para garantizar la estabilidad monetaria internacional, tras la depresión de los años 30.

El FMI visitó Suiza en marzo pasado y concluyó que crece con solidez, empleo creciente y baja inflación; pero advirtió que perderá competitividad si no reforma pronto sus sistemas de pensiones y de impuestos.

Suiza está a favor de una reforma que ampliará la voz y el voto que tienen en las decisiones estratégicas del FMI potencias emergentes como China o México.

Suiza ingresó al FMI en 1992, y forma parte del Comité de Desarrolló, el G-10 y el Comité Monetario Financiero Internacional.

En su Perspectiva Económica Mundial (PEA), correspondiente a abril del 2007. el FMI estimó que el PIB helvético crecerá 2% este año y 1,8% el próximo.

Suiza ha aportado 1,7% de las cuotas totales del FMI, equivalente a unos 7.000 millones de francos suizos.

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