
Ecuador votará si quiere mantener o dejar atrás la Constitución de expresidente Correa
Quito, 25 sep (EFE).- Ecuador votará en el referéndum convocado para el próximo 16 de noviembre la iniciativa del presidente Daniel Noboa de establecer una Asamblea Constituyente, lo que en la arena política se traducirá en un pulso entre mantener o dejar atrás la Constitución de 2008, impulsada por Rafael Correa (2007-2017) tras su llegada al poder.
La Constitución de Montecristi se aprobó en 2008 mediante un proceso constituyente a iniciativa de Correa que sentó las bases de un modelo de Estado presidencialista y proteccionista que permitió al exmandatario desarrollar con mucha mayor facilidad su proyecto político, algo similar a lo que ahora pretende hacer Noboa.
En el momento que nació la Constitución de Montecristi, se dijo que estaba diseñada para durar 300 años, pero apenas 17 años después se jugará su existencia en una votación popular conforme se estipuló en su texto cuando alguien buscara cambiarla.
Ahora Noboa busca marcar su propio hito en la historia política de Ecuador y lograr una Constitución más a su medida que le permita más facilidad para poner en marcha su plan de reformas, especialmente en materia económica, judicial y de organización del Estado.
«Solo queda derrotarlo en las urnas», sostuvo en redes sociales Correa al confirmarse que la Corte Constitucional dio luz verde a la celebración del referéndum convocado por Noboa, quien ganó las dos recientes elecciones presidenciales con la candidata correísta Luisa González como rival en la segunda vuelta.
Este referéndum únicamente será el primer paso de un proceso constituyente que contendría unas elecciones nacionales para elegir a los integrantes de la Asamblea, que se encargaría de redactar la nueva carta magna ecuatoriana y, posteriormente, un tercer plebiscito para aprobar o rechazar la Constitución elaborada por esta cámara extraordinaria.
Más presidencialismo y liberalización económica
La nueva Constitución que alienta Noboa reforzaría el carácter presidencialista para concentrar sobre el jefe de Estado más poder, conforme ha buscado lograr a través de distintas consultas populares celebradas desde que llegó al poder en 2023, especialmente en materia de seguridad contra el crimen organizado, por el que declaró al país en ‘conflicto armado interno’ desde enero de 2024.
La administración de justicia también podría verse afectada, sobre todo luego de que el Gobierno comenzó a señalar públicamente a los jueces que, según el Ejecutivo, acostumbran a liberar a detenidos capturados por las fuerzas de seguridad y a quienes ha tildado de «enemigos» del país.
En términos económicos, Noboa buscará un marco jurídico muy diferente a la Constitución de Montecristi para rebajar el rol del Estado en sectores estratégicos y facilitar la llegada de inversiones privadas, como en electricidad, para evitar crisis como la que llevó a apagones programados de hasta catorce horas al día, en los momentos más críticos, durante más de dos meses a fines de 2024.
Lo mismo tratará de obtener para sectores como la minería, el turismo y la agricultura, los tres rubros identificados por el Ejecutivo como los claves para impulsar la economía ecuatoriana en los próximos años.
También es previsible que se planteen cambios trascendentales en el sistema de pensiones para asegurar la estabilidad financiera del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), frente al rechazo de organizaciones sociales e indígenas que lo consideran una «privatización» del sistema.
Posible nueva Constitución de Riobamba
En materia estatal, el planteamiento de Noboa es reducir el tamaño de la Asamblea Nacional (Parlamento), que actualmente tiene 151 legisladores, y eliminar el Consejo de Participación Ciudadana y Control Social (CPCCS), un órgano compuesto por siete miembros que se eligen por voluntad popular y que se encargan de designar a diferentes autoridades estatales como el o la fiscal general.
Precisamente, estas dos cuestiones fueron invalidadas por la Corte Constitucional como parte del referéndum promovido por Noboa para el 16 de noviembre, al considerar que rompían el equilibrio de poderes.
Esto llevó al mandatario a plantear el proceso constituyente con la idea de incorporar estas reformas en una nueva Constitución, si es que gana el referéndum para establecer la asamblea que redactará el texto.
Llegados a ese escenario, será una incógnita ver el planteamiento que el oficialismo haría de la Corte Constitucional, con la que Noboa mantiene un enconado enfrentamiento por suspenderle artículos de tres leyes y por rechazarle varias preguntas del referéndum, entre ellas la posibilidad de que los magistrados del alto tribunal sean objeto de juicio político en el Parlamento.
Durante la campaña electoral, en la que Noboa fue reelegido en abril de este año hasta 2029, ya había anticipado que le gustaría que la Asamblea Constituyente se celebrara en la ciudad andina de Riobamba, donde también se elaboró la primera Constitución de Ecuador en 1830. EFE
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