El Chaparro de la Vega de Coripe (Sevilla) opta este miércoles a ser Árbol Europeo del Año
Bruselas, 17 mar (EFE).- El Chaparro de la Vega, una encina que crece en la Vía Verde de la Sierra de Coripe (Sevilla) desde hace unos 400 años, optará a ser premiado el próximo miércoles 20 de marzo como Árbol Europeo del Año en una ceremonia que se celebrará en Bruselas, y a la que acudirá como representante de España. El Chaparro de la Vega será uno de los 15 finalistas para lograr este reconocimiento en una gala que arrancará a las 18.30 horas (CET), y en la que competirá, entre otros, con un roble eslovaco, un peral checo, un cedro belga, un olivo italiano, una haya francesa o un castaño británico. Todos comparten características que les convierten en árboles singulares, ya sea por sus dimensiones o desde un punto de vista estético, social o histórico, en un premio organizado por la Asociación de Sociedades Medioambientales (EPA, por sus siglas en inglés), que cuenta con el apoyo de la Comisión Europea. El Chaparro de la Vega es todo un icono de la Sierra de Coripe, no sólo por su longevidad, sino también por sus abultadas dimensiones, con unos doce metros de alto, un perímetro aproximado de siete metros y un diámetro de copa de 28 metros. Esto le convierte en una referencia paisajística para los habitantes de la zona, que bajo su sombra celebran actividades festivas, entre las cuales destaca la Romería de Fátima, que tiene lugar a mediados del mes de mayo. El pasado diciembre, el Chaparro de la Vega fue elegido como el árbol más bonito de España en 2023, en un concurso que organiza anualmente la ONG Bosques Sin Fronteras. La presidenta de la organización, Susana Domínguez Lerena, explicó el pasado febrero en una entrevista con EFE que esta encina (quercus ilex) supone «un monumento natural único» y es «la joya de la corona» del bosque mediterráneo en el que se ubica, cerca del río Gualdalporcún, en la Sierra de Coripe. Según Domínguez, se trata de una de las encinas “más monumentales” que hay en territorio español, lo que le valió ser declarada como Monumento Natural en 2001 por parte de la Junta de Andalucía. La presidenta de Bosques Sin Fronteras admitió que es «difícil» calcular con exactitud los años del Chaparro de la Vega debido a que esta «hueco por dentro», lo que aún le da más espectacularidad, si bien hay estimaciones que indican que puede tener unos 400 años. Domínguez aseguró que se trata de un árbol que aguanta muy bien los cambios por sequías, ya que las encinas tienen una capacidad muy alta de mantenimiento de su sistema radicular, que es «muy profundo» y les permite sacar agua en «profundidades elevadas». EFE bfm/alf