El Ejército de Mali mata a varios mineros en el norte del país ayudado por Burkina Faso

Bamako, 31 jul (EFE).- Varios mineros murieron en una operación con drones lanzada por las Fuerzas Armadas Malienses (FAMA), con la ayuda de efectivos de Burkina Faso, en una mina aurífera artesanal de la región norteña de Tinzaouatene controlada por independentistas malienses, según denunciaron este miércoles varias fuentes locales e independentistas.

Las fuentes locales se limitaron a señalar que los mineros son procedentes de Nigeria, Liberia y Chad y apuntaron que el ataque se realizó este martes aprobablemente con un dron, sin dar más detalles.

Por su parte, el colectivo secesionista Marco Estratégico Permanente (CSP, que controla extensas zonas del norte de Mali incluida esa localidad) señala en un comunicado que el ataque se llevó a cabo con un «dron turco» perteneciente a las autoridades burkinesas y aseguró que mató a civiles, » en su mayoría migrantes», que trabajaban en esta mina, procedentes de Níger, Sudán, Chad y otros países subsaharianos.

«CSP recuerda a las autoridades golpistas de Burkina Faso que no tienen ningún interés de dejarse llevar por la interferencia en un conflicto interno (…) e invita a las autoridades turcas a revisar su política de suministrar drones a militares golpistas en Estados fallidos», se lee en la nota.

La ONG Kal-Akal detalla que hubo cinco bombardeos, uno contra un campamento de refugiados de Inkharaban y tres en Inatiyara, donde se sitúa la mina, y un quinto ataque contra un vehículo blindado abandonado.

La ONG indicó que la mayoría de los que murieron en la mina son de origen nigerino.

El Ejército maliense informó a su vez en un comunicado haber iniciado este martes una operación militar aérea en la región de Tinzawatene con la ayuda de Burkina Faso, en el marco de «defensa colectiva» de la coalición militar de la Confederación de Estados del Sahel (AES, formada por los dos países junto con Níger).

El Ejército maliense asegura que la operación tiene como objetivo «asegurar a las personas y bienes» en esta zona y dice tener como blanco «refugios, zonas logísticas y vehículos» sin dar más detalles, al tiempo que advierte a la población de que se aleje de «posiciones ocupadas por grupos armados terroristas para evitar cualquier daño colateral».

La campaña militar aérea de Mali y Burkina se produce en la zona donde tuvo lugar hace unos días una cruenta batalla entre los militares malienses, ayudados por el grupo ruso Wagner, y los independentistas, que resultó en la muerte de decenas de soldados y mercenarios.

Aunque el Ejército maliense solo ha reconocido dos muertes en sus filas, luego ha hablado de «importantes pérdidas», sin dar el número. Wagner, por su parte, reconoció bajas, sin precisar tampoco la cifra, en una batalla en la que también se vieron implicados yihadistas de Al Qaeda, que reportaron haber matado a 50 mercenarios del grupo ruso y 10 soldados malienses.

Este país de la inestable región del Sahel, gobernado por una junta militar golpista desde 2020, es escenario de ataques terroristas continuos perpetrados por el Estado Islámico (EI) y la filial local de Al Qaeda, denominada el Grupo de Apoyo al Islam y a los Musulmanes (GAIM).

En los últimos meses, reacciones imprecisas e indiscriminadas del Ejército maliense, apoyado por los mercenarios del grupo ruso Wagner, han provocado además masacres en las filas de civiles denunciadas por instituciones como la ONU.

Entre mayo de 2023 y el mismo mes de este año murieron 4.394 personas en Mali en eventos violentos protagonizados por grupos no estatales y otras 2.277 a manos de fuerzas estatales, según la plataforma ‘Armed Conflict Location And Event Data Project’ (ACLED), que monitoriza la violencia en el mundo. EFE

id-fzb-mt/ig