
El Ejército israelí se reorganiza con más tropas de cara a la actual campaña militar
Jerusalén, 11 jun (EFE).- El jefe del Estado Mayor del Ejército de Israel, Eyal Zamir, aseguró este miércoles haber aprobado esta semana un plan integral de aumento de fuerzas, en una medida que busca responder a las exigencias de la actual ofensiva militar y prepararse para el futuro.
«Esta semana aprobé un plan integral de aumento de fuerzas para la estructura y organización de las FDI (Fuerzas de Defensa de Israel), que incluye la creación de otra división, una brigada blindada, una brigada de infantería y otras unidades», anunció Zamir durante una visita a las tropas en el norte de Gaza.
El diario The Times of Israel informó que entre las reformas se incluye el aumento de unidades en las fronteras con Líbano (norte) y Siria (noreste) con más tropas para que las brigadas allí desplegadas «puedan combatir independientemente si es necesario».
En la frontera con Jordania se instalará una nueva división regional que operará en el área en la que coinciden las divisorias israelí, siria y jordana, mientras que la valla que separa Israel de este último país se reforzará.
También se reforzó la División 96, la unidad más reciente de las fuerzas armadas, dotada con más de 10.000 soldados que pasarán a mantener sus armas y equipamientos en sus casas para poder responder a eventos repentinos.
Entre otros, las fuerzas armadas recuperaron también la Brigada Acorazada 500, que cesó sus servicios en 2003, y que volverá a estar operativa en 2026.
Otro de los objetivos del Ejército es convertir su Armada en un «brazo estratégico de largo alcance», con una actividad similar a la dada a las Fuerzas Aérea, que ejecutan bombardeos habituales sobre países vecinos.
Agotamiento de los reservistas
Zamir defendió que el Ejército israelí no debe limitarse a tener una «fuerza mínima», sino ampliar sus márgenes de seguridad, aumentando también el número de tropas tanto regulares como reservistas para aliviar la carga de estos últimos.
La reserva del Ejército la integran los israelíes una vez terminan el servicio militar obligatorio, y en ella permanecen salvo excepciones hasta los 41, los 46 o los 50 años en función de su rol en las fuerzas armadas.
Tras el ataque de Hamás del 7 de octubre del 2023 contra territorio israelí, el Ejército llamó a filas a 300.000 reservistas para afrontar la nueva campaña militar. El índice de reclutamiento fue del 120 %, ya que acudieron incluso voluntarios que no fueron convocados.
Sin embargo, 21 meses de guerra han hecho que muchos de ellos hayan pasado cientos de días de servicio o hayan sido convocados en varias ocasiones, contribuyendo al agotamiento de las tropas o incluso a su rechazo hacia la actual ofensiva al percibir que esta se ha desviado de su principal objetivo: rescatar a los rehenes cautivos en Gaza.
La cadena pública israelí Kan estimó en marzo que el índice de reclutamiento de reservistas había caído al 60 %.
«Operaremos para terminar la campaña y pasar a nuevas configuraciones de combate que nos permitan lograr nuestros objetivos mientras reducimos la carga en las tropas», dijo Zamir en su discurso.
El líder del partido Israel Beitenu, Avigdor Liberman (ministro de Defensa entre 2016 y 2018), apoyó las declaraciones de Zamir en la red social X y dijo que «el jefe del Estado Mayor tiene razón. Debemos facilitar las cosas a quienes sirven. Reclutar a todo el mundo es una necesidad de seguridad».
Sus declaraciones son una referencia a las demandas de la oposición para que el Ejército reclute a los judíos ultraortodoxos, que hasta el pasado verano estaban sometidos a una exención que, a pesar de no estar vigente, no incrementó de manera significativa sus mínimas cifras de incorporación a filas. EFE
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