
El nuevo primer ministro de Francia proyecta «rupturas» para sacar al país de la crisis
París, 10 sep (EFE).- El macronista Sébastien Lecornu prometió este miércoles que acometerá «rupturas en el fondo» y «no solo en la forma» para sacar a Francia de la crisis política y social, tras asumir hoy el cargo de primer ministro de Francia, y aseguró a sus compatriotas: «Lo conseguiremos (…) No hay camino imposible».
«Debemos lograr poner fin a esta doble fractura: la fractura entre la situación política y la fractura con lo que nuestros conciudadanos legítimamente esperan en su vida cotidiana», dijo Lecornu en un breve discurso tras la ceremonia de traspaso de poderes de su antecesor, el centrista François Bayrou, en una jornada marcada por protestas sociales en diversas ciudades del país, algunas violentas, pero que no consiguieron su objetivo de bloquear Francia.
Antes de dejar el palacio de Matignon (sede del Ejecutivo), Bayrou aseguró que pretende «ayudar al gobierno» que formará su sucesor, en este «momento tan difícil», «muy exigente y peligroso» para Francia, uno de los países más endeudados de la eurozona.
Tras homenajear la «valentía» de Bayrou en defender hasta el «último minuto» la necesidad de hacer recortes presupuestarios, Lecornu explicó que tendrán que «cambiar» para evitar que «continúe la brecha entre la vida política nacional y la geopolítica global».
Por lo tanto, según el hasta hoy ministro de Defensa, será necesario «sin duda ser más creativos, a veces más técnicos, más serios, en la forma en que trabajamos con la oposición».
«Tendremos que hacer cambios, no solo en la forma y en el método. Cambios también en el fondo», insistió el nuevo primer ministro, que esta misma tarde abrió la ronda de reuniones con representantes de partidos políticos y fuerzas sindicales, tras las cuáles debería anunciar su gabinete ministerial.
Ronda de reuniones con partidos y sindicatos
El primero en pasar por el despacho del discreto y fiel macronista -el único en estar ininterrumpidamente en los siete gobiernos que se han sucedido desde que Macron llegó al Eliseo en 2017- fue Gabriel Attal, antiguo primer ministro y presidente del partido presidencial Renacimiento; le siguió el líder del conservador Los Republicanos y ministro de Interior saliente, Bruno Retailleau, y el fundador de Horizontes y también ex jefe de Gobierno de Macron, Edouard Philippe (centroderecha).
Esas tres fuerzas políticas sustentaron al Gobierno de Bayrou, presidente de la formación centrista MoDem, y es de esperar que también apoyen a Lecornu.
«Es esencial que las fuerzas políticas se sienten alrededor de la mesa para dotar a Francia de un presupuesto, asegurar la estabilidad para los próximos 18 meses (cuando se prevén las próximas elecciones presidenciales) y garantizar el orden», resumió Attal.
Para existir, el futuro gobierno deberá obtener al menos un voto de no censura del Partido Socialista, algo indispensable para dotar a Francia de un presupuesto para 2026, cuya preparación acaba de hacer caer al Ejecutivo saliente, que había presentado un plan de recorte del déficit de casi 44.000 millones de euros.
El líder socialista, Olivier Faure, dijo hoy que censurará cualquier política que haga recaer el esfuerzo presupuestario en la gente corriente e insistió en aplicar la llamada ‘tasa Zucman’ a los multimillonarios, mientras que Los Ecologistas perfilan una moción de censura a Lecornu, avanzó la dirigente verde, Marine Tondelier.
Desde la ultraderechista Agrupación Nacional (RN) de Marine Le Pen, su presidente, Jordan Bardella, mantuvo que «si no hay ruptura», como promete Lecornu, «habrá censura», convencido de que su gobierno será «muy precario».
Desde el otro extremo del arco político, La Francia Insumisa (LFI) de Jean-Luc Mélenchon, cuyo mantra es la dimisión de Macron, dejo hoy claro que presentará una moción de censura si Lecornu no solicita un voto de confianza en la Asamblea Nacional.
Asuntos candentes
Dotar a Francia de un presupuesto para 2026 que evite la censura de la oposición y contribuya a la recuperación de las finanzas públicas, gravemente deterioradas, con un déficit público que se prevé alcance el 5,4 % del producto interior bruto (PIB) en 2025, es la tarea más urgente que tiene que acometer Lecornu, que tiene hasta el 13 de octubre para presentar su proyecto a la Asamblea Nacional.
El normando de adopción, con reputación de hábil negociador, tiene en el cajón también la publicación del programa energético plurianual (PPE), muy esperado, entre otros, por los agricultores, que siguen en guerra contra el acuerdo comercial con Mercosur, en proceso de ratificación, y que siguen de cerca asimismo la reforma de la Política Agraria Común (PAC) que se cocina en Bruselas. EFE
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