
El presidente de Madagascar nombra a un nuevo primer ministro tras fuertes protestas
Nairobi, 7 oct (EFE).- El presidente de Madagascar, Andry Rajoelina, nombró al general de división Ruphin Fortunat Zafisambo como nuevo primer ministro, después de disolver la pasada semana su Gobierno tras las fuertes protestas que han sacudido el país contra los cortes de agua y de electricidad y la mala gobernanza.
En un discurso televisado a última hora del lunes, Rajoelina describió al general como un hombre «íntegro, rápido en su trabajo, abierto y receptivo, capaz de devolver la confianza a la población».
El presidente subrayó varias veces la necesidad de restablecer el orden en este país insular del océano Índico, para evitar que Madagascar se parezca «a otros países, como Haití, donde los bandidos y las mafias están al frente del Estado».
«Esto estuvo a punto de suceder aquí, pero actué a tiempo», añadió.
El general Zafisambo, que no es muy conocido entre el público y cuyo nombre no figuraba entre las quinielas para el puesto, ejercía desde 2021 como director del gabinete militar del hasta ahora primer ministro malgache, Christian Ntsay.
Entre las principales misiones asignadas al nuevo dirigente, está la mejora del suministro de agua y energético, erradicar la corrupción e impulsar la construcción de nuevas residencias universitarias, detalló Rajoelina.
El jefe de Estado anunció el pasado 29 de septiembre la destitución de todo el Ejecutivo, cuyos miembros permanecerán como interinos hasta la formación de un nuevo Gobierno.
Pese a esa decisión y a la represión de la Policía con gases lacrimógenos y munición, las manifestaciones, que empezaron el pasado 25 de septiembre, no se han detenido, promovidas sobre todo por los jóvenes de la llamada generación Z en la capital, Antananarivo, y en otras ciudades del país.
En un comunicado difundido tras el anuncio de este lunes, los organizadores de las marchas consideraron el nombramiento como «un intento de distracción política» y amenazaron a Rajoelina con una «huelga general» si no pone en marcha medidas concretas.
«Ninguna maniobra superficial puede sustituir a una respuesta directa a nuestras reivindicaciones», afirmaron.
Hasta el momento, según Naciones Unidas, al menos 22 personas han muerto y más de un centenar han resultado heridas.
Según detalló la pasada semana el comisionado de la ONU para los derechos humanos, Volker Türk, entre las víctimas figuran manifestantes y transeúntes abatidos por las fuerzas de seguridad, así como personas muertas en saqueos y actos de violencia perpetrados por grupos ajenos a las marchas.
Los organizadores han insistido en que las protestas son pacíficas y han responsabilizado de los disturbios a «grupos externos».
Inspiradas en las movilizaciones juveniles recientes en países como Kenia y Nepal, estas protestas son las mayores que vive la isla en años y el desafío más serio que afronta Rajoelina desde su reelección en 2023.
El presidente, un expinchadiscos de 51 años, llegó por primera vez al poder en un golpe de Estado en 2009 pero dimitió en 2014 como líder de la autoridad de transición.
Regresó a la Presidencia tras ganar las elecciones de 2018 y logró un segundo mandato emanado de la urnas en los comicios de diciembre de 2023, que sus rivales denunciaron como plagados de irregularidades. EFE
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