
El presidente del BID pide «más eficacia» frente a la pobreza y el cambio climático

El nuevo presidente del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el brasileño Ilan Goldfajn, afirmó este jueves que esta institución debe ser «más eficaz» contra la pobreza y el cambio climático, en su primer discurso en la sede en Washington.
«Debemos ser más eficaces para sacar a las personas de la pobreza, reducir todo tipo de desigualdad, abordar el cambio climático, acelerar la productividad y el crecimiento y crear oportunidades económicas para los países miembros», dijo.
En la región, alrededor de 200 millones de personas son pobres y 60 millones enfrentan hambre.
El año pasado, la pobreza extrema probablemente afectó a 82 millones de personas y «hoy la inflación récord está poniendo a prueba a familias que ya estaban al límite», alertó.
Goldfajn prometió que se basará «en datos y pruebas». Y por ahora no son boyantes.
En 2021 sólo el 53% de los proyectos del BID recibieron una calificación positiva de la Oficina interna de Evaluación y Supervisión.
Para mejorar la eficacia propone «asociarse de manera estrecha y creativa con el sector privado para movilizar capital» y lograr un impacto efectivo en el desarrollo.
«Al final, lo que realmente importa no es solo cuántos préstamos aprobamos o incluso cuánto prestamos. Lo que es primordial es el impacto de desarrollo tangible y mensurable», dijo, sobre una región que acumula malos resultados.
En las últimas dos décadas, la región ha crecido 12 veces menos que los países asiáticos emergentes y en los cinco años anteriores a la pandemia sus economías se contrajeron, cuando prácticamente todas los demás aumentaban su producción, explicó.
La pandemia empeoró aún más las cosas, duplicando los déficits y disparando la deuda pública. Y ahora el contexto financiero internacional ejerce todavía más presión sobre América Latina y el Caribe, donde la inflación se ha disparado.
En su discurso Goldfajn «propuso diálogo y colaboración» para dejar atrás un periodo conflictivo bajo el mandato, envuelto en polémica, de su predecesor, el estadounidense Mauricio Claver-Carone, quien fue destituido.
A nivel interno «fomentaremos la confianza y la apertura, una apertura genuina» porque «no es un lugar de intolerancia y polarización», prometió.
Se comprometió asimismo a «aprovechar todas las oportunidades de diálogo» y colaboración para generar consenso». «En este momento de polarización e incertidumbre global, nuestro futuro no depende de la confrontación, sino de la colaboración».