España y Canadá quieren duplicar su relación comercial ante el giro proteccionista de EEUU
Toronto (Canadá), 3 dic (EFE).- El comercio bilateral entre España y Canadá puede duplicarse en los próximos años y superar los 10.000 millones de euros anuales ante el giro comercial consecuencia de la política arancelaria de Estados Unidos, declaró este miércoles el ministro de Economía de España, Carlos Cuerpo, en la apertura del Foro Empresarial España-Canadá que se celebra en Toronto.
Ante más de un centenar de empresarios, así como altos funcionarios de las administraciones federal y provinciales de Canadá, Cuerpo afirmó que «hay margen» para duplicar las relaciones comerciales en los próximos años gracias a la «gran ventana de oportunidad que ahora se abre».
El ministro español afirmó que «existe un enorme potencial de colaboración en sectores estratégicos como infraestructura, energías renovables, tecnología, inteligencia artificial y el farmacéutico” y que «las empresas españolas tienen muchísimo que ofrecer y ya están bien posicionadas en los grandes proyectos que Canadá impulsará en los próximos años”.
En este sentido, el ministro de Comercio Internacional de Canadá, Maninder Sidhu, dijo en un mensaje grabado que «el Gobierno de Canadá se ha fijado el objetivo ambicioso de duplicar nuestro comercio fuera de EE.UU. en los próximos diez años, y asociaciones como la que compartimos con España son esenciales para lograrlo».
Sidhu también coincidió con Cuerpo en la capacidad de crecimiento al afirmar: «Nuestra relación comercial es estable, orientada al futuro y llena de potencial» y que «Canadá y España han construido una década de crecimiento constante y apenas empezamos a ver lo que esta asociación puede lograr».
Canadá es el país del G7 más afectado por los aranceles que el presidente estadounidense, Donald Trump, ha impuesto a sus aliados. Aunque Canadá y Estados Unidos, junto con México, tienen en vigor el tratado T-MEC, Washington ha impuesto aranceles de hasta el 50 % a algunos productos canadienses, como el acero y el aluminio, y hasta el 35 % a los productos que no están incluidos en el T-MEC.
En respuesta, el primer ministro canadiense, Mark Carney, ha puesto en marcha una política de diversificación comercial y reducción de la dependencia de Estados Unidos desde que llegó al poder en abril de este año.
En octubre, Carney declaró que Canadá, que hasta 2024 realizaba el 76 % de sus ventas al exterior a EE.UU., “duplicará sus exportaciones» fuera de ese país «en la próxima década”.
Cuerpo, que el jueves se reunirá en Ottawa con varios ministros de Carney, entre ellos el de Finanzas, François-Philippe Champagne, defendió el potencial económico de España al señalar que en 2025 «el FMI ha revisado al alza la previsión de crecimiento de España al 2,9 % en 2025», lo que supone un crecimiento tres veces más rápido que el promedio de la Eurozoa.
«Por segundo año consecutivo, España estará liderando entre las economías avanzadas”, afirmó.
En los presupuestos generales, el Gobierno canadiense plantea inversiones de hasta 1 billón de dólares canadienses (720.000 millones de dólares de Estados Unidos o 670.000 millones de euros) en los próximos cinco años para transformar la economía canadiense y reducir la dependencia del país norteamericano.
Uno de los principales campos que se beneficiarán de este flujo inversor son las infraestructuras.
El ministro español destacó que su país es «un líder global en infraestructura» y que las empresas españolas del sector «gestionan una cartera internacional superior a 75.000 millones de euros”.
Cuerpo también destacó que España se ha consolidado como líder europeo en inteligencia artificial (IA) y digitalización, «atrayendo más de 2.000 millones en inversiones en IA desde 2020″ y que la economía digital representa ya el 26% del PIB español». EFE
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