
Excandidatas piden a ONU fin de «mano negra» y elegir mujer como nueva secretaria general
Naciones Unidas, 24 sep (EFE).- Un grupo de diplomáticas y políticas bajo el amparo de la organización GWL Voices pidió este miércoles a la ONU terminar con la «mano negra» que, según ellas, mueve los hilos en la sombra para que en los 80 años de su historia la ONU no haya contado aún con ninguna secretaria general.
La búlgara Irina Bokova, la neozelandesa Helen Clark y la argentina Susana Malcorra -todas en su momento candidatas sin éxito a la Secretaría General- lideran un movimiento global que, mediante actos públicos y reuniones con representantes internacionales, trata de conseguir que el reemplazo de António Guterres para el mandato que comienza en 2027 sea una mujer.
«Siempre ha habido una mano negra, así que la imagen de supuesta transparencia (en el proceso de elección) en realidad ha sido falsa (…) Debemos entender que, políticamente hablando, ni siquiera es una votación democrática dentro de los Estados miembros de la ONU», afirmó Clark, ex primera ministra de Nueva Zelanda (1999-2008).
«La mano negra», desglosó la lideresa neozelandesa, es que la decisión la toman los cinco países con poder de veto en el Consejo de Seguridad (EE.UU., Rusia, China, Francia y Reino Unido) antes de que ese nombre pase a ratificarse en la Asamblea General.
Un cambio de modelo en el proceso
«El objetivo sería que la Asamblea General tuviera una votación abierta, por eliminación, descartando a cada candidato hasta llegar a los dos finalistas y decidir entonces», explicó Clark en un evento celebrado de forma paralela a la Semana de Alto Nivel de la ONU, concretamente en la Fundación Ford.
La carrera por la Secretaría General se acelerará con la entrada del próximo año, en un proceso con distintas fases en la que los Estados miembros podrán presentar a sus candidatos.
Hasta el momento, entre los nombres ya anunciados y que resuenan con mayor fuerza, destacan los del actual director general del Organismo Internacional de la Energía Atómica, el argentino Rafael Grossi, y el de la expresidenta chilena Michelle Bachelet.
El sexo femenino por encima de los nombres
A pesar de la popularidad de la que fuera también Alta Comisionada de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, hoy Malcorra, que se desempeñó como canciller de Argentina desde 2015 a 2017, resaltó que a través de GWL Voices no respaldan «ninguna candidatura concreta, sino que la elegida sea una mujer para poder culminar esta transformación».
Por su parte, Bokova, la primera mujer en dirigir la Unesco (2009-2017), realzó la idoneidad de apostar por una mujer como secretaria general dada la naturaleza de los «atributos femeninos».
«El mundo necesita líderes con capacidad multitarea, ir de una a otra cuestión en poco tiempo y con mucha energía. Creo que esa es una cualidad mayormente femenina», afirmó con sorna.
Anteriormente, Clark había resaltado que «las mujeres son una mayoría históricamente tratada como minoría» y pueden aportar «la empatía a los asuntos humanitarios» que el mundo necesita.
Las tres lideresas se mostraron «optimistas» ante el hipotético cambio en la cúspide de la ONU, pero alertaron que en esta ocasión será «incluso más difícil» por la «gran división» que existe en el Consejo de Seguridad actualmente. EFE
gac/fjo/rrt