
Feminista condenada por blasfemia en Marruecos proclama su inocencia en apelación
Rabat, 6 oct (EFE).- La militante feminista marroquí Ibtissam Lachgar, condenada a dos años y medio en primera instancia por vestir una camiseta con la expresión «Alá es lesbiana», proclamó este lunes su inocencia, en un juicio de apelación, y declaró que ese lema responde a su militancia en el movimiento feminista mundial contra la violencia machista.
Durante la vista celebrada en el Tribunal de Apelación de Rabat, Lachgar -alias Betty- defendió que el mensaje que aparece en la camiseta estaba destinado a aquellos que según ella usan la religión para justificar la violencia contra las mujeres.
Lachgar publicó recientemente en su cuenta en X una foto en la que aparece vistiendo una camiseta con la expresión «Alá (en árabe) es lesbiana (en inglés)» y acompañó la imagen con un mensaje en el que calificaba la religión islámica de «fascista» y «misógina». Fue condenada el pasado 3 de septiembre en primera instancia a dos años y medio de cárcel y pagar una multa de 50.000 dirhams (4.700 euros).
Durante la audiencia en apelación celebrada este lunes, Lachgar defendió que con su mensaje no tenía la intención de atentar contra la religión islámica ni cualquier otra religión, al tiempo que explicó su situación sanitaria -por padecer un cáncer- al juez, quien ordenó durante la audiencia traerle una silla para declarar mientras esté sentada.
Los abogados defensores pidieron la absolución de la activista o que se le impusiera una de las penas alternativas, que entraron en vigor en el país hace más de un mes.
Por su parte, el fiscal reclamó confirmar la sentencia en primera instancia y elevarla.
Posteriormente el juez indicó que las deliberaciones se llevarán a cabo al finalizar la audiencia, lo que fue interpretado por los abogados como una señal de que la sentencia será emitida hoy.
Lachgar es cofundadora del Movimiento Alternativo por las Libertades Individuales (MALI), conocido por iniciativas consideradas como provocadoras en Marruecos, como la organización en 2013 de la celebración de «un beso colectivo» u otras en defensa de las libertades individuales. EFE
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