Albergues juveniles, una forma de turismo barato
No sólo los jóvenes pueden disfrutar de esta forma de hospedaje. También los adultos, las familias y los niños.
Los albergues juveniles constituyen la alternativa más económica y tradicional para hacer turismo en Suiza.
Es sabido que hacer turismo en Suiza es caro, pero pasar una noche en la más idílica montaña de los Alpes, puede costar sólo 28 francos, desayuno incluido. Es el caso del «Albergue Juvenil de Arosa», situado en el cantón de los Grisones, uno de los centros turísticos más exclusivos del país.
En Ginebra, ubicado en plena ciudad y muy cerca del lago, el albergue del mismo nombre ofrece hospedaje por 24,50 francos por persona, en habitación con cuatro camas y desayuno incluido. Una ganga si se piensa que el hotel más barato en esta ciudad cuesta entre 120 y 180 francos la noche.
En una de las ciudades más caras de Europa y de Suiza, como es Zúrich, la misma prestación cuesta 32.50 francos. El albergue juvenil es uno de los más grandes del país, cuatro pisos, 126 camas, con habitaciones para cuatro personas, TV, canchas de mini-fútbol, máquinas de lavar ropa, y garaje para guardar bicicletas.
Estos son algunos ejemplos de las ofertas que ofrecen los 63 establecimientos que existen en el país. Todos están afiliados a la Asociación Suiza de Albergues Juveniles (ASAJ), que administra y vela por salvaguardar la ‘filosofía’ de este tipo de hospedaje barato y alternativo. (Ver historia en artículo relacionado).
Nuevo concepto y más comodidades
«Después de la crisis de los años 90 los albergues debieron adaptarse a la evolución del tiempo, abrirse a todas las categorías de edades, mejorar las comodidades y ampliar la oferta turística», explica Barbara Rutschi, responsable de la información de la ASAJ.
Ya no son establecimientos exclusivos para jóvenes y no se separa siempre a los hombres de las mujeres como antes. El nuevo concepto es «ofrecer hospedaje para todos aquellos que se sienten jóvenes en sus cabezas», según reza en el lema de la ASAJ.
Tampoco existe la rigidez en los horarios de recogida, y la oferta no se limita sólo al hospedaje de paso, sino que desde hace algunos años está orientado al fomento del turismo. «Existe ahora una especie de especialización», explica Emanuel Delèze, administrador del Albergue de Ginebra.
Divididos en categorías
En efecto, los albergues se clasifican en tres categorías, los urbanos, ubicados en las ciudades, los familiares y los culturales. Los primeros están destinados esencialmente a los viajeros de paso, que buscan sólo un lugar para dormir, para pasar la noche.
Los albergues familiares constituyen la oferta más reciente de este tipo de establecimientos, desde que abrieron sus puertas a toda clase de clientelas. Están situados generalmente en lugares turísticos, en pequeños poblados y cercanos a los ríos y los lagos. Cuentan con entretenciones para niños y emplazamientos para picnic.
Los albergues culturales, son más rusticos y apuntan a una clientela que combina el turismo con la historia. Están situados en lugares con un rico pasado histórico y algunos mantienen convenios con museos y talleres artesanales. Es el caso del albergue de Maloja, (Grisones) que otorga becas para jóvenes artistas plásticos en la «Casa Torriani».
Relación calidad precio
La mayoría de estos establecimientos ofrecen a sus huéspedes camas con sábanas y coberturas; «se acabaron los tiempos en que había que llegar con sacos de dormir», dice Paulina Widmer, asidua de esta forma de hacer turismo en Suiza.
Lo mismo sucede con la higiene. «Optima», afirma Angela Durán, chilena, que estima que es una de las mejores virtudes de los albergues, «lo que confiere seguridad al turista.»
Para beneficiar de esta alternativa de hospedaje en un país caro como es Suiza, es necesario estar afiliado a la Asociación, lo que es posible hacer en cualquier albergue. El ser socio permite hospedarse en todos los establecimientos similares del mundo.
La tarjeta de miembro cuesta 22 francos para los jóvenes, 33 para los ‘Seniors’ y 44 para la familia. En la era del ciber espacio, las reservas se efectúan casi todas por Internet.
swissinfo,Alberto Dufey
En 1924, en Zúrich nacieron los primeros albergues juveniles de Suiza.
El objetivo era brindar alojamiento barato durante las vacaciones a jóvenes de escasos recursos.
En el 2003, existen 63 establecimientos reconocidos por la Asociación Suiza de Albergues Juveniles (ASAJ).
Los miembros benefician de tarifas de alojamiento ventajosas.
Los albergues constituyen una alternativa económica para los turistas que desean visitar Suiza en todas las temporadas.
Los albergues suizos se caracterizan por ofrecer óptimas comodidades y excelentes condiciones higiénicas.
Los establecimientos se han abierto a los adultos y en particular a las familias con numerosos hijos.
Existen tres categorías, los albergues urbanos, ubicados en los centros de las grandes ciudades, y sirven de hospedaje de paso.
Los albergues familiares, ubicados en zonas rurales y pequeños poblados, y brindan la posibilidad de pasar vacaciones a numerosos niños y estudiantes.
Los albergues culturales, ubicados en las cercanías de centros históricos y de museos, combinan hospedaje, gastronomía y organización de seminarios y talleres artesanales.
Los precios por alojamiento por persona, tarifa miembros, oscilan entre FS. 12.70 por noche (los más baratos) y FS. 50, los más caros. La mayoría incluye en sus precios el desayuno.
Todos los albergues ofrecen camas y sábanas, ya no es un requisito llevar su propio saco de dormir.
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