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Bruselas quiere autos menos contaminantes

Desde 2012, los automóviles europeos deben despedir menos CO2. Keystone

Los nuevos automóviles que desde 2012 circulen en la Unión Europea deberán echar menos dióxido de carbono (CO2). El límite deberá bajar a 130 gramos por kilómetro.

El límite propuesto este miércoles (07.02) por la Comisión europea sería un aliciente para la política medioambiental de Suiza, que lleva cierto retraso en esta materia.

En el seno de la Unión Europea aumenta el tono de los llamados favorables a una mejor protección del medio ambiente. Pero apenas se toca la “vaca sagrada de cuatro ruedas”, los dirigentes políticos alemanes y el comisario de Industria, el alemán Günther Verheugen, van al socorro de la industria automovilística nacional, una industria que produce vehículos particularmente pesados y de alto consumo de carburantes.

Gracias a un trabajo de pasillo (lobby), Günther Verheugen logró en las últimas semanas retrasar la decisión de la Comisión europea sobre las emisiones de CO2. El martes, en Bruselas, pudo finalmente presentar un compromiso con el comisario europeo de Medio ambiente Stavros Dimas.

“En el futuro produciremos automóviles que no sólo serán los mejores y los más seguros de Europa, sino también los más limpios, declaró Günther Verheugen. Espero que la industria acepte ese gran reto”.

Propuesta desproporcionada

El comisario europeo de Industria consiguió al menos atenuar un poco ese desafío. La media de CO2 que emitan los motores de los nuevos automóviles debe pasar a 130 gramos por kilómetro de aquí a 2012, mientras que el plan inicial proponía 120 gramos

Otros diez gramos serán ganados gracias a las ruedas, climatizadores y carburantes más eficaces.

La Asociación de constructores europeos de automóviles consideran sin embargo que la medida es aún muy severa. “La proposición es desproporcionada y peligrosa para la economía europea”, protesta la asociación.

En comparación con las normas vigentes en el ramo, el objetivo es ciertamente ambicioso. En 2004, un nuevo automóvil producido en la UE echaba más de 160 gramos de CO2 por kilómetro, lo que corresponde a un consumo de 6,8 litros de gasolina o de 6,2 de diésel por 100 kilómetros.

A partir de 2012, los fabricantes de automóviles deberán disminuir el consumo a casi 5 litros por 100 kilómetros.

Suiza, también preocupada

La decisión tomada por la Comisión europea tendrá repercusiones en la oferta de automóviles en Suiza. “Suiza aprovechará seguramente las reglas más severas que rigen en los países europeos”, declaró a swissinfo Pascal Previdoli, responsable de la División de asuntos internacionales, estrategia y política en la Oficina federal de energía (OFEN).

El viento favorable que sopla en Bruselas podría beneficiar también a la política climática suiza en el sector automotor. Sus objetivos son de hecho menos severos que los de la UE, pero no por ello más fáciles de lograr,

En virtud de un acuerdo voluntario suscrito en 2002 por la Asociación suiza de importadores de automóviles y el Gobierno federal, el consumo de los vehículos nuevos en Suiza deberá bajar a 6,4 litros por 100 kilómetros, de aquí a 2008.

Sin embargo, este límite -ya conseguido por los vehículos europeos-, podría no ser logrado si se considera que el consumo medio de carburantes en 2005 era todavía de 7,7 litros por 100 kilómetros.

La elección es de los consumidores

En Suiza se vende o se compra preferentemente vehículos pesados, con motores poderosos. “Nosotros estamos motorizados”, constata Pascal Previdoli.

La Confederación estudia actualmente la posibilidad de aplicar impuestos más altos a los automóviles importados que consuman demasiado y, por el contrario, favorecer a los “más ecológicos”. Varios cantones reflexionan sobre una probable revisión de los impuestos a los vehículos.

Aún cuando los acuerdos voluntarios no funcionaron ni en Suiza ni en la UE, la OFEN no piensa todavía en reglas obligatorias. “La reglamentación presentada en la propuesta de la Comisión europea no entran en discusión”, concluye Previdoli.

swissinfo, Simon Thönen, Bruxelles

Disminuyen las emisiones de CO2 y el correspondiente consumo de carburantes. Pero esta reducción es más lenta de lo que prometieron los constructores de automóviles.

En la UE las emisiones de CO2 de los nuevos automóviles pasaron de 186 gramos por kilómetro, en 1995, a 163 gramos en 2004. En, 2005 ese valor en Suiza era mucho más alto: 204 gramos.

Las diferencias entre los automóviles vendidos en el mercado, e incluso dentro de una misma clase de vehículos, son enormes. La etiqueta de energía de la Oficina federal de energía ofrece un panorama a los compradores.

El gobierno tesinés quiere introducir un descuento ecológico para los vehículos menos contaminantes. Su proyecto de tributación prevé en cambio cobrar más a los propietarios de coches pesados y sedientos de carburantes.

Con la nueva ley, el propietario de un VW Polo 1.4, por ejemplo, pagará sólo 166 francos por año, frente a los 322 francos actuales. Pero costará 1060 francos a un Mercedes-Benz C350, ante 883 francos que paga según la escala actual.

Las nuevas tarifas serán válidas sólo para los vehículos comprados después de la entrada en vigor de la nueva ley. La incertidumbre reina aún en lo que respecta al calendario: se ignora si el proyecto será examinado por el Parlamento antes de las elecciones del 1 de abril. El gobierno quisiera aplicar esta modificación desde el 1 de enero de 2008.

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