Fomentar el espíritu empresarial en Suiza
La Confederación lanza este otoño el programa de formación ‘venturelab’ para impulsar la creación de 400 nuevas ‘start-ups’ en los próximos cuatro años.
Suiza quiere despertar así el gusto por el riesgo y la innovación en los estudiantes de alta tecnología e incitarlos a crear su propia empresa.
Tener escuelas de prestigio es un lujo, pero igualmente importante es que los descubrimientos tecnológicos se traduzcan en proyectos concretos en el mercado.
La salud económica de un país depende, en gran medida, de esa capacidad de crear empresas en los sectores innovadores.
“La innovación es el motor del crecimiento económico y el crecimiento económico es una prioridad para nuestro país”, señala Eric Fumeaux, director de la Oficina Federal de la Formación Profesional y Tecnología (OFFT).
“Nuestra constatación es que Suiza tiene más dificultad que otros países cuando se trata de aprovechar las innovaciones para sacar nuevos productos y servicios al mercado”, prosigue.
Sensibilizar a los estudiantes
La agencia para la promoción de la innovación CTI (sector de la OFFT) ha confiado la realización del programa ‘venturelab’ a una empresa de San Gall, el instituto IFJ, especializado en la formación de jóvenes empresarios.
El IFJ prevé lanzar los primeros seminarios en las Escuelas Federales Politécnicas de Lausana y Zúrich a partir del próximo otoño. En el 2005 el programa de formación se extenderá a otros centros de estudios tecnológicos superiores.
La iniciativa quiere mostrar a los estudiantes que crear y dirigir su propia empresa es una perspectiva atractiva y rentable.
“Queremos acaparar cada año el interés de unos 1.500 estudiantes de las altas escuelas politécnias sobre la creación de una empresa y formar a cerca de 500 jóvenes empresarios en el ámbito de la gestión de empresa”, precisa Beat Schilling, director del IFJ.
La formación se basa fundamentalmente en la práctica, en casos concretos y, de ser posible, en los proyectos de nuevas empresas que presenten los mismos participantes. “venturelab es un trampolín para que puedan llevar a cabo sus proyectos”, puntualiza.
Coraje y dinero
Los jóvenes que desean crear su propia empresa se enfrentan a varias dificultades. Tienen que afrontar problemas administrativos, buscar una red de clientes, pero también – y sobre todo – encontrar dinero para costear el proyecto.
“Los inversores suizos están todavía poco habituados a invertir en las pequeñas empresas, porque sólo ven los riesgos”, señala Armand Lombard, presidente de Genilem, una red que asesora a los jóvenes empresarios de la Suiza de expresión francesa.
“Los inversores jamás hablan de una aventura genial, sino de una tasa de riesgo”.
“Las competencias están ahí, pero los jóvenes estudiantes tienen que armarse de valor y reunir el dinero. No es tarea fácil lanzarse. Aceptar un empleo en una gran empresa es menos difícil”, puntualiza.
En ello coincide Roman Balzan, director del programa de IFJ. “No hay todavía un terreno fértil para las ‘start-ups’. Son pocos los licenciados que se plantean crear su propia empresa.
«A menudo prefieren ser contratados en una empresa grande antes que llevar a la práctica sus ideas en su propia empresa. Los cursos deben aportarles conocimientos, pero también el coraje para lanzarse”, señala.
Un problema que no es nuevo
Hace ya algún tiempo que a Suiza le preocupa la dificultad de lanzar jóvenes empresas innovadoras. El año pasado, Avenir Suisse trató el tema en un estudio titulado ‘Innovar para prosperar’.
Y en febrero pasado fue la Academia Suiza de las Ciencias quien propuso la creación de una fundación, dotada con 300 millones de francos y encargada de suministrar el capital a las ‘start-ups’.
Más modesta es la iniciativa de la OFFT, cuyo presupuesto para cuatro años ronda los 16 millones de francos. “Pero es un paso en la buena dirección”, sostiene Armand Lombard.
“Está muy bien sensibilizar a los jóvenes universitarios. En el fondo habría que comenzar a fomentar una cultura empresarial ya en la escuela primaria”.
swissinfo y agencias
El programa ‘venturelab’ está dotado con un presupuesto de 16 millones de francos para una periodo de cuatro años.
Mediante esta iniciativa se logrará sensibilizar cada año a unos 1.500 estudiantes, jóvenes potencialmente capacitados para crear su propia empresa.
El objetivo es llegar a crear cerca de 400 nuevas empresas en cuatro años.
‘venturelab’ comienza este otoño en las Escuelas Federales Politécnicas de Lausana y Zúrich. El proyecto será extendido a los otros centros de estudios superiores en el 2005.
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