Premio al ‘transporte absurdo’ de aguas envasadas
Es la distinción que la Iniciativa de los Alpes ha otorgado a Nestlé Waters, líder mundial del sector, que distribuye sus marcas francesas e italianas en Suiza.
Según la asociación, las importaciones son excesivas y poco sostenibles en un país rico en recursos hídricos.
El mercado de las aguas minerales embotelladas se encuentra en pleno auge, y Nestlé Waters es líder mundial del sector, con una cuota de mercado del 16,8%, seguido del grupo francés Danone.
La multinacional helvética controla hoy algunas de las marcas más prestigiosas, como la francesa Perrier o la italiana San Pellegrino, que importa para distribuirlas en el mercado helvético.
La incoherencia, según la Iniciativa de los Alpes, que otorgó este lunes (06.10.) a Nestlé Waters el Premio ‘por el transporte absurdo’, radica en que Suiza dispone de aguas minerales y agua potable en grandes cantidades.
Transporte vial
Los activistas de la Iniciativa de los Alpes sostienen que el transporte vial es demasiado costoso y poco sostenible en términos ecológicos.
Los consumidores no son conscientes de que una botella de San Pellegrino haya recorrido más de 600 kilómetros antes de llegar a su mesa. Asimismo desconocen que unos 12.000 camiones atraviesan cada año los Alpes suizos cargados de aguas minerales envasadas.
De hecho, el 87% del transporte de las aguas envasadas que importa Nestlé Waters se realiza por carretera. Seis de cada diez botellas importadas de Francia llegan a Suiza por vía férrea, a diferencia de las marcas italianas, para las que se utiliza única y exclusivamente el transporte vial, señala el director de Nestlé Waters, André Granelli.
Esto se debe a que falta la infraestructura para poder acceder por vía férrea a muchos de los clientes y a que las conexiones ferroviarias en Italia son malas. Aún así, Nestlé Waters tiene toda la intención de incrementar el transporte por vía férrea, asegura Granelli.
Pero Nestlé no es la única empresa que recurre a los camiones para transportar las botellas de agua mineral. “El 90% de la distribución de Henniez se realiza por carretera”, subrayan los responsables de la Iniciativa de los Alpes.
Una de las grandes cadenas de hipermercados del país, Migros, en cambio, ha transferido el 97% del transporte a la vía férrea. Y también otros consorcios como Coca-Cola (propietario de la marca suiza Valser) – y Coop utilizan cada vez más ese medio de transporte.
Alternativas al agua embotellada
La Iniciativa de los Alpes quiere sensibilizar a la población sobre esta problemática. Su coordinador para las regiones francófonas del país, Georges Darbellay, insiste en que en Suiza sobran alternativas al consumo de agua mineral embotellada.
En lugar de pagar entre 500 y mil veces más, los consumidores deberían movilizarse y exigir que sus comunas respectivas aseguren un suministro de agua corriente de buena calidad y a un precio razonable, puntualiza.
“El agua potable helvética puede someterse sin temor a una comparación cualitativa con el agua envasada”, según Darbellay. Además, el consumo de agua del grifo ofrece muchas ventajas y es más razonable desde el punto de vista de la rentabilidad, sostenibilidad y justicia social.
Y si alguien no puede o no quiere renunciar a las aguas mineralizadas, debería por lo menos hacer un pequeño esfuerzo y elegir las que provienen de la fuente más cercana, concluye.
Monopolización de un recurso vital
El sector del agua envasada es uno de los sectores menos regulados y presenta uno de los índices de crecimiento más elevados en el mercado mundial. Una situación que perjudica a los países en desarrollo y agrava aún más la situación de las poblaciones que carecen de acceso al agua potable.
Marianne Hochuli, de la ONG Declaración de Berna, denuncia que muchos gobiernos no están dispuestos a invertir recursos para asegurar el abastecimiento de sus poblaciones.
A ello se suma que Nestlé y otras multinacionales del sector están librando una auténtica batalla para hacerse con el control de los manantiales todavía no explotados, señala.
Y es que las multinacionales están monopolizando y transformando en mercancía un recurso vital que, según las ONG, debe ser de todos. Pero la búsqueda perpetua de nuevas fuentes de agua con fines comerciales está provocando una explotación desmesurada de los manantiales.
Efectos devastadores
Con la adquisición del grupo francés Perrier en 1994, Nestlé se convirtió en propietaria de los manantiales del parque acuático de São Lourenço, en Brasil.
La multinacional excavó pozos de 150 metros de profundidad para poder extraer diariamente 60.000 litros de agua mineral de alta calidad y fue acusada de la desmineralización de una de las fuentes más famosas.
Y es que cuando se bombea agua en cantidades superiores a las que la naturaleza puede reemplazar, el contenido en minerales disminuye gradualmente.
swissinfo, Belén Couceiro
El transporte de las aguas minerales es demasiado caro. Las grandes empresas prefieren el transporte vial al ferroviario, en detrimento de los criterios de sostenibilidad.
Una botella de San Pellegrino recorre más de 600 km antes de llegar a la mesa del consumidor suizo. Y unos 12 mil camiones atraviesan cada año los Alpes cargados de aguas minerales.
La Iniciativa de los Alpes critica como absurdos los transportes de Nestlé Waters, que importa sus marcas italianas y francesas para distribuirlas en Suiza, un país rico en agua potable.
La asociación denuncia la importación excesiva de aguas embotelladas e incita a la población suiza a beber más agua del grifo.
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