Premio Henri Nestlé destaca resiliencia de chilenos
La versión social del galardón destacó a dirigentes comunitarios que, tras el seísmo y maremoto que azotó al país sudamericano, trabajaron por reconstruir sus pueblos, brindando apoyo material y emocional a sus vecinos.
En el área científica se premió a dos investigaciones; una que comprobó los efectos del selenio en la dieta y otra que rescata las propiedades nutricionales de un producto que hoy es considerado desecho industrial.
“Este año ha sido difícil para los chilenos. Pensábamos que todo sería festejos por nuestro Bicentenario y, sin embargo, tuvimos que enfrentar varias tragedias, comenzando por el terremoto y el maremoto que devastaron el centro sur del país. Por eso creímos necesario hacer una innovación en la versión social de este premio, distinguiendo a personas que a pesar de la adversidad, fueron capaces de sobreponerse y lucharon por sacar adelante no sólo a sus familias, sino también a toda su comunidad”.
Con estas palabras, el gerente corporativo de Nestlé Chile, Fernando del Solar, explicó el giro que dio este año el Premio Henri Nestlé en su versión social, orientado esta vez a rescatar una cualidad conocida como resiliencia, esto es la capacidad de sobreponerse a las dificultades.
Para ello, la compañía encargó a varias organizaciones solidarias que trabajaron en las zonas afectadas por el seísmo, que recogieran información de individuos que hubiesen tenido un rol importante en la reconstrucción de sus respectivos pueblos.
“Recibimos historias increíbles de superación, 1800 en total, y de ellas finalmente escogimos una; la de Alejandro Hormazábal, habitante de Constitución (epicentro de la catástrofe), quien se ha destacado por sus dotes de liderazgo, organización y representación de sus vecinos frente a las autoridades regionales y nacionales”, comentó León Guzmán, consultor en Responsabilidad Social Empresarial y miembro del jurado.
De pie, después de la catástrofe
Durante la premiación, miembros de su comunidad y representantes de las organizaciones solidarias resaltaron además el soporte emocional y material que entregó Hormazábal a su comunidad, a pesar de que el mismo sufrió la destrucción total de su vivienda y, semanas más tarde, la muerte de su madre.
“Me dolió ver cómo mis padres y mis amigos lo perdieron todo. Me lamenté todo el día después del terremoto, pero luego me dije ‘hay que ponerse de pie y trabajar’. No nos podíamos quedar esperando que llegaran los recursos. Nosotros teníamos que salir a buscarlos”, comentó el galardonado, aún emocionado por aquellos recuerdos.
Oportunidades de negocios para Nestlé
En la versión científica se galardonó al equipo liderado por la Doctora en Ciencias de la Ingeniería Andrea Mahn (Universidad de Santiago de Chile), quienes investigaron los beneficios de la incorporación en la dieta del selenio orgánico para prevenir y tratar enfermedades como cáncer hormonal (ovarios, próstata, mamas) y del tracto digestivo.
“El selenio es un poderoso antioxidante que mejora el sistema inmunológico y tiene propiedades anticancerígenas La segunda etapa de nuestro estudio pretende optimizar su obtención y absorción natural a partir de vegetales como brócoli y coles de bruselas, convirtiéndolos en alimentos funcionales”, apuntó Andrea Mahn.
Un área que, por cierto, despierta el interés de la multinacional helvética, que recientemente anunció la creación de una filial, instalada en la Universidad Politécnica de Lausana (Nestlé Health Science S.A) dedicada exclusivamente a promocionar el negocio de los productos alimenticios destinados a prevenir y tratar enfermedades como la diabetes y los problemas cardiovasculares.
“Obviamente, este tipo de investigaciones crea una oportunidad de negocios que no se debería desaprovechar”, comentan los autores de este estudio, que fue apoyado por el Fondo Nacional de Desarrollo Científico, Fondecyt (organismo de origen estatal).
El segundo proyecto premiado también estuvo ligado al tema de los alimentos funcionales, pero a partir de un producto que hoy es considerado un desecho; la cáscara de la manzana. “Nuestro estudio comprobó que tiene una capacidad antioxidante cuatro veces mayor que la fruta misma, lo que abre una nueva oportunidad de negocios”, sostuvo el ingeniero Sergio Almonacid, líder del equipo investigador.
Y es que, cada año se desechan 9 mil toneladas de piel de manzana tras la elaboración de productos deshidratados. “Gracias a esta investigación se descubrió que es posible reutilizar esta materia prima, logrando un ingrediente de alta funcionalidad. Es decir, estamos convirtiendo un desecho de la industria en un producto con valor agregado”, destacó.
Ambos equipos ganadores recibieron un aporte en dinero para continuar con el desarrollo de sus respectivas investigaciones.
En tanto, la versión corporativa distinguió a Luis Carmona, jefe del Centro de Distribución de Santiago, colaborador con 36 años de trayectoria en la empresa, por “representar los valores de la compañía”. Además de sus cualidades personales y profesionales, se destacó su importante rol en la recuperación de este centro de trabajo, uno de los más afectados por el terremoto.
Fue instaurado hace seis años “para rescatar el espíritu emprendedor, social y visionario del fundador de la compañía”, que en 1867 creó la primera fórmula de cereal lacteado para ayudar a paliar la desnutrición infantil.
Cada año, se entrega en tres categorías; científica, social y corporativa. Hasta el 2009, el área social premiaba proyectos innovadores que aporten al bienestar de la comunidad. Este año se enfocó a destacar a un personaje con un rol social importante en el contexto del terremoto.
El ganador recibió una importante suma de dinero, que se traducirá en capital de trabajo, becas de estudio o beneficios para la comunidad de Constitución. Se incluyó también dos menciones honrosas a dirigentes vecinales de la comuna de Lebu.
La ceremonia de premiación contó con la presencia de la embajadora de Suiza en Chile, Yvonne Baumann, del subsecretario de Agricultura Álvaro Cruzat y representantes del mundo empresarial.
Nestlé fue fundada en 1866 por Henri Nestlé, farmacéutico alemán radicado en Suiza cuyo mérito fue desarrollar una fórmula en polvo que permitía nutrir a recién nacidos que no podían ser alimentados por su madre.
En Chile, Nestlé opera desde 1937 y cuenta con 7 fábricas.
El año pasado, la multinacional creó en Santiago un Centro de Investigación y Desarrollo dedicado a innovar en materia de galletas y golosinas, las que se elaborarían “con menos azúcares y grasas, pero con más micronutrientes que los enriquezcan”, según Paul Bulcke, consejero delegado de Nestlé Suiza.
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