Suiza, destino para hacer negocios
Durante la última década, empresas como Procter & Gamble, Ahold o Ralph Lauren, entre otras 650 firmas, eligieron mudar sus operaciones a Suiza.
Las razones: estabilidad política y económica, baja inflación, semana laboral de 41 horas y, sobre todo, incentivos fiscales en los cantones.
El 2003 no fue un año especialmente pródigo para la economía mundial ni para Suiza.
Pese a ello, la Secretaría de Estado de Economía (Seco) reveló recientemente que el año pasado, un total de 446 empresas extranjeras hicieron maletas, dejaron su casa y eligieron a la Confederación Helvética como su nuevo destino para establecerse de forma definitiva.
Dichas operaciones permitieron la creación de 2.091 empleos a lo largo de esos 365 días.
¿Cuáles son los factores que incentivan a las empresas a mudarse a Suiza?
De acuerdo con grandes transnacionales como Procter & Gamble, Ahold o Philipp Morris, son seis las razones centrales:
Ubicación geográfica (al centro de Europa); estabilidad política; solidez económica –pese a los baches de los últimos tres años-; estabilidad de los precios; bajos índices de criminalidad y, un sistema de impuestos interesante para las empresas.
Ventajas fiscales
A juicio de la Seco, ofrecer exenciones fiscales a las empresas extranjeras es una de las fortalezas que tiene la economía Suiza, ya que mudarse es un proceso complejo y costoso que se recompensa de esta manera.
Existe una intensa competencia “intercantonal” por los capitales. Cada uno intenta ofrecer las mejores condiciones fiscales a las empresas extranjeras con objeto de atraer su interés.
Les condonan o subsidian el pago de impuestos temporalmente y ponen al alcance de los empresarios toda su infraestructura y conocimientos para faciliar la mudanza y establecimiento.
A cambio, la creación de empleos beneficiará a trabajadores suizos y la derrama económica será favorable para el cantón “ganador”.
El “clic” con EU
Uno de los países que más interés ha demostrado en operar desde Suiza es Estados Unidos.
El Internacional Special Report editado por el diario The Washington Times a principios del 2004, deja claro que entre 1994 y el 2003, aumentó 30% la presencia de empresas estadounidenses en Suiza.
Esto implicó inversiones superiores a los 320.000 millones de francos suizos, de un total de 650 firmas que con su decisión permitieron generar 70.500 empleos en Ginebra, Zurich, Lucerna y Zug.
Algunas de estas empresas son Compaq, Dow, Medtronic y Hewlett Packard.
Una de las afinidades que existe con EU es el parecido del sistema laboral, lo que facilita la operación de los estadounidenses, según The Washington Times.
Otro punto que les favorece son las jornadas laborales helvéticas de 41 horas, superiores a las 35 o 37 horas que están legisladas en otros países de Europa.
De las Cámaras de Comercio que EU tiene diseminadas en el mundo, en el 2003, la suiza fue la más grande (se fundó en 1967 y registra más de 2.400 socios).
Trasnacionales y problemas
Durante la década pasada, al menos 13 sociedades trasnacionales se establecieron en la Confederación Helvética.
Algunas de ellas, Procter& Gamble (EU), John Derre (EU), Philipp Morris (EU) o Ahold (Holanda).
Este conglomerado de grandes empresas tomó su decisión influido especialmente por la reforma fiscal que registró suiza en 1977 –a favor de las empresas- y de la que ya se habló previamente.
Dichos incentivos para las empresas extrajeras han generado controversia al interior de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), pues una parte importante de sus miembros son países europeos vecinos de Suiza.
Naciones como Francia, Alemania, Holanda o Austria, se quejaron de que la Confederación Helvética actuaba de forma desleal en materia de impuestos.
Como mediadora, la OCDE realizó diversos encuentros con autoridades suizas y consiguió que entre 1999 y el 2002, se estrecharan los lazos bilaterales de colaboración entre Suiza y sus vecinos.
Laboratorio de pruebas
La economía suiza es también para muchas empresas extranjeras un “laboratorio de pruebas”. Una especie de puente y punto de ingresos para probar el éxito o fracaso que una compañía puede lograr en el continente europeo.
Por ejemplo, la cadena de cafés Starbucks, decidió abrir su primer establecimiento en Europa en el 2000 en la ciudad de Zúrich. Ahí comenzó a presentar sus nuevos productos y en los años posteriores abrió sucursales en otras naciones del Viejo Continente.
McDondald´s, por su parte, también eligió Suiza como primer destino para establecerse en Europa.
Las empresas consideran, por ejemplo, que Alemania es un país altamente proteccionista y burocrático, mientras Francia, por citar otro ejemplo, es una de las naciones con mayor carga tributaria –especialmente la que pagan los patrones por los trabajadores que contratan- y su semana laboral es de sólo 35 horas, como herencia del gobierno socialista de Lionel Jospin.
swissinfo, Andrea Ornelas
Las empresas extranjeras aprecian de Suiza:
Ubicación geográfica.
Incentivos fiscales.
Estabilidad económica y política
Algunas trasnacionales extranjeras establecidas en Suiza desde 1994:
Procter & Gamble (EU), Ginebra 1999
John Deere (EU), Schaffhouse 2000
Philipp Morris (EU), Lausana 2001
Ahold (Holanda), Ginebra 2002
Starbucks (EU), Lausana 2002
Ralph Lauren (EU), Ginebra 2003
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