
Ginebra homenajea a Servet, ejecutado en 1553, con una placa que aclara su origen oscense
Antonio Broto
Ginebra, 29 sep (EFE).- Autoridades españolas y suizas, entre ellas el alcalde de Ginebra, Alfonso Gómez, inauguraron este lunes una placa que homenajea al humanista español Miguel Servet (1511-1553), quemado en la hoguera cuando la ciudad estaba controlada por Calvino, y recuerda su origen en la localidad aragonesa de Villanueva de Sigena (Huesca), hasta ahora rodeado de cierta confusión en Suiza.
La placa, inaugurada con motivo del 514º aniversario de su nacimiento, recuerda al teólogo, filósofo, médico y cartógrafo sigenense, a pocos metros del lugar donde fue ejecutado por el reformismo protestante, en el que se había intentado refugiar huyendo de la persecución de la Iglesia Católica.
Un llamado a la tolerancia
«Con esta placa queremos homenajear no sólo a Servet sino a todos aquellos que hoy, en todo el mundo, luchan contra la intolerancia y por los derechos humanos», señaló a EFE el alcalde de Ginebra, de origen gallego.
Gómez reconoció que la ejecución de Servet, uno de los primeros médicos en describir la circulación pulmonar, es un capítulo oscuro de Ginebra y su reforma religiosa, encabezada por el teólogo Juan Calvino, todavía hoy un personaje clave para la historia de la ciudad y la formación de su identidad.
«A menudo se quieren ocultar los aspectos más negativos de la historia de un país o una ciudad, pero la historia es todo, lo bueno y lo malo, y Servet encarna el lado oscuro de la revolución calvinista», explicó el edil de Ginebra.
La placa epigráfica se ha colocado a petición de la Agrupación de Lengua y Cultura Españolas (ALCE), la Asociación de Padres de Alumnos y de Familias Españolas de Ginebra (APAFEG) y la asociación HablArte para la promoción de la cultura hispana en Suiza.
Una mancha en su historia que Ginebra tardó en abordar
Aunque pequeña, la placa, que acompañará desde ahora una estatua del humanista ya inaugurada en 2011, culmina un lento y no exento de obstáculos proceso de recuperación de la figura de Servet en Ginebra.
En 1903, con motivo del 350 aniversario de la muerte del pensador, se erigió en el lugar donde murió en la hoguera, cerca de donde hoy se encuentran los prestigiosos hospitales de la ciudad, una estela para recordar aquella ejecución, aunque más centrada en «perdonar» a Calvino que en elogiar al humanista español.
«Hijos respetuosos y reconocedores de Calvino, nuestro gran reformador, pero condenando un error, que fue el de su siglo (…) hemos erigido este monumento expiatorio», reza esa lápida, que durante décadas, rodeada de vegetación, apenas podía leerse.
Para colmo, en el reverso de la inscripción se indicaba que Servet había nacido en «Villanueva de Aragón», algo impreciso ya que varias localidades aragonesas incluyen la palabra «Villanueva» en su topónimo.
En 1908 la escultora Clotilde Roch creó una estatua de Servet para ser colocada cerca de la estela, pero Ginebra la rechazó por la sensibilidad que siglos después todavía rodeaba a la ejecución, y fue llevada por ello a la vecina localidad francesa de Annemasse, donde todavía adorna una de sus principales plazas.
Un siglo después, el profesor de español en Ginebra e historiador José María Ade fue uno de los impulsores de que el Ayuntamiento de Ginebra cediera finalmente y aceptara inaugurar junto a la lápida una estatua del aragonés, copia de la que continúa en Annemasse, en 2011, año del quinto centenario de su nacimiento.
La placa inaugurada este lunes, en el podio de la estatua, aclara unos orígenes que habían quedado confusos debido a que el propio Servet, cuando llegó clandestinamente a Ginebra, cambió ligeramente su nombre para ocultarse mejor y se presentó como «Michel de Villeneuve», según explicó a EFE Ade.
«Ahora realmente la estatua está completa, para mí ha sido una satisfacción que se dé mejor significado a la estatua y al lugar de procedencia de Servet», destacó el promotor de la iniciativa, también oscense como el humanista universal. EFE
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