
HRW acusa al Gobierno de Tanzania de acosar y torturar a disidentes
Nairobi, 29 sep (EFE).- El Gobierno de Tanzania ha aumentado la represión contra la disidencia, atacando, acosando y torturando a seguidores de la oposición y críticos, alertó este lunes Human Rights Watch (HRW) a un mes de las elecciones generales del 29 de octubre.
«Las autoridades deben dejar de silenciar a las voces disidentes y a los medios y, en su lugar, emprender reformas significativas para garantizar unas elecciones libres, justas y creíbles», afirmó en un comunicado la investigadora sobre África de HRW Nomathamsanqa Masiko-Mpaka.
El Gobierno tanzano «debe tomar medidas inmediatas para proteger la integridad de las elecciones de octubre, que actualmente corren un grave riesgo», añadió.
HRW documentó desde mediados de 2024 al menos diez casos en los que las autoridades del país acosaron, agredieron, secuestraron o torturaron a activistas de derechos humanos, miembros de partidos de la oposición, abogados y líderes religiosos.
Los hallazgos de la organización después de entrevistar en los últimos meses a 24 personas, incluyendo víctimas, «corroboran» las denuncias hechas por ONG locales en los últimos años.
El tanzano Centro Legal y de Derechos Humanos documentó unos cien casos de secuestros y desapariciones forzadas entre 2015 y febrero de 2025, mientras la Coalición de Defensores de los Derechos Humanos de Tanzania registró, solo en 2024, 48 ataques contra defensores de derechos humanos, activistas y otras personas.
«El derecho a la vida de las personas que tienen opiniones diferentes a las del Gobierno está en peligro (…). Secuestros, desapariciones y algunos asesinatos son inexplicables», declaró a HRW un líder religioso atacado por su activismo.
Uno de los casos documentados sucedió cuando, el pasado 2 de mayo, individuos no identificados golpearon y secuestraron al activista opositor Mpaluka Nyagali, conocido como Mdude, en su residencia en Mbeya (suroeste). Nyagali sigue a día de hoy en paradero desconocido.
Otro ejemplo ocurrió el pasado 16 de junio, en Dar es Salam, capital económica del país, cuando desconocidos golpearon con una barra de metal hasta dejarlo inconsciente a Japhet Matarra, un crítico del Gobierno.
El Ejecutivo tanzano también ha reprimido a partidos opositores: Tundu Lissu, líder de la principal fuerza opositora, el Partido de la Democracia y el Progreso (Chadema, en suajili), lleva en prisión preventiva desde su arresto el pasado abril y enfrenta cargos «falsos» de traición, un delito que puede acarrear pena de muerte.
Además, la Comisión Electoral Nacional Independiente -designada por la Presidencia y cuyas decisiones no se pueden apelar- descalificó a Chadema de la contienda, después de que el partido se negara a firmar el Código de Conducta Electoral al considerar que no incorpora reformas.
«No me siento seguro siendo un político en Tanzania. No me siento libre para criticar al Gobierno (…). Nos encontramos bajo constantes ataques de la Policía», declaró a HRW un opositor.
En total, 17 aspirantes presidenciales concurrirán el 29 de octubre, cuando la presidenta tanzana, Samia Suluhu Hassan, buscará la reelección como candidata del Partido de la Revolución (CCM), en su primera cita con las urnas desde que asumió el cargo en 2021 tras la repentina muerte de su antecesor, John Magufuli.
El CCM y su antecesor, la Unión Nacional Africana de Tanganica (TANU), han ocupado el poder desde la independencia del país en 1961. EFE
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