
Industria metalúrgica rusa está en declive por las sanciones y los bajos precios de China
Moscú, 12 ago (EFE).- La industria metalúrgica rusa está en declive debido a las sanciones europeas, la disminución de la demanda interna, la casi nula rentabilidad de las exportaciones a Asia y la caída de la producción, informó este martes la plataforma independiente Holod.
«Muchos factores han convergido en un mismo punto. Exportar simplemente ha dejado de ser rentable, por lo que sólo nos queda reducir los volúmenes de producción», admitió recientemente el director general de Severstal, Alexandr Shevélev, en una entrevista recogida por la plataforma.
Según el empresario, cuya planta en la ciudad de Cherépovets emplea a 23.000 personas, el principal problema de la exportación es su escasa rentabilidad, entre otras cosas, a causa del fortalecimiento del rublo.
Además, señala la incapacidad de competir con China en los mercados a los que sigue pudiendo optar Rusia tras las sanciones impuestas a raíz del inicio de la guerra de Ucrania en 2022.
Antes de las sanciones, Rusia exportaba cerca del 45 % de su producción, y sus principales compradores eran miembros de la Unión Europea.
Pero a pesar de que algunas empresas rusas consiguieron mantener la exportación, su rentabilidad cayó casi a cero.
No encuentran su lugar en Asia
A pesar de haber reorientado desde 2022 el mercado hacia Asia triplicando el volumen de algunas líneas de suministro, el empresario Vladímir Lisin, el cuarto hombre más rico de Rusia, calificó la exportación de productos hacia el continente vecino de «casi inútil».
Además de ver muy reducidos los beneficios a causa del alto coste logístico, las empresas rusas luchan allí contra el gran competidor que es China, quien ofrece material a muy bajo coste y que procura el 53 % de la producción mundial de acero (2024).
«Algunas empresas están bajo sanciones, las regiones de exportación más cercanas están cerradas para ellas, y las más lejanas, teniendo en cuenta el coste de la logística, las restricciones y el fuerte tipo de cambio del rublo, simplemente no son rentables económicamente”, constató por su parte Shevélev.
Preferencia por Europa
Por ello, incluso con las sanciones, el mercado de la UE sigue siendo el más rentable para las compañías rusas.
Antes de la guerra de Ucrania, el 80 % las importaciones de la Unión Europea de productos de acero semiacabados venía de Rusia y Ucrania, mientras que para Rusia significaban el 30 % del total de exportaciones de acero.
En este momento, los principales compradores de productos semiacabados rusos son Bélgica, Italia, Dinamarca y la República Checa, según datos de la empresa metalúrgica Ronsco.
Entre enero y marzo de 2025 Rusia exportó metales a la Unión Europea por valor de 706 millones de euros, en todo 2024 la cuenta fue de 2.500 millones de euros.
Según afirma Holod, el principal beneficiario del suministro de acero ruso a Europa es el Grupo NLMK, con fábricas en Bélgica, Francia, Dinamarca e Italia, controlado por Lisin.
La empresa sigue evitando las sanciones europeas a pesar de las denuncias de que la compañía produce acero para fabricar misiles y drones en Rusia.
Caída del consumo interno
Mientras tanto, el consumo interno cayó a finales del primer semestre de 2025 un 15 %, algo que los expertos achacan a los altos tipos de interés mantenidos por el Banco Central ruso, y que tan sólo hace unas semanas rebajó al 18 %.
Esto afecta a la industria en varios sentidos, pues no sólo le supone un lastre para su propia financiación, sino también para sus demandantes, como es el caso de la construcción, sector que representa el 70 % del consumo nacional de acero, pero actualmente también con problemas de financieros y quiebras de algunas empresas.
Las empresas rusas también se están viendo obligadas a competir con China a nivel nacional.
En el primer semestre de este año, el gigante asiático suministró a Rusia hierro, acero y productos derivados por valor de 1.630 millones de dólares, un 16 % más interanual.
A principios de año, una tonelada de acero laminado en Moscú costaba 658 dólares, mientras que el equivalente chino valía 588 dólares, sin embargo el fortalecimiento del rublo desde entonces (cerca de un 20 % con respecto al dólar) ha hecho aún mayor la diferencia.
Mientras tanto, la industria del metal rusa puede sufrir un destino similar a la del carbón, que actualmente se enfrenta a una grave crisis y quiebras.
Esto pone en riesgo a regiones rusas que dependen ampliamente de la siderurgia, tal como Lípetsk, donde se encuentra la principal planta de NLMK, que produce el 18 % del acero del país y emplea a unas 27.000 personas.EFE
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