 
Informe revela las barreras a migrantes para acceder al sistema financiero formal mexicano
Ciudad de México, 30 oct (EFE).- Migrantes, refugiados y solicitantes de asilo enfrentan distintas barreras para acceder al sistema financiero formal en México, reveló el ‘Informe de Cultura Financiera: Inclusión y Remesas en el Noreste de México’.
A pesar de las limitantes, «existen áreas de oportunidad en el ecosistema financiero para garantizar un acceso efectivo a servicios bancarios para estas personas, señaló el documento publicado este jueves.
Pese a las experiencias de rechazo que las personas migrantes y refugiadas enfrentan al intentar acceder a servicios bancarios, el estudio reveló una percepción mayoritariamente positiva hacia el sistema financiero mexicano y que cerca de un 60 % de las personas encuestadas lo calificó como «bueno o excelente».
Según el estudio, diseñado por la Escuela de Negocios y la Escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey, en colaboración con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), «6 de cada 10 fueron rechazadas en bancos porque sus documentos migratorios no fueron reconocidos como válidos», pese a que la legislación mexicana permite abrir cuentas con ellos.
El reporte subrayó que la inclusión no depende solo del interés de las personas en movilidad, «sino de la apertura y adaptación de los mecanismos institucionales».
“La inclusión financiera no es solo una cuestión económica, sino un derecho que determina la posibilidad de integrarse, trabajar y construir una vida digna en el país de acogida”, explicó Kathia Ramos Garza, profesora-investigadora de la Escuela de Negocios del Tec de Monterrey y coautora del reporte.
México ha visto un aumento en los últimos años de las solicitudes de asilo: más de ochenta mil al cierre de 2024, de acuerdo con la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (COMAR) y la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR).
Entre los hallazgos del estudio, se apuntó que el 65 % corresponde a personas refugiadas, el 50 % son mujeres, la edad promedio es de 36 años y los países de mayor procedencia son Honduras (29 %), Haití (20 %), Venezuela (19 %) y Cuba (15 %).
De acuerdo con el reporte, el 51% de personas migrantes, en movilidad, solicitantes de asilo y refugiadas, no tiene cuenta bancaria en México; y el 79% señala el uso de efectivo como la forma principal para realizar pagos.
Por otra parte, las remesas se identificaron como un pilar económico para las familias y comunidades de origen, «pero su potencial para el desarrollo se ve limitado por la exclusión financiera: gran parte del dinero se envía por canales informales, lo que implica mayores costos y riesgos», indicó el estudio.
El informe destaca la necesidad de que el «sector bancario adapte sus procesos a los documentos migratorios válidos», como la Tarjeta de Visitante por Razones Humanitarias, para reducir desigualdades, fortalecer la autonomía económica de las personas en movilidad y maximizar el impacto positivo de las remesas.
Además de analizar diversos aspectos relacionados con la cultura financiera de este segmento de la población para conocer sus prácticas financieras -como son los hábitos de ahorro, los métodos de pago que utilizan y su nivel de acceso a productos financieros- lo que permite el informe es identificar brechas y diseñar estrategias más eficaces para su integración económica y social. EFE
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