Jameneí carga contra las protestas en su primer discurso del año iraní

Teherán, 21 mar (EFE).- El líder supremo de Irán, Ali Jameneí, afirmó este martes, primer día del nuevo año persa, que las protestas desatadas por la muerte de Mahsa Amini son una “conspiración global” que busca debilitar la República Islámica.

En un discurso televisado con motivo del nuevo año persa o Noruz, Jameneí cargó contra Occidente por supuestamente apoyar las protestas y llamó a “evolucionar” la revolución con la reforma de los aspectos que no funcionan.

“El enemigo quiere convertir nuestra democracia teocrática en un Estado con una democracia falsa al servicio de Occidente”, dijo Jameneí en su primer discurso del año 1402 iraní, según el calendario solar persa.

La máxima autoridad de la teocracia iraní aclaró que con el término enemigo se refiere a Estados Unidos e Israel, países hostiles a la “identidad de la República Islámica”.

“El presidente de Estados Unidos (Joe Biden) apoyó los recientes disturbios. Los países occidentales han tratado de aislar a Irán”, dijo Jameneí en el discurso televisado desde la ciudad nororiental de Mashad.

El líder religioso acusó además a “algunos elementos de dentro del país” de repetir lo mismo que los “enemigos” y de buscar un cambio en la República Islámica, a los que calificó de «lunáticos».

“Pero la República Islámica superó esta conspiración global y demostró su fuerza”, aseguró Jameneí entre gritos de “muerte a América” en el mausoleo del imán Reza, donde ofreció el discurso.

ECONOMÍA

El religioso afirmó que Irán ha logrado grandes avances a pesar de las “sanciones y presiones económicas más severas” en materia de ciencia, tecnología, energía o infraestructuras.

Jameneí admitió, sin embargo, que el país vive una difícil económica de los que culpó en parte a políticas que se tomaron antes de la Revolución Islámica de 1979 y llamó a políticos y parlamentarios a mejorar la situación.

De hecho, el líder religioso eligió como eslogan del 1402 que acaba de comenzar “control de la inflación y crecimiento de la producción” como recetas para enderezar la economía del país.

Así, llamó a identificar los aspectos que “no funcionan” del sistema islámico para convertir las debilidades en “ fortalezas”.

La muerte de Amini desató las mayores protestas en décadas contra la República Islámica, protagonizadas por jóvenes y mujeres al grito de «mujer, vida, libertad» en las que pedían el fin de la teocracia instaurada por ayatolá Ruholá Jomeiní, y que prácticamente han desaparecido.

La República Islámica recurrió a la fuerza y una represión que ha causado cerca de 500 muertos, la detención de docenas de miles de personas (de las que 22.000 han sido indultadas) y en las que han sido ahorcados cuatro manifestantes, uno de ellos en público.EFE

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