Justicia argentina condena a prisión a responsables de masacre carcelaria en 1978
Buenos Aires, 12 dic (EFE).- La Justicia argentina condenó a 25 años de prisión a los responsables de la masacre carcelaria de ‘Pabellón Séptimo’ ocurrida en Buenos Aires en 1978, durante la última dictadura cívico-militar (1976-1983), en la que murieron 65 personas y más de 80 resultaron heridas, según informó este viernes el Ministerio Público Fiscal del país suramericano.
Juan Carlos Ruiz, quien es exdirector de la Unidad Penal de Devoto, y Horacio Martín Galíndez, quien se desempeñó como jefe de la División Seguridad Interna, recibieron condenas como coautores funcionales del delito de imposición de tormentos reiterados en 88 oportunidades y tormentos seguidos de muerte reiterados en 65 oportunidades contra internos del pabellón séptimo de esa cárcel, que se incendió durante un conflicto con el personal de seguridad.
El tribunal integrado por los jueces Nicolás Toselli, Daniel Obligado y Adriana Palliotti declaró el hecho como un caso de grave violación de los derechos humanos, por lo que se le consideró imprescriptible a pesar de haber ocurrido 47 años atrás.
Además de los dos condenados, el tribunal absolvió al exintegrante del personal de seguridad interna de la cárcel Gregorio Zerda.
El 14 de marzo de 1978, las autoridades carcelarias decidieron impedir que unidades de bomberos ingresaran al sector en llamas, que se inició durante la represión desatada por la Policía contra el centenar de presos que protestaban por los malos tratos en un espacio en el que vivían hacinados.
En la cárcel de Devoto, que sigue en funcionamiento en uno de los barrios residenciales de la ciudad de Buenos Aires, se mezclaban en esa época presos por delitos comunes con algunos de los miles de detenidos por razones políticas durante la dictadura, pese a que la mayoría de ellos fueron alojados en centros clandestinos de detención, tortura y desaparición establecidos por el gobierno militar.
Relatos de sobrevivientes aseguran que algunos detenidos fueron abatidos a tiros por el personal de seguridad cuando intentaron asomarse por las minúsculas ventanas del pabellón para respirar entre el humo tóxico del incendio desencadenado durante el enfrentamiento.
Quienes lograron salir del incendio fueron golpeados con brutalidad por el personal carcelario que comandaban los condenados Ruiz y Galíndez, y encerrados en celdas de castigo, donde varios murieron en los días subsiguientes a causa de las graves quemaduras y la intoxicación con humo. EFE
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