Juzgada por pederastia la exdirectora de un colegio judío en Australia

Sídney (Australia), 8 feb (EFE).- Un tribunal de Australia inició este miércoles el juicio oral contra la exdirectora de una escuela judía, la ultraortodoxa Malka Leifer, para abordar los numerosos cargos de abuso sexual a tres menores que se le imputan.

Durante la jornada inaugural, el fiscal Justin Lewis relató ante el Tribunal del estado de Victoria, en la ciudad de Melbourne, algunos de los supuestos abusos cometidos por Leifer entre 2004 y 2008, que incluyen la penetración sexual y violación.

Según el fiscal, Leifer le dijo a una de sus víctimas, mientras la abusaba sexualmente en un campamento escolar en el año 2006, que eso la «ayudaría en su noche de bodas» al penetrarla con los dedos, recoge la cadena pública australiana ABC.

Las exdirectora, según la acusación, comenzó a abusar de una de las menores, identificada como Meyer, cuando esta tenía 16 años con tocamientos que incluían los pechos por debajo del sujetador, mientras esta y las otras dos víctimas estudiaban en el colegio Adass Israel de Melbourne.

«Las tres denunciantes no tenían ningún conocimiento o comprensión del sexo durante el período de los presuntos delitos», remarcó Lewis, quien sostiene que la exdirectora usaba su posición e influencia para abusar de las menores.

El tribunal prevé que la parte del juicio oral tenga una duración del al menos seis semanas.

Leifer, de 55 años y quien llegó en enero del año pasado a Australia desde Israel tras un tortuoso proceso de extradición, comenzó a trabajar en esa escuela en 2001 como jefe de estudios religiosos hasta 2008, cuando ya siendo directora empezaron a surgir las primeras denuncias de abusos.

La acusada huyó entonces a Israel, mientras que Australia publicó en 2012 una orden de detención internacional y dos años más tarde solicitó la extradición desde el país hebreo, donde fue puesta bajo arresto domiciliario y en 2016 un psiquiatra judicial dictaminó que no podía ser sometida a juicio al padecer problemas mentales.

Sin embargo, un año más tarde, investigadores privados demostraron que Leifer hacía vida normal en Jerusalén y otro panel psiquiátrico determinó que la acusada había simulado una enfermedad mental, por lo que se retomó el proceso de extradición. EFE

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