Kast, el ultraderechista que podría convertirse en el primer pinochetista en La Moneda
María M.Mur
Santiago de Chile, 11 dic (EFE).- El abogado y exdiputado ultracatólico José Antonio Kast podría sumarse el domingo a la ola de líderes de extrema derecha que gobierna en parte del mundo y convertirse en el primer pinochetista desde el retorno a la democracia en llegar al poder en Chile.
Pese a quedar en segundo lugar en la primera vuelta de noviembre, con el 23,9 % de los votos, todos los sondeos muestran que el líder del Partido Republicano, tendría allanado el camino a La Moneda.
Gracias al apoyo incondicional de los otros candidatos de derecha y extrema derecha que no pasaron a la segunda vuelta, se impondría con holgura a la candidata única de la izquierda, la exministra comunista Jeannette Jara, que consiguió el 26,6 %.
Estrategia muy medida
A diferencia de sus intentos pasados por llegar a La Moneda (2017 y 2021), Kast ha optado esta vez por una estrategia muy medida que ha consistido en repetir la idea de que «Chile se cae pedazos» y de que el país atraviesa la mayor crisis de seguridad de su historia reciente, pese a que la tasa de homicidios sigue siendo una de las más bajas de la región.
Esta vez evitó a toda costa hablar en público de sus convicciones ultraconservadoras, así como de su defensa de la dictadura (1973-1990) y dejó atrás propuestas de campañas anteriores que le recortaron votos, como prohibir el aborto o eliminar el Ministerio de la Mujer.
Hace cuatro años llegó a decir que si el general Augusto Pinochet estuviera vivo, votaría por él. Cuando le han preguntado en debates o entrevistas, se ha limitado a decir que tiene «las mismas convicciones», pero que «hoy los chilenos tienen otras urgencias».
«Su campaña es monotemática y sabe que meterse en otros temas es ganarse problemas gratis», dijo a EFE el periodista Felipe González Mac-Conell, coautor del libro ‘Kast. La ultraderecha a la chilena’.
Su promesa estrella es crear un «gobierno de emergencia» para aplicar mano dura contra la delincuencia y blindar la frontera norte con vallas y zanjas. Desde hace meses, además, lleva una cuenta atrás con los días que les quedan a los cerca de 340.000 migrantes irregulares que viven en Chile para abandonar voluntariamente el país antes de que asuma el poder.
Si no lo hacen, Kast promete buscarles y expulsarles, aunque no ha explicado que hará con aquellos extranjeros irregulares que no sean recibidos en sus países de origen, como el caso de Venezuela.
Tampoco ha aclarado cómo aplicará otra de sus grandes promesas: un recorte fiscal de 6.000 millones de dólares en 18 meses sin tocar el gasto social, una meta que economistas de todos los signos políticos han dicho que es imposible.
Mirando a Meloni
Hijo de una próspera pareja de migrantes alemanes -su padre estuvo afiliado al partido nazi- y licenciado en Derecho por la Pontificia Universidad Católica, Kast no es un outsider de la política. Fue diputado 16 años por el conservador Unión Demócrata Independiente (UDI), que abandonó antes de su primer intento por llegar a La Moneda como independiente.
En 2019 fundó el Partido Republicano, que le llevó dos años después a perder, por amplio margen, contra Gabriel Boric en la segunda vuelta, y en 2023 a liderar el segundo y fracasado proceso constitucional.
«En el segundo intento constitucional fue incapaz de tomar una solución de Estado, asumirse como estadista y permitir que saliera una constitución de consenso general. Se envolvió en la manta de lo puritano y los valores», indicó a EFE Carlos Malamud, del Real Instituto Elcano.
Kast, de 59 años y padre 9 hijos, «creó su propio partido argumentando que él seguía siendo el mismo, que no había cambiado y que los que han ido moderándose son los partidos de la derecha tradicional», explicó a EFE Cristóbal Rovira, de la Universidad Católica.
«Eso le ayuda a venderse como un candidato conservador y no de ultraderecha, pero no hay que olvidar que proviene de una derecha que, en sus orígenes, es autoritaria y pinochestista», agregó Rovira.
Si se cumple lo que vaticinan las encuestas, Kast sería el primer presidente que defendió a Pinochet e hizo campaña a favor de su continuidad en el plebiscito de 1988.
El primer y único derechista en llegar al poder hasta ahora, desde el retorno a la democracia, ha sido el fallecido Sebastián Piñera, que lo hizo en dos mandatos no consecutivos (2010-2014 y 2018-2022) y que votó en contra de la permanencia del dictador.
Pese a tener agendas programáticas muy parecidas, Kast se diferencia de otros líderes ultra de la región en sus formas, mucho menos disruptivas y agresivas que las de Donald Trump o Javier Milei, aunque en sus mítines hay asistentes con gorras con el eslogan trumpista «MAGA».
«Su estilo se asemeja mucho a las derechas radicales populistas europeas, es mucho mas cercano a Meloni, en Italia, o Le Pen, en Francia», indicó Rovira. De hecho, una de las primeras en llamar a Kast tras la primera vuelta fue la primera ministra italiana, a quien visitó el pasado septiembre en Roma. EFE
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