Kenia conmemora el décimo aniversario del ataque de Al Shabab al centro comercial Westgate

Nairobi, 21 sep (EFE).- Kenia conmemoró hoy el décimo aniversario del ataque terrorista del grupo yihadista somalí Al Shabab contra el centro comercial Westgate, en el que murieron al menos 71 personas, incluidos cuatro atacantes.

Como parte de los actos de conmemoración, las autoridades visitaron varios centros comerciales de la capital para hacer hincapié en la mejora de la seguridad desde aquel atentado.

«Hoy celebramos el coraje de nuestros agentes de seguridad privada y el heroísmo de las personas que se pusieron en peligro para salvar a otras personas que ni conocían», dijo el director general de la Autoridad Reguladora de Seguridad Privada (PRSA, en inglés), Fazul Mohamed.

Mohamed hizo esas declaraciones en la azotea del Westgate, donde se efectuó un simulacro de respuesta a un ataque terrorista con perros adiestrados.

En el acto del Westgate intervino también el vicepresidente de la Asociación de la Industria de Seguridad de Kenia (KSIA), Jeremy van Tongeren, quien recordó que «hace diez años nuestra ciudad, nuestra nación, se convirtieron en una oscuridad que nunca nadie habría imaginado».

«Las imágenes de ese día siempre estarán en nuestra memoria colectiva, el humo, el caos, y el enfado de los ciudadanos», subrayó Tongeren.

El secretario principal de Seguridad Interna del Gobierno, Raymond Omollo, rindió homenaje a las víctimas en un comunicado.

«Por siempre, nuestros corazones seguirán apesadumbrados por los recuerdos de aquellos que perdimos, y hoy los recordamos y nos solidarizamos solemnemente con sus afligidas familias, compartiendo el peso de su pérdida inimaginable», indicó Omollo.

Las consecuencias del ataque «sirvieron como testimonio de nuestra fuerza y ​​resiliencia colectivas y nos enseñaron lecciones invaluables sobre vigilancia, preparación, respuesta de emergencia y la importancia de nunca bajar la guardia ante cualquier amenaza a nuestra seguridad pública», agregó el secretario principal.

En su cuenta de la red social X (antes Twitter), la diputada por Nairobi en la Asamblea Nacional (Cámara baja), Esther Passaris, evocó que el 21 de septiembre de 2013 «cuatro hombres armados enmascarados lanzaron un ataque contra el centro comercial Westgate.

«En medio de la oscuridad de ese día, encuentro inspiración en la inquebrantable resiliencia y unidad demostradas por el pueblo de Nairobi y Kenia en general. Hoy recordamos solemnemente a las víctimas de esta tragedia sin sentido y nos solidarizamos con sus afligidas familias», subrayó Passaris.

Según cifras oficiales, 61 civiles, seis soldados kenianos y cuatro terroristas murieron durante la toma del centro comercial, aunque el Gobierno nunca publicó pruebas forenses que demostraran la muerte de los cuatro asaltantes.

El grupo yihadista Al Shabab se responsabilizó del asalto al centro comercial, que duró del 21 al 24 de septiembre, paralizó el país y acaparó una enorme atención internacional.

En su momento, se culpó a la rivalidad entre la Policía y el Ejército como factor que entorpeció la respuesta de las fuerzas de seguridad al ataque y prolongó el asedio.

Desde octubre de 2011, cuando el Ejército de Kenia entró en Somalia como respuesta a una oleada de secuestros supuestamente obra de Al Shabab en el vecino territorio keniano, los radicales islámicos venían amenazando con represalias.

La ocupación del centro comercial, entonces uno de los más lujosos de la capital keniana, es, tras el atentado contra la Universidad de Garissa, donde murieron 147 personas en 2015, la peor acción terrorista que ha sufrido Kenia desde el ataque de 1998 contra la Embajada de EEUU en Nairobi, que causó más de 200 muertos.

Al Shabab, que se afilió a Al Qaeda en 2012, controla parte del centro y el sur de Somalia y aspira a instaurar en el país un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador).

El grupo no sólo perpetra atentados en Somalia, sino también en países vecinos, especialmente en Kenia.

Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barré, lo que dejó al país sin Gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas y señores de la guerra. EFE

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