La colorida navidad de Edimburgo quiere desbancar a la de Londres
Por Susana Blaya
Edimburgo (R. Unido), 6 dic (EFE).- Entre puestos artesanales, visitantes extranjeros, actividades familiares y el castillo como telón de fondo, el mercado navideño de Edimburgo se convierte este año en uno de los mejores mercadillos de Navidad y, según muchos visitantes, con más colorido incluso que el del mismo Londres.
A media mañana, cuando el mercado abre y la luz escocesa cambia de gris a dorada en cuestión de minutos, los visitantes avanzan entre chalets de madera, chocolate caliente y el aroma de especias. Muy cerca, en Princes Street, se cruzan turistas con maletas recién salidos de la principal estación de ferrocarril de la capital, Waverley Station, atraídos por una de las estampas más icónicas del invierno europeo.
Este año, el reconocimiento internacional ha reforzado su atractivo: Edimburgo alcanzó 79,7 puntos sobre 100 en el índice de Locals Insider, que evaluó 18 mercados del Reino Unido en criterios como número de visitantes, duración, entorno, accesibilidad y relación calidad-precio. Fue el mercado mejor valorado por su localización, sus 12 semanas de programación y su gran afluencia. Seguido por Londres y Manchester.
“No hay mejor telón de fondo para la Navidad que Edimburgo. Es mágico”, afirma a EFE Dani Rae, codirectora de Unique Assembly, la empresa que produce el evento para el Ayuntamiento. “En cuanto bajas las escaleras de Waverley Station sabes que este es el lugar donde estar en Navidad”.
Rae subraya que el éxito radica en la implicación local: “Lo construimos para nosotros y para quienes nos visitan. Se nota que nos importa”.
El Ayuntamiento confirma esa relevancia: las actividades navideñas atrajeron el año pasado a más de 2,8 millones de visitantes, generando 150 millones de libras (cerca de 172 millones de euros) de impacto económico. Más del 70 % de quienes viajaron a la ciudad en estas fechas lo hicieron específicamente atraídos por la navidad local.
Artesanía y gastronomía para un público global
Entre los más de 70 puestos del mercado destacan algunos expositores internacionales, como la ceramista noruega Kari Ytterdal, afincada en Ámsterdam, que participa desde hace nueve años y cuenta a EFE: “Antes había mucha repetición y productos importados de China. Hoy veo más artesanía auténtica y negocios locales de gran calidad”.
Pese al Brexit, asegura que no percibe una caída en la afluencia extranjera: “No ha afectado en absoluto. Siguen viniendo muchísimos turistas, especialmente italianos y españoles”.
En el puesto de Great Glen Distillery, donde la ginebra caliente especiada es uno de los productos más demandados, Derry Griffiths destaca el aumento de visitantes: “Estamos mejor que el año pasado. Hemos visto gente de EE.UU., Canadá, Sudamérica y muchos europeos. Los fines de semana son una locura”.
Turistas guiados por TikTok y el encanto escocés
La dimensión internacional del mercado se refleja en las historias de sus visitantes.
Los argentinos Franco Castro y Rosario Fe, que visitan Escocia por primera vez, describen la experiencia como “mágica”: “Es como estar dentro de una película. La ciudad superó nuestras expectativas y el mercado es un plus enorme”, cuenta Castro.
Desde Nueva Zelanda, Amy Erlang destaca la diferencia respecto a los mercados de su país: “En Nueva Zelanda los mercados son solo chips y hot dogs. Aquí hay comida de verdad. Y el ambiente es muy feliz”.
Para la británica Tilly Atkinson, que viajó tras ver vídeos virales en TikTok, la sorpresa fue la oferta gastronómica: “La comida es buenísima y todo el mundo está muy festivo”.
El australiano Chris Brown, en su primer mercado navideño, adelanta su plan: “Voy a probar toda la comida y bebida posible”.
Tradición más entorno monumental
Además de los chalets de artesanía, el mercado se despliega junto al Monumento a Scott, la torre neogótica dedicada al escritor Walter Scott, e incorpora atracciones como el carrusel, la Big Wheel, el Star Flyer y la pista de hielo de George Street, con techo transparente.
También destaca el Polar ice bar, con una temperatura mantenida a -8°C que este año estrena esculturas, entre ellas un unicornio, animal heráldico nacional de Escocia.
El mercado permanecerá abierto hasta el 4 de enero, dentro del programa invernal de la ciudad, que incluye atracciones, espectáculos, encuentros con Santa Claus y actividades familiares repartidas por los Jardines de Princes Street. EFE
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