La mayoría de la Eurocámara critica el plan presupuestario de Bruselas y pide enmendarlo
Bruselas, 30 oct (EFE).- Los líderes de los grupos del Partido Popular Europeo (PPE), Socialistas y Demócratas (S&D), liberales de Renovar Europa y los Verdes criticaron este viernes que la Comisión Europea haya propuesto centralizar el presupuesto para 2028-2034 en planes nacionales y pidieron enmendar la iniciativa como condición para sentarse a negociarla.
En una carta enviada a la presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula von der Leyen, a la que tuvo acceso EFE, los eurodiputados subrayan que la idea de un «plan nacional por Estado miembro» basada en el modelo del fondo de recuperación pospandemia -que vinculó pagos a realizar ciertas reformas- «no debería ser la base de la gestión compartida del gasto más allá de 2027».
La gran novedad de la propuesta planteada por la Comisión en julio consiste en aglutinar en un gran fondo -que se llevaría casi un tercio de los dos billones del presupuesto- las ayudas regionales y agrícolas, además de las de pesca y las destinadas a migración y gestión de fronteras.
A través de los planes nacionales la gestión del gasto se centralizaría en los gobiernos centrales, que estarían obligados a reservar solo una parte de esta dotación para ayudas a la cohesión o agrícolas.
En la misiva, los líderes del PPE, S&D, Renovar Europa y los Verdes (la mayoría parlamentaria que dio a Von der Leyen su segundo mandato al frente de la Comisión) expresan su rechazo a los bautizados como «Planes de Asociación Nacionales y Regionales» puesto que creen que la centralización de las decisiones a nivel nacional socavaría el valor añadido del presupuesto comunitario.
Además, subrayan que los montantes asignados para la Política Agraria Común y la de Cohesión «representan una sustancial reducción en términos reales» con respecto al presupuesto anterior.
Reclaman además que las partidas que Bruselas propone incluir en ese gran fondo único tengan dotaciones financieras individuales y regulaciones propias en aras de una «adecuada rendición de cuentas» y para dar «más predictibilidad y certidumbre para los beneficiarios».
Asimismo, piden un mayor papel para las autoridades regionales y locales, en particular en la política de Cohesión, más garantías de igualdad de condiciones en el caso de la Política Agraria Común (visto el mayor margen de maniobra que tendrá cada Estado); y más implicación del Parlamento Europeo a la hora de aprobar o modificar los planes.
Por otro lado, subrayan que el modelo adoptado del fondo poscovid que vincula los pagos a acometer ciertas reformas adolece de un «inherente déficit democrático» y advierten de que las reformas macroeconómicas a nivel nacional «no deberían condicionar» otras inversiones a nivel regional o local.
«La implementación generalizada del modelo de ‘financiación no ligada a costes’ debería limitarse tanto como sea posible porque carece de transparencia y evita una adecuada auditoría y escrutinio en la implementación de los fondos de la UE», señalan los líderes parlamentarios, haciéndose eco de una advertencia que viene repitiendo el Tribunal de Cuentas.
Así las cosas, piden a la Comisión que enmiende su propuesta para tener en cuenta estas consideraciones puesto que, tal como está planteada ahora, «no puede constituir una base para las negociaciones».
Aunque el grueso de la negociación sobre el presupuesto y su estructura corresponde a los Estados miembros, el Parlamento Europeo debe dar su consentimiento al marco financiero final para que este pueda entrar en vigor.
La Comisión Europea aseguró, a través de un portavoz, que están «abiertos a escuchar» las posiciones de la Eurocámara y de los Estados y que hay un diálogo «constructivo» con estos, pero rehusó especular sobre si podría enmendarse la propuesta.
«Hemos recibido la carta y la estamos analizando», dijo el portavoz.
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