
La tasa oficial de pobreza decrece en Argentina, pero no el drama social
Natalia Kidd
Buenos Aires, 25 sep (EFE).- La tasa de pobreza en Argentina bajó en el primer semestre del año a su menor nivel en siete años, de acuerdo a datos oficiales difundidos este jueves y celebrados por el Gobierno del ultraderechista Javier Milei y que no alcanzan a reflejar la dramática situación que viven amplios sectores de la población.
De acuerdo a un informe difundido por el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec), la tasa de pobreza se ubicó en el primer semestre del año en el 31,6 %, la más baja desde la primera mitad de 2018.
Esto implicó un retroceso de 6,5 puntos porcentuales con respecto al segundo semestre de 2024 y una caída de 21,3 puntos en relación a la primera mitad del año pasado, cuando el índice había saltado al 52,9 %, el nivel más alto desde 2003.
En tanto, la tasa de indigencia se ubicó en la primera mitad del año en el 6,9 %, 1,3 puntos por debajo del semestre anterior y con un descenso de 11,2 puntos en la comparación interanual.
El Gobierno, que aplica un severo plan de ajuste económico desde su inicio a finales de 2023, celebró la mejora de los indicadores sociales oficiales.
«La pobreza sigue bajando. La libertad avanza o Argentina retrocede. ¡Viva la libertad carajo!», expresó Milei en redes sociales.
Sin embargo, el cálculo oficial tiene limitaciones, entre ellas, que solo incluye a los 31 centros urbanos más poblados del país, lo que abarca a 29,9 millones de personas, sobre una población total en Argentina de unas 47 millones de personas.
Además, el Indec mide la pobreza solo en base a los ingresos declarados por los hogares que conforman su muestra -no los ingresos reales- y si éstos alcanzan o no para acceder a la cesta básica de alimentos y servicios, cuyo valor varía cada mes por la inflación.
Debido al severo ajuste fiscal y monetario, la tasa de inflación desaceleró desde un máximo del 289,4 % interanual en abril de 2024 al 117,8 % en diciembre último y al 39,4 % en junio pasado.
Según el Indec, la pobreza bajó porque durante la primera mitad de 2025 el ingreso familiar aumentó en promedio un 26,3 % respecto al semestre anterior, por encima del alza del 12,3 % en el valor de la cesta básica de alimentos y servicio.
Fuera del radar
Muchos expertos cuestionan ciertos aspectos de la metodología del Indec de medición de la pobreza por ingresos.
«Sin desconocer que se evidencian mejoras, corresponde advertir que los datos oficiales sobrerrepresentan la magnitud del alivio social», advirtió este jueves en un comunicado el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina.
Entre los aspectos más cuestionados está la utilización de cestas de consumo de 2004-2005, desactualizadas respecto al peso que hoy tienen en los hogares los gastos de servicios de la vivienda y el transporte.
Según observó este jueves en un informe el Centro de Economía Política Argentina (CEPA), el peso de los servicios y el transporte en la estructura de consumo del Indec «está muy por debajo de su peso real actual» y han tenido durante el Gobierno de Milei un alza de precios «sistemáticamente por encima al de los alimentos», un «cambio no se refleja adecuadamente» en la medición oficial.
«Como consecuencia, una mayor cantidad de hogares aparece por encima de la línea de pobreza, incluso cuando sus ingresos no han tenido un crecimiento significativo en términos reales», apuntó el CEPA.
En la medición oficial tampoco se incluyen, por ejemplo, gastos de alquiler, cuando el 40 % de la población no tiene un techo propio y rentar una vivienda insume el 64 % de un salario mínimo.
Esto explica en buena parte por qué, a pesar de la bajada de la tasa oficial de pobreza, amplios sectores sociales reclaman por ingresos insuficientes o muchos trabajadores se ven obligados al pluriempleo para complementar sus ingresos.
Según un sondeo de la plataforma de empleo Bumeran difundido el pasado martes, casi nueve de cada diez trabajadores argentinos consideran insuficiente su salario para cubrir sus necesidades básicas; un 26 % indica que su sueldo le alcanza para dos semanas y el 58 % afirma que su poder adquisitivo empeoró en los últimos meses.
No ser pobre por 7 dólares
Muchos sectores sociales tienen ingresos ligeramente superiores al umbral de pobreza pero viven en las mismas condiciones de los que formalmente están bajo la línea de pobreza.
Uno de los casos más evidentes de esto es el de los jubilados, protagonistas cada miércoles de protestas en Buenos Aires.
El monto de las pensiones que en junio cobró la mayoría de los 7,4 millones de jubilados fue de 374.723 (276,54 dólares), mientras que la cesta básica de alimentos y servicios para un adulto fue ese mes de 365.177 pesos (269,50 dólares).
Es decir que, de acuerdo a la vara oficial, los jubilados que cobran la pensión mínima no son pobres por solo 9.546 pesos (7 dólares). Son pobres «fuera de la estadística» que deambulan por los comedores sociales en búsqueda de un plato de comida y a los que Milei se niega a dar un aumento de emergencia bajo el argumento de cuidar las cuentas públicas. EFE
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