
La ultraderecha alemana llama a Merz «canciller de las mentiras» y lo acusa de continuismo
Berlín, 9 jul (EFE).- La colíder de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD), Alice Weidel, llamó este miércoles al jefe del Gobierno germano Friedrich Merz «canciller de las mentiras», lo acusó de haber incumplido sus promesas electorales para entregarse en los brazos de su socio de coalición, los socialdemócratas, y de continuar la política del Gobierno anterior pese a haber anunciado giros en la migración y el ámbito fiscal y económico.
«Es bueno que usted, en medio de su permanente fuga de la realidad que lo lleva de una cumbre a otra, haya decidido hacer una escala en la realidad. Los electores ya saben lo que pueden esperar de usted, nada, absolutamente nada. Usted es un canciller de papel que se ha entregado a su socio, el Partido Socialdemócrata, perdedor de las elecciones», dijo durante el debate general en la Cámara Baja.
«Usted es el canciller de las mentiras y ya se puede hacer un catálogo con sus promesas electorales rotas», agregó.
Según Weidel la primera promesa electoral rota por Merz fue la de no relajar el llamado freno a la deuda, que contempla que el déficit no puede superar el 0,35 % del PIB.
Esa promesa, según Weidel, se habría roto con la reforma constitucional, que libera de esa norma a todo gasto en Defensa que supere el 1,0 % del PIB y crea un fondo especial para inversiones dotado con 500.000 millones de euros.
«Parte de ello está dirigido a comprar armas a consorcios de EE.UU. para mandárselas a Ucrania con dinero de los contribuyentes alemanes. Otra vez se muestra que usted no es más que un representante del cabildeo», aseguró.
Merz, según Weidel, tampoco ha cumplido con sus promesas en materia económica ni tampoco en lo relativo a hacer un giro radical en la política migratoria.
Wedel señaló que el actual Gobierno no ha querido dar marcha atrás a la reforma de la ley de nacionalidad del ejecutivo anterior, con lo que muchos extranjeros, según ella «la mayoría sirios, iraquíes y afganos», podrán solicitar pronto un pasaporte alemán «sólo con un clic en internet».
«La islamización avanza y usted no hace nada por acabar con los estímulos a la migración irregular y aplaza la reforma a la llamada ayuda social que habría que llamar ayuda a los migrantes», declaró.
Weidel dijo que Merz no puede cumplir sus problemas electorales por estar «encadenado al Partido Socialdemócrata» (SPD) por el cordón sanitario en contra de AfD.
«Muchas de sus promesas las podría cumplir con nosotros. Pero prefiere seguir haciendo una política de izquierdas con un partido que cada vez se radicaliza más y que quiere prohibir al partido más grande de la oposición», señaló, aludiendo a que el congreso del SPD ha pedido examinar dirigir al Tribunal Constitucional (TC) una petición en ese sentido.
«Quieren eliminar al partido más grande de la oposición. Quieren eliminarme y eliminar a mis compañeros. Ese es el lenguaje que utilizan y que recuerda épocas oscuras», dijo.
Weidel acusó a la candidata del SPD para ocupar un puesto en el TC, Frauke Brosius-Gersdorf, de haber utilizado ese lenguaje.
«El SPD quiere llevar a una activista de izquierda radical al más alto tribunal alemán», aseguró.
Merz empezó su respuesta a Weidel, que abrió el debate como representante del partido más grande de la oposición, diciendo que aunque «los debates duros no sólo deben ser permitidos dentro de la democracia sino que forman parte de ella», no se deben permitir «injurias, verdades a medias y calumnias» como las que propaga AfD.
El líder del grupo parlamentario del SPD, Mathias Miersch, reiteró su convicción de que se debe iniciar un proceso de prohibición de AfD.
«Su discurso es una prueba más de que ustedes actúan en contra de la constitución. Me pregunto como es posible hablar de manera tan fría y a la vez tan llena de odio», afirmó.
Más tarde, la presidente de la Cámara Baja, Julia Klöckner, amenazó a Weidel con hacerla abandonar el Hemiciclo si no cesaba en sus permanentes interpelaciones a otros oradores.
La AfD fue el segundo partido más votado en las pasadas elecciones generales, por detrás del bloque conservador de Merz y relegando al tercer lugar al SPD.EFE
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