Las purgas en el Ejército chino siembran dudas sobre la estrategia militar hacia Taiwán
Javier Castro Bugarín
Taipéi, 11 dic (EFE).- La reciente expulsión de nueve generales del Ejército y del Partido Comunista chinos (PCCh) evidencia la desconfianza del presidente, Xi Jinping, hacia la cúpula castrense y podría tener implicaciones más amplias en la estrategia militar de Pekín respecto a Taiwán, según varios expertos consultados por EFE.
El Ministerio de Defensa de China anunció el pasado 17 de octubre la destitución y expulsión de estos nueve oficiales, entre ellos He Weidong, vicepresidente segundo de la Comisión Militar Central (CMC), máximo órgano dirigente del Ejército, por «violaciones graves» de la disciplina y por haber cometido «delitos graves» en el ejercicio de sus funciones.
Formado en unidades de reconocimiento militar, He fue el «más prominente defensor» de los ejercicios bélicos de China alrededor de Taiwán, afirma a EFE Tristan Tang, investigador asociado del Research Project on China’s Defense Affairs (RCDA), un grupo de expertos con sede en Taipéi.
«(He Weidong) probablemente haya participado en decenas, si no cientos, de maniobras militares relativas a una contingencia sobre Taiwán, aunque eso no significa necesariamente que nadie más en el Ejército chino tenga la experiencia para invadir Taiwán», explica el analista.
Decenas de altos cargos purgados
Desde el ascenso al poder de Xi en 2012, la modernización de las fuerzas armadas ha sido una de sus mayores obsesiones, especialmente ante su insistencia en la «reunificación» con Taiwán, una isla gobernada de forma autónoma desde 1949 y considerada por las autoridades de Pekín como «parte inalienable» del territorio chino.
No es de extrañar, pues, que el escrutinio sobre oficiales y comisarios políticos del Ejército Popular de Liberación (EPL) se haya intensificado sobremanera bajo su mandato, con decenas de altos cargos destituidos en sucesivas purgas a lo largo de los años.
Para John Dotson, director del Global Taiwan Institute, estas campañas podrían crear una «atmósfera de miedo» en las fuerzas armadas y limitar la iniciativa individual de los oficiales de menor rango.
«Asumiendo que estas purgas vienen del lado civil del partido, ciertamente indican una falta de confianza en los líderes del EPL», señala Dotson a EFE.
Posibles cambios en el enfoque hacia Taiwán
Entre las nueve expulsiones de octubre sobresale precisamente la figura de He Weidong, quien se convirtió en el primer vicepresidente uniformado de la CMC en ser purgado durante el ejercicio de su cargo en casi sesenta años.
Su salida «podría provocar un descenso» en las actividades en «zona gris» en torno a Taiwán, acciones de intimidación que, sin cruzar el umbral del conflicto abierto, pretenden desestabilizar y presionar al Gobierno de Taipéi.
«Sabemos que Zhang Youxia (actual vicepresidente primero de la CMC) ha liderado soldados en la guerra de Vietnam (1979), así que sabe que el combate real y las operaciones en ‘zona gris’ son diferentes. Si (He Weidong) fue purgado, el interés por esas operaciones decrecerá», prevé Tang.
Ese posible cambio de estrategia ya se ha dejado entrever en los últimos meses: el Ministerio de Defensa de Taiwán ha reportado la presencia de poco más de 2.300 aeronaves de guerra chinas cerca de su territorio desde principios de julio hasta hoy, un 16 % menos que en el mismo período del año pasado, según cálculos de EFE.
Esa cifra contrasta con la registrada en el primer semestre del año, cuando más de 2.700 aparatos volaron cerca de Taiwán, un 29 % más que en los seis primeros meses de 2024.
Asimismo, de los nueve generales purgados en octubre, siete estaban vinculados a la extinta Región Militar de Nanjing, predecesora del actual Comando del Teatro Oriental de Operaciones, cuerpo encargado de una eventual invasión de Taiwán. Muchos de ellos eran considerados confidentes cercanos de Xi Jinping, quien forjó gran parte de su capital político en esta misma zona geográfica.
La caída en desgracia de estos oficiales, y el aparente fortalecimiento de los generales curtidos en la provincia central de Shaanxi, podría alejar la posibilidad de un bloqueo o invasión anfibia de Taiwán e inclinar la balanza en favor de un «ataque de decapitación» o bombardeos de precisión, según un análisis de la Fundación Jamestown.
Disrupción temporal, pero no definitiva
Estas últimas destituciones y el nombramiento de Zhang Shengmin, jefe de la campaña anticorrupción del Ejército, como vicepresidente segundo de la CMC sugieren que Xi «ha empoderado el sistema disciplinario del EPL para prestar más atención a las cuestiones políticas», sin que ello implique abandonar su objetivo a largo plazo: hacerse con el control de Taiwán.
«Teniendo en cuenta que no han purgado a oficiales de menor rango, todavía pueden llevar a cabo operaciones a gran escala alrededor de Taiwán (…). No he visto ninguna prueba genuina de que la preparación para el combate haya sido seriamente dañada por la purga», sentencia el experto del RCDA. EFE
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