
Londres y Dublín acuerdan colaborar para derogar la ley de legado en Irlanda del Norte
Dublín, 24 abr (EFE).- Los Gobiernos del Reino Unido e Irlanda se comprometieron este jueves a trabajar conjuntamente para abordar el legado del pasado conflicto en Irlanda del Norte y aliviar el «sufrimiento» de las «víctimas y supervivientes».
Londres y Dublín adoptaron ese objetivo tras un encuentro a las afueras de Belfast de la Conferencia Intergubernamental Británica-Irlandesa, un órgano de cooperación creado tras la firma del acuerdo de paz del Viernes Santo (1998) que no se reunía en suelo norirlandés desde hace 20 años.
«Ambos Gobiernos reafirmaron su firme deseo de trabajar en colaboración sobre esta cuestión y expresaron un compromiso mutuo para lograr pronto avances para que las familias puedan obtener la información y la rendición de cuentas que merecen y que han buscado durante mucho tiempo», expresaron en un comunicado las delegaciones, encabezadas por el ministro británico para Irlanda del Norte, Hilary Benn, y el viceprimer ministro irlandés, Simon Harris.
El texto destacó el ambiente «constructivo y positivo» de este diálogo bilateral, después de varios años de tensiones entre el Ejecutivo irlandés y el anterior Gobierno británico de los conservadores que, con Boris Johnson a la cabeza, introdujo el pasado año una controvertida ley para paralizar todas las investigaciones sobre delitos vinculados al pasado conflicto.
Esta legislación, que cuenta con el rechazo de todos los partidos norirlandeses y los grupos de víctimas al considerar que se trata de una amnistía encubierta, se encuentra en proceso de anulación, en cumplimiento del compromiso adquirido por el Gobierno del laborista Keir Starmer.
A este respecto, las partes indicaron en la nota que seguirán trabajando «con rapidez e intensidad» para adoptar un «enfoque conjunto».
«El Gobierno del Reino Unido mantiene su compromiso de introducir legislación para derogar y sustituir la Ley de Legado cuando el tiempo parlamentario lo permita, y el Gobierno de Irlanda introducirá su propia legislación según sea necesario», se explicó en el comunicado conjunto.
La polémica legislación ofrece a miembros de las fuerzas de seguridad y a los paramilitares, ya sean protestantes o católicos, inmunidad ante procesos penales y civiles si colaboran con una comisión independiente creada para obtener información y favorecer la reconciliación, según planteó Londres en su origen.
En este contexto, todos los procesos judiciales, incluidas las investigaciones especiales, que no llegaron al final de su instrucción y estaban listos para emitir un veredicto concluyeron en mayo de 2024.
El Tribunal Superior de Irlanda del Norte ya dictaminó entonces que la ley es incompatible con la Convención Europea de Derechos Humanos.
El juez instructor, Adrian Colton, advirtió de que no existen evidencias de que las disposiciones legales encaminadas a conceder una amnistía bajo ciertas condiciones contribuirán al proceso de reconciliación en la región, como sostenía el Gobierno de Johnson. EFE
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