Los diputados tumban la propuesta de gravar a los ultrarricos que quería la izquierda gala
(Actualiza con declaraciones del primer ministro)
París, 31 oct (EFE).- La Asamblea Nacional francesa (cámara baja) rechazó este viernes la propuesta apoyada por la izquierda del llamado ‘impuesto Zucman’ que buscaba gravar a los ultrarricos y que debilita, sobre el papel, el frágil apoyo tácito del Partido Socialista (PS) al Gobierno minoritario de Sébastien Lecornu.
El ‘impuesto Zucman’, bautizado así por el economista Gabriel Zucman y que prevé un gravamen del 2 % sobre el patrimonio de los que tienen más de 100 millones de euros, unos 1.800 contribuyentes en Francia, fue rechazado por 228 diputados frente a 172 a favor.
Una segunda versión considerada más «ligera» de ese impuesto también fue tumbada por el hemiciclo, con 228 diputados en contra y 171 a favor.
En ambos casos, estas iniciativas que habían sido presentadas por los socialistas, que las consideraban imprescindibles para mantener su apoyo al Ejecutivo, fueron rechazadas por los votos del centro, de la derecha y de la extrema derecha.
Ambas iniciativas se habían presentado como enmiendas al proyecto de ley de los presupuestos de 2026 presentado por el Gobierno de Lecornu, que tiene como principal meta reducir el abultado déficit francés.
Al poco de conocerse la votación, cuyo resultado ya se preveía, el líder de los diputados del PS, Boris Vallaud, advirtió de que «la intransigencia» del Ejecutivo de Lecornu lo «lleva al mal camino».
«No ha habido el mínimo compromiso por parte del Gobierno», criticó Vallaud, quien no adelantó si, como consecuencia de este rechazo, el PS cambiará de postura sobre la posibilidad de presentar una nueva moción de censura contra la administración de Lecornu.
El propio primer ministro tomó posteriormente la palabra en el hemiciclo para expresar que el Gobierno estaba «en profundo desacuerdo» con esta medida por la que la izquierda había apostado como uno de sus grandes caballos de batalla.
Y es que «no existe un impuesto milagro», dijo Lecornu, que no vaya a ser tumbado después por inconstitucional y que vaya a recaudar lo que pretendía la izquierda.
Para tender un puente anunció que el Gobierno estará a favor de renunciar a la congelación de las pensiones y las prestaciones sociales en 2026, que son medidas que figuraban en el borrador de los presupuestos de la seguridad social presentado por el Gobierno.
Además, aseguró que reunirá a los diferentes grupos políticos para encontrar bases de acuerdo sobre el presupuesto de 2026.
Los socialistas son cruciales para que el Ejecutivo francés no caiga en una moción y han advertido de que decidirán la suerte del primer ministro en función de los presupuestos, que deben aprobarse de aquí a finales de año y en los que exigen medidas de «justicia fiscal».
Esta mañana, el primer secretario socialista, Olivier Faure, reconoció en una entrevista en el canal BFMTV que en la última semana «muchas cosas han avanzado» en la Asamblea Nacional, en concreto con la aprobación de un aumento de los impuestos a las grandes empresas y un incremento de la fiscalidad a las grandes tecnológicas.
Pero advirtió de que eso no es suficiente y «si las cosas no avanzan, (…) el Gobierno caerá», en línea aún con los ultimátums que llevan dando desde la semana pasada.
En una intervención ante la cámara, Faure aseguró que el rechazo de esas tasas son «un mal signo» y aseguró que su partido «no apoyará un presupuesto regresivo» aunque eso se traduzca en un adelanto electoral. EFE
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