Los laboristas combatirán la dependencia británica de mano de obra inmigrante
Londres, 22 nov (EFE).- El líder del Partido Laborista británico, Keir Starmer, dijo este martes que, si llega al Gobierno, trabajará para eliminar «la dependencia» de la economía del Reino Unido de mano de obra inmigrante mal pagada, en un discurso ante el congreso anual de la patronal de empresarios CBI.
Starmer expuso su visión para el crecimiento en la clausura de la cita de dos días en Birmingham (centro de Inglaterra) de la Confederación de la Industria Británica (CBI, en inglés), donde el lunes intervino el primer ministro, el conservador Rishi Sunak.
El dirigente del primer partido de la oposición aseguró que será «pragmático» si las empresas dicen que necesitan traer a trabajadores cualificados o de algún sector específico, pero advirtió de que bajo su mandato la importación de empleados de cualquier rango, a través del sistema migratorio por puntos, «vendrá con nuevas condiciones para las empresas».
«Pediremos que presenten un plan claro de cara a aumentar la formación y la capacitación, de mejora de los salarios y las condiciones laborales y para invertir en nuevas tecnologías», afirmó.
«Nuestro objetivo común debe ser ayudar a la economía británica a salir de su dependencia de la inmigración y que se invierta más en la formación de trabajadores que ya están aquí», subrayó.
Starmer reconoció que la migración «ha sido, es y será» parte de la historia del Reino Unido y «el Partido Laborista nunca subestimará la contribución que hace a la economía, a los servicios públicos, a sus empresas y a las comunidades».
Sin embargo, advirtió, «los días de un estilo británico de crecimiento basado en salarios bajos y mano de obra barata deben terminar».
«No podemos competir así. El modelo de bajos salarios del Reino Unido tiene que desaparecer. No funciona para los trabajadores y no es compatible con un crecimiento de raíz», añadió.
También dijo que «los sindicatos deben ser una parte clave» de la colaboración público-privada para hacer crecer la economía, que tiene un déficit de productividad y actualmente afronta un año de recesión.
Starmer acusó a los conservadores de haber causado «un daño enorme» durante sus doce años de gobierno y especialmente con su plan fiscal presentado en septiembre (ya revertido), que disparó los intereses sobre la deuda soberana y ha llevado a nuevas medidas de austeridad.
El líder laborista enumeró sus prioridades para la economía, que son «estabilidad, mejor capacitación (de los trabajadores) y un crecimiento verde» que capitalice la protección del medio ambiente.
En su intervención del lunes, Sunak declinó abordar la petición de los empresarios de abrir el país a la inmigración para llenar las vacantes laborales y aseguró que nunca promoverá un acuerdo con la Unión Europea que suponga un retorno a la libertad de movimiento de trabajadores. EFE
jm/ja/jac
© EFE 2022. Está expresamente prohibida la redistribución y la redifusión de todo o parte de los contenidos de los servicios de Efe, sin previo y expreso consentimiento de la Agencia EFE S.A.