
Los sueños de tres mujeres que orbitan una cárcel en Sao Paulo llegan a San Sebastián

Dolores sueña con abrir un bingo. Su hija, con empezar una nueva vida cuando su novio salga de una cárcel de Sao Paulo. Su nieta, con irse a Estados Unidos. Estas tres mujeres conforman «Dolores», presentada en el Festival de cine de San Sebastián.
La película de los directores brasileños Maria Clara Escobar y Marcelo Gomes compite en la sección Horizontes Latinos del certamen de la ciudad vasca, tradicional vitrina del cine latinoamericano hacia Europa.
Dolores, Deborah y Duda son mujeres de tres generaciones diferentes que viven en un barrio empobrecido de Sao Paulo, y sus vidas giran en torno a una cárcel, donde está internado el novio de Deborah.
Pese a su adicción al juego, Dolores (Carla Ribas) sueña con abrir su bingo, por lo que vende su casa para conseguir fondos. Deborah, peleada con su madre, quiere parte del dinero, mientras que Duda confía en que su abuela le pague el pasaporte que le permitirá abandonar Brasil.
Los directores querían mostrar estas tres generaciones, la de Dolores «que tiene 65 años, que vivió un Brasil de redemocratización después de una dictadura militar», Deborah, «que vivió una democracia más estable y que sueña con tener una familia», y Duda, quien «con 20 años ve como salida irse a Estados», explica Maria Clara Escobar a la AFP en San Sebastián.
Esas mujeres «¿con qué sueñan? ¿Con qué se relacionan?», continúa Escobar, a quien también interesaba ver cómo esas «tres generaciones distintas viven en comunidad».
– «Sueño y realidad es la misma cosa» –
El film, que empezó a escribir el fallecido realizador brasileño Chico Teixeira y terminaron Escobar y Gomes, permite mostrar dos mundos, el primero de ellos «el de los alrededores de las prisiones, este universo que hay el día de las visitas, con esa cadena de mujeres ayudándose y trabajando con solidaridad unas con las otras», dice Gomes.
«Y luego el mundo de los casinos, que en Brasil son clandestinos», agrega.
Y el tema de los sueños es muy importante, señalan los realizadores, quienes en la película mezclan pasajes que se imagina Dolores con la realidad.
«Es una cuestión que viene de la cultura indígena, de los Yanomami, que dice que sueño y realidad es la misma cosa. Que el sueño es sentir, es tener deseos, hacer acciones que están relacionadas directamente con la vida real», señala Gomes.
Pese a que las mujeres enfrentan situaciones muy duras, como la pobreza, la cárcel y la ludopatía, la película transmite optimismo, algo que fue deliberado.
«No queríamos victimizarlas, no queríamos verlas como que tenían que estar muy mal para soñar con otra vida. Todos estamos intentando construir otra vida. Nosotros queríamos mirar a este barrio donde viven con cariño», apunta Escobar.
Para evitar tener una mirada «aburguesada» sobre el barrio, «nosotros vivimos ahí, visitando las casas, comprendiendo cómo la gente vive», asegura Gomes.
– La complejidad de América Latina –
Para los directores, que ya habían estado en el Festival de San Sebastián con proyectos anteriores, competir en la sección Horizontes Latinos, que premiará al mejor film de la región, es un privilegio.
«Yo pienso que es la mayor ventana para el cine latino del mundo. Porque es una selección de filmes latinos, que investigan el mundo latino y esta complejidad que vivimos en América Latina», dice Gomes.
«Me parece muy lindo que se llame Horizontes, porque todos estamos intentando descubrir qué horizontes podemos construir como latinoamericanos en este mundo tan complejo», agrega Escobar.
«Dolores» concursa con otras once producciones de Argentina, Chile, Colombia, Ecuador, México y Uruguay. El galardón se entrega el sábado 27 en la gala de cierre del festival.
du/pc