
Los Veintisiete piden dotar de «más ambición» a la Ley Europea de Chips
Bruselas, 29 sep (EFE).- Los países de la UE pidieron este lunes que la Ley Europea de Chips tenga «más ambición» y asegure el liderazgo comunitario en puntos clave de la cadena de valor y que movilice más financiación ante el auge de la inversión en otras grandes potencias.
«Mientras que los competidores globales están aumentando significativamente su inversión pública, buena parte de la creación de valor en la industria de semiconductores está ocurriendo fuera de la UE. Esto subraya la necesidad de una segunda fase reforzada de la Ley de Chips, que sea ambiciosa y con visión de futuro», afirman en una declaración firmada por los titulares de Industria de los Veintisiete.
En la misma, los Veintisiete señalan que el objetivo de la Ley de Chips de elevar al 20 % la cuota de mercado global de chips de la UE es «poco realista y demasiado amplio», por lo que carece de una dirección estratégica sobre por qué Europa debería liderar en el sector y hacía donde debería ir.
En este sentido, defienden que para «asegurar y reforzar» su posición global, la UE debe priorizar los semiconductores como una «industria estratégica», a la par con la defensa y el espacio, y tratarla como un objetivo clave de inversión, innovación y, «si es necesario, usar los instrumentos disponibles para protegerla y actuar colectivamente».
«Europa debe aspirar a asegurar su liderazgo tecnológico en puntos de control clave, como I+D, materiales, diseño de chips, equipos, fabricación y aplicaciones para el mercado final, con el objetivo de crear un ecosistema de semiconductores globalmente competitivo, resiliente y sostenible», señala el texto.
Los Veintisiete defienden que los objetivos estratégicos de la UE en este sector deben ser tres: desarrollar el liderazgo europeo en tecnología e innovación para asegurar esos puntos de control, garantizar un suministro estable y fiable de semiconductores para los sectores críticos, y crear un ecosistema competitivo que contribuya al bienestar.
Y proponen para ello dar prioridad a políticas enfocadas a movilizar inversión pública y privada para la industria de chips, crear alianzas con socios afines para asegurar los suministros, fomentar la innovación o atraer actividades estratégicas, y asegurar que hay trabajadores formados para el sector, entre otras áreas de actuación.
El ministro de Industria y Turismo español, Jordi Hereu, que firmó la declaración en nombre de España, se sumó a la petición de «más ambición» para un sector que consideró «fundamental para el desarrollo de muchos otros sectores económicos».
«Lo que creemos es que tiene que haber una coalición de inversión pública y privada y, por eso, pedimos un rol muy determinante, muy proactivo, de la Comisión Europea junto con el esfuerzo que estamos haciendo en todos y cada uno de los países», dijo a su llegada a la reunión de ministros del ramo en Bruselas.
Argumentó, en este sentido, que Europa necesita «apostar» por sectores en los que va «por detrás de otras grandes potencias económicas» tanto por razones de desarrollo industrial como de autonomía estratégica y opinó que en los últimos años ya se han dado «grandes pasos» en el sector de semiconductores.
La declaración llega después de que la Comisión Europea abriese a principios de este mes una consulta pública de cara a la revisión, en 2026, de la Ley de Chips, que fue adoptada en 2022 como respuesta a las vulnerabilidades reveladas por la pandemia en este sector, clave para el desarrollo de casi cualquier tecnología, desde teléfonos móviles hasta automóviles pasando por equipamiento industrial. EFE
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