
Los verificadores se alistan para el fin del apoyo de Meta:»Surgimos antes y perduraremos»
Río de Janeiro, 27 jun (EFE).- La comunidad global de verificadores de datos se prepara para reinventarse y asumir el impacto económico de un posible cierre, en el ámbito mundial, del programa de verificación de Meta, hasta ahora un importante pilar financiero para estas organizaciones.
«Estábamos aquí antes del programa Meta y estaremos después», resumió la directora de la Red Internacional de Verificación de Datos (IFCN, por sus siglas en inglés), Angie Holan, durante la Global Fact 12, la mayor conferencia mundial de este sector, que concluye este viernes en Río de Janeiro.
El primer paso de Meta, en abril pasado, fue el anuncio del fin de su programa de verificación en Estados Unidos y su reemplazo gradual por las notas de la comunidad, que se basan en aportes realizados por personas anónimas, no profesionales.
En la cumbre de Río, donde participaron cerca de 450 verificadores de todo el mundo, nadie duda de que la expansión de esta política a escala global es una cuestión de tiempo.
Golpe económico a la verificación
Una encuesta presentada en la Global Fact, con aportes de representantes de 56 organizaciones de verificación de 32 países, muestra que más de la mitad de las empresas del sector de la verificación «ven amenazada su supervivencia» si Meta cierra su programa, según afirmó uno de sus autores, Jatin Gandhi, de Vishvas News y Jagran New Media.
El 10 % de las empresas encuestadas tiene a Meta como prácticamente su única fuente de financiación, siendo que más del 80 % de su presupuesto depende de los fondos que aporta la matriz de Facebook.
El director ejecutivo de la organización británica Full Fact, Chris Morris, pintó un panorama sombrío para Europa.
Citó cálculos de un estudio de la Red Europea de Estándares de Verificación de Datos (EFCSN, por sus siglas en inglés) que estiman pérdidas de ingresos de unos 16 millones de euros anuales y la desaparición de aproximadamente 250 puestos de trabajo en la región por el impacto directo que tendría el cierre del programa.
Y los verificadores apuntan que ya han comenzado a sentir un efecto cascada, puesto que otras instituciones también han empezado a cortar fondos a las empresas del sector influidas por la imagen negativa que les han creado desde las grandes plataformas digitales, cuyos dueños han acusado a los verificadores de «censores» y de tener un sesgo político.
Las notas de la comunidad, un lavado de cara
Las alternativas propuestas por las redes sociales a los programas de verificación, en especial las notas de la comunidad de X o de Meta, son recibidas con escepticismo por el sector, que las interpreta como una campaña de propaganda de las plataformas para mejorar su imagen.
Maarten Schenk, de Lead Stories, señaló que el 90 % de los usuarios no ve estas notas y que, además, estas usan como fuentes principales la Wikipedia y artículos elaborados por los propios verificadores.
A esto se suman las propias trabas que ponen las redes sociales y los impedimentos para publicar notas de la comunidad que cuestionen a los propietarios de las plataformas.
Alex Mahadevan, director de MediaWise, una plataforma que fomenta la alfabetización mediática, expuso un análisis de las notas de la comunidad en X y constató que es casi imposible conseguir que se publiquen notas que critiquen al dueño de la red social, Elon Musk.
«Este sistema solo funciona si le interesa al dueño del sistema, y no es del interés de Elon Musk», sentenció Mahadevan.
Las claves para la sostenibilidad financiera
La solución para los verificadores no es fácil ni única. Algunas organizaciones ven que el camino es la diversificación de fuentes de ingresos y de modelos de negocio, pero, sobre todo, el fortalecimiento de la relación directa con las audiencias.
«Desde la investidura de Trump, las ‘big techs’ decidieron dejar de ser vistas como imparciales. Para resistir debemos ser más creativos, más colaborativos, y necesitamos asociarnos con el público, porque no tendremos fondos», dijo la directora de Factchequeado, Laura Zommer.
Otra perspectiva para el futuro inmediato que todavía genera incertidumbre es la llegada de la inteligencia artificial, que por un lado puede permitir aumentar y mejorar la calidad de los datos verificados y por otro, genera una nueva necesidad de verificar si un contenido es real o generado por la IA.
«La gente sigue buscando la verdad. Siguen queriendo saber qué es real y qué no lo es. No creo que la gente vaya a decir: ‘Bueno, ya no sé qué es verdad. Voy a andar a ciegas'», concluye Holan. EFE
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