Más de 500.000 evacuados por enfrentamientos fronterizos entre Tailandia y Camboya
Más de 500.000 personas fueron evacuadas y trasladadas a lugares seguros por el estallido de enfrentamientos fronterizos entre Tailandia y Camboya, que han dejado al menos once muertos, informaron el miércoles autoridades de los dos vecinos del sudeste asiático.
Los choques estos países estallaron el domingo por una antigua disputa fronteriza, menos de dos meses después de un acuerdo de alto el fuego firmado junto con el presidente estadounidense Donald Trump.
La mayor parte de los desplazados se dieron en Tailandia, según el Ministerio de Defensa de ese país.
«Civiles debieron ser evacuados en grandes números debido a lo que hemos evaluado como una amenaza inminente a su seguridad. Más de 400.000 personas fueron trasladadas a refugios» en siete provincias, declaró a la prensa el portavoz del ministerio tailandés, Surasant Kongsiri.
Camboya, en tanto, reportó más de 100.000 desplazadas por los choques fronterizos.
«Un total de 20.015 familias, equivalente a 101.229 personas, fueron evacuadas a refugios seguros y casas de familiares en cinco provincias» hasta la noche del martes, indicó a los periodistas la portavoz del Ministerio de Defensa de Camboya, Maly Socheata.
La vocera había dicho la víspera que siete civiles murieron y 20 resultaron heridos en los enfrentamientos.
Por su parte, el ejército tailandés anunció en un comunicado la muerte de cuatro de sus soldados.
Periodistas de AFP en la localidad camboyana de Samraong dijeron haber escuchado el miércoles el estallido de artillería en dirección de unos templos en la disputada zona fronteriza.
– Trump anuncia una llamada –
La disputa entre ambos vecinos se centra en un desacuerdo centenario sobre las fronteras de 800 kilómetros trazadas durante el dominio colonial francés en la región. Tanto Tailandia como Camboya reclaman la soberanía sobre varios templos antiguos en la zona limítrofe.
Los dos países mantuvieron cinco días de combates en julio que dejaron 43 muertos y unos 300.000 desplazados antes de la entrada en vigor de una tregua.
Este alto al fuego se ratificó en un acuerdo a finales de octubre impulsado por Trump, pero fue suspendido por Tailandia semanas después por el estallido de una mina que hirió a varios soldados.
Trump anunció el martes en un mitin con seguidores que llamaría a ambos países para poner fin al conflicto.
«Mañana tengo que hacer una llamada telefónica, y creo que lo entenderán», declaró el dirigente estadounidense en referencia a los gobernantes de Camboya y Tailandia.
«¿Quién más podría decir: ‘Voy a hacer una llamada telefónica y detener una guerra entre dos países muy poderosos’?», agregó Trump desde el estado nororiental de Pensilvania.
La Unión Europea hizo un llamamiento el lunes a «la máxima moderación», mientras que el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, instó a ambas partes a «renovar su compromiso con el alto el fuego».
Poan Hay, una camboyana de 55 años, abandonó apresuradamente su casa con sus familiares, entre ellos tres niños pequeños, en cuanto oyó disparos.
«Es la cuarta vez que tengo que huir», contó a AFP desde una pagoda de la provincia de Siem Reap. «No sé cuándo podré volver. Llevo cinco meses durmiendo muy poco, estaba preocupada por nuestra seguridad».
En la provincia tailandesa de Surin, Sutida Pusa, gerente de una pequeña tienda de comestibles, dudó antes de evacuar su pueblo, situado a unos veinte kilómetros de la frontera.
«Primero quería ver la situación por mí misma, porque los combates no son tan ruidosos como en julio», dijo a AFP esta mujer de 30 años. «No siempre confiamos en lo que nos dicen».
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