Paseo estival por el barrio de las embajadas en Berna

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La embajada de Tailandia se encuentra en un edificio de 1925 cuyos muros en piedra arenisca son típicos de la arquitectura bernesa del siglo XX. Tailandia adquirió esta casa, con un terreno de 1839 metros cuadrados, en 1996 por cerca de 4 millones de francos suizos. Aquí trabajan actualmente 20 personas. Pero no es el edificio lo que nos llama la atención, sino el pabellón tailandés junto a la embajada construido en 1997, con motivo de la visita del rey Rama V a Suiza. Fue diseñado por un arquitecto real y algunas partes se fabricaron en Tailandia y se enviaron a Suiza para el montaje final. Ester Unterfinger/swissinfo.ch

La República Checa tiene una de las embajadas más bonitas de Berna. Rodeada de un jardín histórico y construida en 1895, la Villa Jenner tiene una historia apasionante. Gracias a las deudas de Suiza derivadas del comercio del azúcar, la entonces Checoslovaquia pudo adquirir el edificio en 1926. Durante la Segunda Guerra Mundial, los alemanes tomaron el inmueble, que volvió a manos de Checoslovaquia en 1945. Desde la escisión del país en dos nuevas naciones independientes, la República Checa y Eslovaquia, en 1992, la Villa Jenner es propiedad solo del Estado checo. Aquí trabajan actualmente diez personas. Para la encargada de negocios Irena Valentová esta mansión “es un pedazo de bonita arquitectura”, en la que se siente “como una princesa”. Pero en invierno hace mucho frío. Ester Unterfinger/swissinfo.ch

La República Dominicana tiene embajada en Berna desde el año 2000. Su representación comparte edifico con la Unión Postal Universal (UPI) que data de 1969. El personal permanente está formado por cinco personas, incluido el embajador. El alquiler mensual es “ligeramente inferior a los 2 800 francos”. El embajador Julio Simón Castaños Z. aprecia sobre todo la comodidad de la localización: “Tiene unos accesos muy bien protegidos, un gran garaje subterráneo y está bien comunicada con el transporte público”, dice. Este edificio alberga también las embajadas de Grecia, Finlandia y Bélgica. Ester Unterfinger/swissinfo.ch

Cierto, es un hotel. Pero también una embajada: El hotel Schweizerhof, situado frente a la estación de Berna, llevaba cuatro años cerrado cuando Catar lo adquirió en 2009. Con 160 años de historia a su espalda, el renombrado establecimiento necesitaba una renovación. La rica monarquía petrolera invirtió alrededor de 40 millones de francos para renovarlo completamente antes de que el Schweizerhof volviera a abrir sus puertas en 2011. Un año después, Catar comenzó a construir una embajada en este hotel de lujo que cuenta con 90 habitaciones y suites. Pero en 2017 Doha encontró en el barrio de Kirchenfeld una mansión protegida de finales del siglo XIX donde establecer su embajada. Sin embargo, aún no se ha mudado a la nueva sede. Ester Unterfinger/swissinfo.ch

Desde hace once años, la embajada de Estados Unidos se encuentra detrás de esta valla de tres metros. El edificio que data de los años 1950 es propiedad de la aseguradora Allianz Suisse y se halla en un pequeño parque cerca del centro. La embajada se mudó a este inmueble por razones de seguridad. Y es que después de los atentados del 11 de septiembre de 2001, Estados Unidos consideró que la seguridad de su antigua embajada en Berna no estaba suficientemente garantizada. Por ello se instalaron bloques de cemento en medio de la calle que entorpecían el tráfico y llevaron al límite la paciencia de los residentes del barrio. Otra ventaja de la sede actual de la embajada es que se encuentra justo al lado de la residencia del embajador estadounidense, una mansión centenaria que es propiedad de Estados Unidos desde 1947. Ester Unterfinger/swissinfo.ch

La embajada de Uruguay está en pleno corazón de la capital suiza. Desde comienzo de los años 1970, el país sudamericano alquila una planta de un edificio que, como el resto del casco antiguo de Berna, es patrimonio mundial de la UNESCO. Allí trabajan seis personas que valoran “la excelente ubicación en el centro de la ciudad, la cercanía de las oficinas federales y la buena conexión con el transporte público”. Las embajadas de Paraguay y Ecuador se encuentran también en la Kramgasse, que Goethe calificó en su día como “la calle más bonita del mundo”. Ester Unterfinger/swissinfo.ch

Resulta difícil imaginar, pero en 2004 esta mansión de una sola planta estaba al borde del derrumbe, invadida por los arbustos y con las contraventanas permanentemente cerradas. No faltaban personas interesadas en adquirir esta residencia de 14 estancias, que es propiedad de Arabia Saudí desde 1982. Pero finalmente el reino saudí solicitó una licencia de obra en 2004. Riad renovó el edificio por algo más de 7 millones de francos en el estilo de un pabellón rococó y abrió su embajada aproximadamente un año después. Ester Unterfinger/swissinfo.ch

El edificio de la embajada británica, propiedad de Reino Unido, comenzó a construirse en 1962. Las obras concluyeron en 1964. Reino Unido tiene una misión permanente en Suiza desde 1848 y esta se encuentra en el número 50 de la Thunstrasse desde 1912. La antigua sede que podemos ver en este sitio web fue destruida y reemplaza por la actual. En 2010 se instalaron paneles solares en el tejado para ahorrar energía. Unas 40 personas trabajan actualmente aquí. “Me encanta nuestra embajada porque está cerca de la parada del tranvía y no hay necesidad de venir en coche”, dice la embajadora Jane Owen. La diplomática valora también las estancias luminosas, con muchas ventanas, y un espacio debajo de su escritorio para “Diplodog” [un labrador negro que atiende al nombre de Benji]. Ester Unterfinger/swissinfo.ch

En septiembre de 1993, Suiza autorizó la apertura de una representación palestina en la Confederación Helvética. Corría el mismo mes del mismo año cuando Israel y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) firmaban el primer acuerdo en el marco del hoy fallido proceso de paz de Oslo, que habría aportado un Estado a los palestinos y la paz a Israel. Aunque Suiza no reconoce a Palestina como Estado, la Convención de Viena sobre las relaciones diplomáticas [que contempla, entre otras, la inmunidad diplomática] se aplica “por analogía” a la delegación palestina en Berna y su personal, según el Ministerio suizo de Asuntos Exteriores. Ester Unterfinger/swissinfo.ch

El Gobierno Regional del Kurdistán (GRK), un territorio autónomo en el norte de Irak, dispone de una oficina en Suiza desde 2006: en un edificio que data de los años 20 y que es propiedad del representante del GRK Fauzi Kaddur. Aunque la oficina mantiene izada la bandera del Kurdistán en el barrio diplomático de Berna, no es una representación oficial del GRK, sino la sede de la Asociación para el Diálogo Suiza/Kurdistán. Según Kaddur, promueve los intereses culturales y económicos de los kurdos. La asociación funciona con voluntarios. A Fauzi Kaddur le gusta la ubicación porque está bien comunicada con el transporte público y está en el barrio diplomático, donde hay mucha vegetación. Ester Unterfinger/swissinfo.ch

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En la capital de Suiza tienen sede 90 embajadas. Las regiones autónomas más o menos reconocidas, como Palestina o Kurdistán, también han abierto una representación en Berna.

Algunos de los edificios son un deleite para la vista, otros no tanto. Unos son ostentosos, otros sencillos, están en pleno centro histórico de Berna o escondidos detrás de vallas altas. Pero todos ellos tienen algo en común: una historia que contar.

Le proponemos un paseo por el barrio diplomático de la capital suiza para presentarle diez legaciones diplomáticas. Se trata de una selección de la redacción, que ha buscado historias interesantes y edificios especiales.

Lista de las representaciones extranjeras en SuizaEnlace externo (Fuente: Ministerio suizo de Asuntos Exteriores)

Traducción del alemán: Belén Couceiro