Testimonios del mundo rural suizo
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Un rebaño de ovejas pasta frente la casa típica de Schwyz, la más antigua de las construcciones en madera de toda Suiza, edificada en 1336. Tomas Wuethrich -
El carnicero Rolf Trauffer. Ahumado durante tres semanas de la típica salchicha original de Ballenberg en la casa campesina de Madiswil, de 1709. Tomas Wuethrich -
El dormitorio de la casa Malvaglia, del cantón Tesino. Tomas Wuethrich -
El sombrerero en pleno trabajo durante el mercado de otoño. Tomas Wuethrich -
Ripias en la fachada de la casa rural de Brülisau, en el semicantón de Appenzell Rodas Interiores. Tomas Wuethrich -
Una excusión de empresa. Los empleados tratan de tocar el cuerno alpino. Tomas Wuethrich -
Huerto de la casona típica de Adelboden, en el cantón de Berna. Tomas Wuethrich -
Brigit Riederers, encargada de la limpieza del museo. En la imagen, aspira el suelo de la casa rural de Tentlingen, cantón de Friburgo. Tomas Wuethrich -
Tapetes de diversas épocas en la casa de Schwyz. Tomas Wuethrich -
Sobre cada marco de las ventanas y las puertas de la casa Malvaglia, del cantón Tesino, se encuentra el símbolo de la cruz. Por eso se cree que esta construcción fue concebida como casa sacerdotal. Tomas Wuethrich -
Esta familia visita la cocina de la casa de Lancy, en el cantón de Ginebra. Tomas Wuethrich -
Curso de dos días. Los participantes aprenden a hacer un horno de arcilla. Tomas Wuethrich -
El horno de la casa Malvaglia del cantón Tesino. Tomas Wuethrich -
Niños en el salón de clase en el lavadero de Rüschlikon, cantón de Zúrich. Tomas Wuethrich -
Vallas tradicionales en la zona de las casas, Suiza central. Tomas Wuethrich
El Museo Ballenberg, a orillas del lago de Brienz, cumple 35 años. Cada año 300.000 personas visitan este museo al aire libre, que presenta un centenar de casas campesinas características de toda Suiza.
Este contenido fue publicado el 04 mayo 2013 - 11:00
Viviendas, establos, granjas y lavaderos permiten que los turistas nacionales y extranjeros descubran las tradiciones rurales del país. Único en su género, el Museo de Ballenberg organiza también eventos especiales, cursos de formación y talleres de artesanía. (Fotos: Tomas Wüthrich)
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